Empujados por la cercanía a Santander durante las vacaciones, se ha visitado Annua para probar el Menu Experience.
Como el propio nombre del menu indica, ha sido una experiencia apoyada positivamente por el entorno y por alguno de los platos.

Snacks: Piedras de queso manchego, sandwich de morcilla y crujiente de vieira. Me gustó especialmente el 2º.

De los platos destacaría:
- Bogavante con ajoblanco de almendras.
- Desierto de foie-gras con rocas de avellana y armagnac: Plato muy visual, el foie hecho una especie de virutas, en boca tienes la sensación de que se junta, se compacta, cambia tu textura, muy agradable de sabor..
- Vieria a la parrilla en sopa de almendra tierna y emulsión: Plato fresco en boca, la sopa no quita protagonismo a la vieria, la acompaña, perfecto conjunto.
- Pulpo a la brasa con rocas de cebolla y tinta: Perfecto punto el del pulpo que es la clave del plato, muy buena presentación, cromatismo negro.
- Vaca pinta, remolacha y ciruela: Que carne¡¡¡¡¡¡¡ Que punto, que sabor, me encantó el sabor a carne de verdad, y el conjunto en boca pura mantequilla. OScar, dónde consigues esa carne??

Platos que me gustaron menos:

- Ostra coco: No me gusta de forma excesiva la ostra, el coco no reduce el sabor a mar. Esto es un tema entre la ostra y yo..:-)
- Salmón salvaje ahumado, con polvo de queso y melocotón: Creo que utilizan la tecnica de los Roca para el ahumado insitu, al servir puedes inhalar el humo del ahumado. EL plato desde mi punto de vista queda algo seco, entre el salmón ahumado y el polvo de queso.
- Bonito del cantabrico con migas de gambas, y wasabi de guisantes.

Postres:
El huerto: espectacular....presentación y sabor, tierra = chocalate, Zanahoria = zanahoria rellena de chocolate blanco. Se recolecta la zanahoria y se come la tierra a cucharadas. Enhorabuena Oscar.

Entorno sin igual, carta y servicio de vinos que creo se puede mejorar, no había la primera opción de albariño que pedimos, ya algunas veces hubo que rellenar la copa.

Buena copa para el final, con amabilidad pasándonos a la zona chill cuando quedo libre.

No hay carta, por lo que me imagino que el menú va a cambiar cada año. OScar nos comentó que el restaurante cierra 3-4 meses al año.

Volveremos; por todo el conjunto está cerca de merecerse mas galardones (soles, estrellas) habiendo margen de mejora en algunos puntos.

Buenos y amplios comentarios hay de este rte., por lo que no voy a describirle, aunque si diré que el entorno es extraordinario, gran noche y temperatura ideal para el verano, 21 o 22 grados, al menos para mí. El Rte. llenó a lo largo de la noche. Es conveniente reservar
Tomamos el menú Experience y consistió en:

De aperitivo:
Chupa-chups de frambuesa y foie-gras.(2011).
Sandwuich de morcilla y anís del mono.(2011).
Crujiente de vieira.(2011).

De cena:
Espuma de patata, trufa blanca y langostino.(2008).
Anchoa artesana con cremoso de miel.(2011).
Salmón salvaje ahumado con Annua de carbón de cebolla y tinta. (2011).
Desierto de foie-gras con rocas de avellano y armagnac.(2008).
Arroz mediterraneo de vieiras y ali-oli de tinta.(2011).
Taco de bogavante azul con chipotle y frijoles refritos.(2001).
Atun rojo en tatami de judía y nabo.(2011).
Vaca pinta, tierra de trufa de verano y crocante de remolacha.(2011).

De postre:
Rojo nipón.(2011).
El huerto.(2011).

Café o infusión.
Amanita de fresa y pasión.
Trufa de chocolate y toffe.

De bodega tomamos: cava Joan Raventós Rosell Brut.
Hay platos que me han sorprendido, tales como la espuma, el desierto de foie, el atún, la carne de vaca pinta, el huerto, el helado rojo.

Cocina de un gran nivel. El servicio es muy atento y profesional. Te describen perfectamente los platos del menú.
Gran servicio de vino, que supongo mejorará todavía más, debido a la nueva incorporación de un gran profesional en sala, Andrés Gandarillas.
Sin duda Oscar ha colocado a su rte. en la cima de los mejores de Cantabria.

ANNUA

Experiencia gastronómica interesante, en un entorno realmente excepcional, sólo por disfrutar de una aperitivo en la terraza con vistas a San Vicente de la Barquera, merece la pena la visita.

Servicio excepcional, muy atento y profesional, sin caer en excesos innecesarios.

No disponen de carta. Tienen dos menús degustación