Restaurante Tickets (RESTAURANTE CERRADO) en Barcelona
Restaurante Tickets (RESTAURANTE CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
96 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
9.3
Precio medio entorno ENTORNO
8.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
HUEVO DE CODORNIZ EN SU NIDO
OSTRA PERLA
Opiniones de Tickets (RESTAURANTE CERRADO)
OPINIONES
21

... que alegraba siempre el corazón (y el estómago).
Nos costó poder reservar el día que queríamos, pero al final lo conseguimos y mereció muchísimo la pena. Era lugar obligado en nuestra última visita a Barcelona.
El local es una feria, un circo, un lugar de ensueño con unos perfectos maestros de ceremonia, los hermanos Adriá. Consta de varias barras: La Presumida (en la que cenamos) con vistas a los cocineros cocinando como asomados a un balcón con sus persianas; La Estrella, a continuación de La Presumida, donde se tiran perfectas cañas (Estrella Damm, claro) para acompañar las exquisitas tapas; el Camarote de los Marx, en la entrada al local, un lugar para brindar; Nostromo, barra alta de cómodos taburetes para originales montaditos y ensaladas, El Garatge, imitando un contenedor del puerto de Barcelona, es la barra de la parrilla y del pan con tomate (hay montones de ellos colgados en esta barra, y La Dulce, la barra de los postres o de las tapas dulces, la barra creativa de Albert.
El servicio, excelente y muy personalizado. Nuestra camarera nos asesoró, nos explicó los platos y la forma de comerlos y nos fue dirigiendo en una informal, original y divertidísima cena en tapas. Una puesta en escena perfecta que hace que el Tickets no sólo sea un restaurante, sino un lugar mágico para disfrutar de una mágica noche.

En cuanto a la comida, como no podía ser de otra forma, espectacular, con una calidad excelente, no hubo ni un sólo plato que desentonara del resto. Decidimos no pedir menú degustación y hacer un extenso recorrido por la carta:

- PULPITO AL AZAFRÁN, un snack muy sabroso y original.
- OLIVAS GORDAL ADOBADAS y OLIVAS VERDIAL, un clásico de Ferrán, perfecta esferificación tanto en el sabor como en la textura, acompañadas de XUXI SEMILLA TOMATE con anchoas del cantábrico, de muy, muy buena calidad.
- SANDIA IMPREGNADA DE SANGRÍA, nos gustó mucho, muy refrescante.
- MINI AIRBAGS DE QUESO, masa de pizza inflada, crujiente, rellena de espuma de queso manchego, acabado con una lámina del mismo queso y caviar de aceite de avellanas. Su sabor explosivo, nos encantó e hizo que se convirtiera en una de las tapas que más nos gustó.
- XUXI AIRBAGUETTE, finas lonchas de jamón "Joselito", inconfundible, cubriendo un crujiente pan hueco.
- HUEVO DE CODORNIZ EN SU NIDO, con wasabi, sublime en cuanto a sabor y textura.
- VIAJE NÓRDICO, tartar de solomillo de buey, tostada de pan de malta con nieve de vinagre. Delicioso, muy recomendable.
- OSTRA PERLA, de una calidad espectacular y tamaño considerable, con una falsa perla que explota al morderla. Otro de nuestros preferidos.
- FRITURA DE PEIX, excelente fritura de corvina adobada cuyo sabor te recuerda al cazón andaluz.
- NAVAJAS CON SALSA DE JENGIBRE, AJO NEGRO Y AIRE DE LIMÓN, producto de primera calidad. Aficionadas a las navajas, estas han sido unas de las mejores que hemos comido.
- POLLO YAUARCAN, al estilo mejicano, fuerte sabor.
- MAR Y MONTAÑA, una cazuelita que combina salchichas de secreto de cerdo, calamarcitos y alubias blancas, contundente cocina de siempre con innovación y creatividad.
- Preguntamos a nuestra camarera si nos recomendaba algo de la carta que no debiéramos dejar de probar y su respuesta fue MOLLETE PAPADA, y acertó. Pan al vapor relleno con una mezcla de papada panceta y de cerdo cocido a baja temperatura, con trozos de mozzarella de búfala, un poco de mostaza y a la parrilla.

Hubiéramos cenado bien con mucho menos, pero nos pudieron las ganas de probarlo todo.

Y de postre:

- NÓRDICO DULCE, muy rico y fresco.
- Y el CORNETE TICKETS, "piticlín, piticlín", y entra en escena el culmen de la noche, un carrito de helados de los de antes con cucuruchos de los de antes, que llega hasta nuestros asientos. Nuestra camarera sirve una bola de helado de mango sobre un falso cucurucho, también de mango (una lámina de mango caramelizada, enrollada en forma de cucurucho, según nos explica), todo espolvoreado con ralladura de lima. Tras servirlo, el carrito se aleja con su "piticlín, piticlín", todo un espectáculo.

Y de beber:

- 2 copas de cerveza, muy buena, parece que es porque no esta pasteurizada ni lleva carbónico
- Una botella de vino, Venta las Vacas.
- Chupitos de pacharán (invitación).

Precio Total: 174 €, buena relación calidad-precio.
En resumen, toda una experiencia INOLVIDABLE para compartir LA VIDA TAPA.

  • HUEVO DE CODORNIZ EN SU NIDO

    HUEVO DE CODORNIZ EN SU NIDO

  • OSTRA PERLA

    OSTRA PERLA

Aunque lo parezca por la demanda excitada que provoca (junto con el 41grados), por ser propietarios los hermanos Adriá o por abrirse casi al compás del cierre de El Bulli.
Las expectativas siempre condicionan el resultado de la experiencia. El modo estresante en que conseguí la reserva, propio de los restaurantes top mundiales, quizá propició que yo también me confundiera…
Dicen que Albert Adriá era el “técnico” de El Bulli y Ferrán el “conceptual”. Albert, tras cerrar El Bulli declaró que quería volver a cocinar unos fideos con conejo. Con estos “datos” y mi comida del sábado en Tickets, yo me he hecho una teoría: en Tickets se mantiene un nivel conceptual muy avanzado, fruto de todo el bagaje genial de El Bulli, pero que no está acompasado con el nivel de ejecución, que exige añadir más horas y más aburridas y tediosas que las dedicadas a la faceta conceptual.
En nuestro menú de ayer en Tickets hubo platos brutales, como la fritura de alga codium, con vinagreta de codium, la mejor fritura marina que he tomado nunca. Estupendas esferificaciones de aceitunas (con canela, con romero, con naranja) y de queso payoyo. Buenísimos mini airbags de queso manchego con perlas de aceite y avellana. Muy buenos boquerones con emulsión de anchoa. Y sobre todo un canelón de aguacate con buey de mar y crema agria ante el que arrodillarse.
Hubo platos no tan maravillosos, pero perfectos en ejecución: la sandía impregnada en sangría, el mollete de papada, el jamón cocido con patata y jugo de costilla de cerdo, los buñuelos con chocolate.
Pero hubo platos en los que creo que falló la ejecución, la labor estajanovista de medir y pesar los ingredientes, la minuciosidad en la realización que el concepto del plato exigía, debido a la complejidad gustativa que entraña. Por ejemplo: el tartar de tomate: un temaki (forma de cono), donde el wasabi y el pimentón invadían todo; la ostra con gazpacho de melón, excesivamente dulce, empequeñeciendo un producto estelar; la corvina adobada con mojo, donde si la grasa azul del pescado se hubiera abierto paso, habría sido un plato de escándalo; la ventresca con lima y cerezas, donde el exceso de ácido arruinaba el pescado.

Resumen: la comida es espectacular, pero no a la altura de la demanda desquiciada que suscita: llegué a la una, con mi reserva de hace dos meses, y ya había cola de guiris haciendo fotos.

Lo mejor de Tickets es su idea matriz: el tapeo como la forma más feliz de comer. El ambiente es de total informalidad, con música casi alta, mucha luz natural, servicio inmejorable, pero sin las rigideces de la Michelín, flexibilidad al pedir para traerte lo que desees, cómo y cuándo lo desees. Las virtudes del tapeo, sin ninguno de sus inconvenientes. Me parece una reinvención genial de Adriá, dejando atrás las tres estrellas de El Bulli, y centrándose en lo esencial: la felicidad de comer.

Tickets es de esos sitios que te hace recordarlo por siempre, por su creatividad, porque es un continuo espectáculo, un verdadero carrusel de sorpresas con un ritmo constante... Porque es el local de tapas más original y diferente al que uno puede asistir en su vida. De hecho esa misma noche recuerdo que ya en el hotel, soñaba recordando tanto buen plato como habíamos disfrutado.. Ha sido el único lugar donde la gente va a comer en que he visto a personas comerse algo y reir. Reir sorprendidos, o incredulos ante lo que se han llevado a la boca. La mente de los Adriá ha demostrado ser un prodigio de creación en este mundo, capaz de crear lo que los demás solamente pueden imaginar. Carritos de helados desfilando y haciendo sonar su timbre, preparaciones ante la cara del comensal, creaciones en el top de la originalidad....lo que sí sé es que jamás olvidaremos el espectáculo al que asistimos en Tickets, eso seguro. Os dejo fotos de lo que comimos y nuestra experiencia personal, INOLVIDABLE!

http://la-cocina-creativa.blogspot.com/2011/06/tickets-bar-el-nuevo-local-de-ferran.html

nos costó mucho pillar mesa, pero por fin lo conseguimos.
las tapas muy interesantes, con esa mezcla constante de sorpresa y calidad extrema...
tuve la sensación de que todo era muy minimalista... no diré lo de pasar hambre porquè uno va pidiendo y ya está...
lo que no me acabó de encajar es que me cuesta imaginármelo como restaurante recurrente... todo muy elaborado, con un precio alto, pero algo escaso de variedad...

le veo futuro, porque bcn tiene mucho mercado tanto local como de fuera, pero quizás con el tiempo irá evolucionando a menús más cerrados...

no fue como en el bulli, allí la calidad del servicio era espectacular, aquí son más "relajados" (dicen, yo no lo veo, que es un bar de tapas!) pero parcialmente me trajo recuerdos de cuando lo visité.

recomendable para fanáticos de la gastronomía, los que difícilmente van más allà del chuletón o de la tapa de solomillo con foie, mejor que no vayan saldràn algo desencantados.

la decoración (gustos son colores) es extraña, no es espectacular...es rara
el servicio es juvenil, agradable, atento pero distraido... correcto en lo que quiere ser (bar de tapas) pero con ese precio... no sé.
eso sí, trabajadores tiene a miles.....
la comida o la elaboración y/o juego con la gastronomía está muy bien, pero no salí alucinado...

el servicio del vino es justito, como se escancia, como se ofrece..... pero vamos, lo de siempre, que quieren ser un local de tapeo...

Cuando todo el mundo lo dice, y además gente que sabe de esto , será verdad , sin embargo a mi este sitio me parece un local de moda , donde se sirven elaboraciones con buen producto , solo faltaría mas , y a un precio que estarás pagando el apellido , por que tampoco nos pareció para tanto , vamos ni mucho menos , como he comentado en otra ocasión, yo conozco ,por lo menos un sitio en Donosti , podría decir mas de uno, alguno en Bilbao, alguno en Vitoria , alguno en Valladolid , alguno en Pamplona y diré solo el comerc en Barcelona , donde yo , personalmente e ignorante de la gastronomía , he comido mejor , me he sorprendido mucho mas y hasta he pagado menos , además quien quiera que me los pregunte , eso si en plan pintxo, tapa o como quieras llamarlo , que es lo que se supone que venden estos , eso si la cerveza del tickets, me encanto , me pareció barata y súper agradable , me comentaron que es porque no esta pasteurizada ni lleva carbónico, no lo se pero estaba increíble .

De todas maneras en el 41º , ya estaban sirviendo un menú de 40 miniaturas, por 140 € + iva y bebida , se que están a rebosar y lo seguirán estando y la leyenda del bulli , volverá a cabalgar de nuevo y la imposibilidad de reservar ,etc , pero yo por poco mas prefiero a los artista de Girona , eso es arte y cocina de la mano.

Aceitunas tikets , 6 – 8,30 , de esferificaciones , no vamos a decir nada , hasta yo me compre el kit.
Huevos codorniz , cuatro,creo que se comen fríos, bueno así estaban ,5,60€
Xuxi airbaguete , como todo rico sin mas, 4,30, es enano.
Xuxi queso payoyo , esferificacion de queso, me gusto.
Patatas confitadas con jamón ibérico, una escasa ración de eso si , muy ricas patas con jamon yor , eso si iberico , lo que mas le gusto a mi mujer, 9,60€.
Buey de mar , rico buey en un rollo de aguacate , eso es lo que mas me gusto a mi, pero tampoco lo veo para la expectación que levanta, 12,50€
Mollete papada rico, canapé de pollo, idem a 3,80
Nuestro pan tomate, muy crujiente y liviano , 3,20
Postre roca , ni fu, ni fa 3,20
Pastel tibio almendra , lo mejor de la noche , bueno ya digo que todo estaba bueno , simplemente tenia mas expectativas , ahora el mini pastelito 9,50€ , me he comido yo postres por poco mas en restaurantes con una estrella .

Dicho esto no quiero que nadie piense que me decepciono ,por caro, que lo es, me decepciono porque no es para tanto , y de antemano ya digo , que sabia de sobra que no iba al bulli , donde ya he estado , lo mismo que nadie espere que el otro experimento de 41º , lo vaya a ser, y menos por 140€, eso si me parece que es mas rentable el menú del 41º , 40 creaciones , que ir a tapear al tickets.

La verdad me alegro de haber comido el menú alkimia, eso si , soy consciente , de que no tengo ni idea de gastronomía , y mas desde ahora , pues todo el mundo dice que este sitio es la bomba , y para mi ni de lejos.

Por fin estabamos allí. Después de luchar con ese traicionero sistema de reservas online y, una vez conseguido, aguantar un par de meses más de espera, volvíamos al escenario de los sueños que los tramoyistas Adrià han instalado en el Parallel. Mucha expectación había después de la sorprendente noche de vítores y aplausos en el 41º. Y de nuevo salimos boquiabiertos.

Nada más entrar, la presencia de un campechano Albert Adrià nos sorprendía en la misma entrada, dando instrucciones a diestro y siniestro, hablando, recibiendo, supervisando, indicando. El hombre orquesta absoluto. Una vez sentados, imposible no sentirse embriagado por el ambiente del lugar. Con una disposición y decoración únicas, el local en sí tampoco se puede pasar por alto. El trencadís, las sillas, las carpitas y los puestos, los post-it, algún que otro logo en plan sponsor, la cocina abierta y su trajín, la indumentaria del personal… Un ecléctico y desmesurado festival de elementos, colores y texturas que podría haber resultado un caótico desastre, pero que al final funciona. Con esta estética, más propia de un delirio de Pee-Wee Herman que de un restaurante, nos vemos empujados a un mundo espectacular, circense, donde ese niño que todos llevamos dentro (o casi todos) se deja de nuevo sorprender por el contexto y todas las chucherías que vendrán a continuación. El detalle de la ilustración en la cubierta de la carta le da el punto cabaretero y guasón definitivo. Está bien eso de que se tomen un poco el pelo a sí mismos. La predisposición a partir de aquí es total.

Entre tanta expectación, escuchamos que en la mesa de al lado ofrecen la posibilidad de probar el menú Tickets, un combo con los mejores platos planteado a su medida. Nuestra camarera, simpática pero todavía un poco atolondrada, no nos comenta nada, así que nos guiamos por nuestra intuición y nos lanzamos de cabeza a por los Snacks.

Con las Olivas Tickets (variedad verdial) llega la primera tapa y el primer clásico instantáneo. Explosividad, humor e ingenio en un aperitivo que seguramente acabaremos sirviendo en nuestras casas plebeyas tan pronto como se anime la gente y los kits de esferificación bajen de precio.

Seguimos con los Mini Airbags rellenos de queso manchego y panceta iberica, un poco secos y menos brillantes, y con un Nido de huevos de codorniz 1’40” con migas de almogrote, otro bocado que sube el listón y nos devuelve a la fantasía gracias a esta genialidad del temporizador y el contraste de texturas.

Tras una pequeña pausa llega el momento performance de la velada, cuando un simpatiquísimo Andrés se nos presenta con su carrito y mientras charla amigablemente nos prepara un Majado de aguacate con clorofila de algas, perejil y lomo de bacalao picante excepcional.

Durante la elaboración nos ha convencido de que probemos los Boquerones marinados con lima y guindilla al estilo ceviche, y acto seguido los tenemos delante. Atónitos nos quedamos ante aquella reinterpretación del tradicional boquerón en vinagre, convirtiéndose de inmediato en uno de nuestros favoritos de la noche. No se hace esperar tampoco el tercer y último de los platos denominados como Picoteo: unas Gambas hervidas de la “Platjeta” con mayonesa ligera de algas, de cocción levísima y cuya comparación con las de Koy Shunka fue inevitable.

Es buen momento para tomar aire, acabar la copa de fino Jarana y disfrutar del bullicio, ya que a eso de las 9 pm el TICKETS ya empieza a estar a rebosar. Pero al mínimo despiste los camareros vuelven a la carga, esta vez con los denominados Xuxis. Primero un Mollete de papada dulce y ligerísimo, que demuestró que la pastelería cárnica es posible más allá de la aguja de ternera. Las Semillas de tomate y anchoa vienen a continuación. A pesar de su nombre no dejan de ser un pa amb tomàquet con anchoa, al margen de las bonitas escamas de plata que lo adornan. La Berenjena a la llama con sus semillas encurtidas nos deja también fríos, más allá de la curiosa danza al viento de esas finísimas virutas que lo coronan. Pero es gracias al Ravioli líquido de queso gaditano Payoyo que recupera la propuesta toda su grandeza. De nuevo una tapa “explosiva”, con aroma a oveja de Grazalema en este caso.

De ahí damos el salto a las Tapitas de Mar, con un insuperable Canelón de aguacate con buey de mar, crema agria y romesco ligera. Francamente, si vais a TICKETS esto hay que pedirlo.

Tras él, otra de las sabias recomendaciones de nuestro estimable consejero Andrés: el Bonito soasado Tickets. Un plato brillante por perfeccionamiento más que por innovación, que acompañamos con la Ensalada de tomate “el feo de Tudela”, caracterizada por esa estupenda gelatina de agua de tomate.

Y por último unas Tapitas de la Tierra, representadas por el Pincho de Sat y lesse de pollo de corral a l’ast, muy bueno y bastante similar al del antiguo bar Innopia. Finalmente, unas Patatas confitadas en aceite de oliva con jugo de costilla de cerdo y jamón ibérico cocido (vaya nombrecitos más cortos que les ponen), simplemente correctas.

Para terminar pedimos sólo una de sus Golosinas, la Roca volcánica de chocolate blanco y sésamo negro, con su maravillosa textura esponja que, de tan buena, una única porción nos supo a poco.

Otra vez salimos de allí con la impresión de haber presenciado algo grande, más grande aun que 41º. Más allá de todo el bombo y platillo mediático, TICKETS se confirma como una propuesta única para la cual sólo cabe desear que se perfeccione y se reinvente con frecuencia, y no se estanque en una repetición de sus greates hits. Algunas tapas son, en cualquier caso, tan perfectas que deberían permanecer eternamente. Habrá que seguir de cerca a esta tapería, probablemente la mejor de Barcelona y del más allá. Probablemente…

http://gourmetsterribles.com

De hecho, y para los más acérrimos críticos de verema, incluso cogí la cuenta para recordar lo que habíamos comido: casi todo extraordinario, y a un precio nada desorbitado, un fin de semana de junio con un calor ya importante, que rebajé inmdiatamente a base de cañas Estrella Damm en el restaurante, muy bien tiradas, con mucho cuerpo y poco gas gracias al sistema que han instalado (me recordaba mucho a la típica caña madrileña, fabulosa). El local bien, pensaba que era más grande, y no estaba abarrotado gracias a su sistema de reservas, nos tocó en la barra donde preparan las ostras: aquí cada camarero casi se dedica a un plato. Vamos al jolgorio:

-pescadito frito: fabuloso tipo snack, en seco, muy logrado
-mini airbags de panceta: sabrosísimos, explosivos en boca
-xuxi airbaguette: otro por favor! muy curiso y sabroso
-mollete de papada: muy bueno
-xuxi queso payoyo: esperaba algo más, demasiado suave para mí gusto por el queso, y lechoso
-ventresca: extraordinaria, muy suave, perfecta
-patatas confitadas: buenas
-navajas: impresionantes, otra vez, impresionantes, con aceite de jengibre, cayena y aire de limón, una combinación perfecta

muchas cañas y una botella de inedit de medio litro (demasiado afrutada para mi gusto), y de postre tarta de chocolate y pacharán casero: ejem, zumo más bien, pequeña decepción...

Pero no problem porque inmediatamente pasamos por dentro de Ticekts al otro local, de copas, 41º, donde me tomé un mojito como Dios manda, con unos camareros muy amables, mucho (qué importante), y donde nos dieron unos snacks de cacahuete con wasabi de locura (lo único es que el aire estaba demasiado tipo 'congelador', por poner alguna pega), pero la decoración muy lograda pese a las reducidas dimensiones del bar.

En resumen, la noche en ambos sitios salió algo así como a 130€ aprox. para dos, ya que no recuerdo el precio de las copas, hay que volver ya! eso sí, si quieres ir en fin de semana ya puedes madrugar para reservar, abren un día de reserva dentro de un plazo de tres meses, pero está todo ocupado menos ese que abren a diario y que tarda muy poco en ocuparse igualmente.

Tenia ganas de visitar este local que tan bien lo ponen y la verdad es que no defrauda en nada fuimos 2 personas comimos, Aceitunas Tickets, sorprendentes 9 Pescaito Frito,otra sorpresa 9 Mini Airbarg de Queso, muy rico 8 Anchoas del Cantabrico, ricas 9 Salmon Marinado bueno 8 Buey de Mar, excelente 9,5 Xuxi Airbaguette,recomendable8 Navajas Parrilla mmm deliciosas 9,5 Sandia impregnada,sabrosa 9 Tomate viejo de Tudela, sorpreson XD 10 Boquerones Marinados, "Dios" que delicia 10 Gamba Hervida, inmejorable 10 de postre Roca, Buñuelos de chocolate,Canutillo de Crema, deliciosos los tres 9para beber 4 cañas de Cerveza rica tambien destacar el servicio que es super amable la srta. que nos atendio Laura, en todo momento te aconseja y es correctisima un 10 el precio bueno...140 Euros pero creo que bien gastados volvere el 13-11-2011 antes imposible reservar que pena.

Ayer conseguí, de forma inesperada, cenar en el Tickets. El resumen de mi valoración tiene que ver con el del título: felicidad. La propuesta de los hermanos Adrià y los hermanos Iglesias está muy elaborada y está pensada para un largo recorrido. No va ser una aventura, ni una moda. Está aquí para quedarse y evolucionar durante mucho tiempo.
El trato es informal pero en absoluto falso, ni empalagoso, ni de colegueo. Orden, profesionalidad, buenos consejos, pasión por el trabajo. Todo esto, que finalmente está encaminado a lo mismo -a hacerte feliz- presente en de principio a fin del servicio.
No se puede comparar con el Bulli, pero en el Tickets encuentras lo esencial del Bulli: y no me refiero tanto a técnicas y platos, que también, como a una atmósfera, un talento, una honestidad y una pasión.
En este bar de tapas muy barcelonés y rumbero, comimos:

-Las aceitunas esferificadas. Aunque ya sepas lo que va a suceder, la explosión siempre sorprende 9,5
-Pescaito frito. Como cortezas. Muy sabrosos 9
-Canelón de aguacate de buey de mar 9
-Tartar de tomate. Dentro del gran nivel de todo, pequeña decepción 7
-Miniairbags de queso manchego con panceta ibérica. Interior líquido, sabor potente. Muy bueno. 9,5
-Ostra con consomé. Muy buena materia prima completada de manera impecable 9
-Navajas a la parrilla con aceite de jenjibre y aire de limón. Gran plato. La navaja partida en dos. Máximo sabor 9,5
-Bonito tickets. Ligeramanete a la parrilla, con tomate. No recuerdo más. Pero fue el plato de la noche. 10
-Salmón marinado. No me apasiona el salmón. Bien. 7
-Mollete de papada. conocido com "bacon queso". Sabores, texturas,... 9,5
-Ceps. no recuerdo la composición exacta del plato pero sí que me acabé la salsa a cucharadas. 9
-Jamon de toro pintado con grasa de cerdo ibérico y con almendra por encima. Delicado, sabroso, se deshace en la boca mientras tu lo disfrutas y lo lamentas a la vez 10
Postres (no soy goloso y casi nunca pido):
-Buñuelos de chocolate frío-caliente. Muy bueno pero sin gran sorpresa 8,5
-Pastelito de almendras. Tipo coulant. Impresionante. Mucho. 10
Doblamos postres como consecuencia de su nivel (y de nustra gula)

Eramos tres y bebimos por copas: un total de seis (entre blanco, tinto y cava) más tres cañas.

Lo dicho: con ganas de volver

Local moderno con varios ambientes, unas cuantas barras, y un sevicio fuera de lo común (vease en la página web de ticktesbar). Hacía tiempo que no me encontraba en un bar-restaurante con un servicio tan distendido, atento, amable y con una organización para quitarse el sombrero. Bueno, no vamos a pasar a explicar paso por paso el entorno y demás, vamos directamente a valorar la comida que hoy me apremia un poco el tiempo.
Nada más llegar nos hicieron sentar en la barrita enfrente de la cocina y empezamos el tapeo:

- Las olivas de Tickets gordal adobada. Una esferificación propia de los Adrià, con un textura y un sabor impresionantes. (8,5).
- Variedad de pescaíto frito. Unos snacks llamativos, sabrosos y originales (8,5).
- Mini endivias de Tudela del Duero en vinagreta. Lo mejor de la endivia a nuestro alcance (8,5).
- Steat tartar de tomate con láminas de pan. Pues eso, lo que leen pero sin carne. Una combinación de sabores muy agradable donde posiblemente con un tomate más sabroso hubiese sido el summun. (9).
- Mollete de papada. Sabrosísimo (9).
- Ravioli de queso gaditano Payoyo. Uno de los mejores, si le hubiese puesto un queso un poquito más fuerte saco a Albert por la puerta grande. (10).
- Ventresca de atún con huevas de salmón, jugo de piparra y pan aéreo. ¿Qué quieren que les cuente-contemos?. (10).
- Navajas con aceite de jengibre, cayena y aire de limón. Lo siento pero las navajas me pueden. (10).
- Ostra con consomé de melón a la parrila, limón y aceite de menta. Extraordinaria. (9,5).
- Tarta de chocolate y avellanas homenaje a Antoni Escribà. Buenísima (9,5).
- Buñuelos de chocolate frios-calientes. Auténticos (8).
- Pastel tibio de almendras. Tipo de coulant que nos saco un poquito pasado y que apenas se dio cuenta Adrià se nos tiró encima, nos lo quito y nos trajó otro en su punto que estaba magistral (10).

BEBIDA:

- Cava Torelló Brut Nature.
- Lustau Pedro Ximénez.

En resumidas cuentas, un bar de tapa fuera de lo común, con unas tapas buenísimas, un ambiente estupendo, una decoración atípica, y un servicio ATENTÍSIMO. Gracias por todo a la chica que nos atendió (un fallo por nuestra parte no preguntarle su nombre) y Albert.

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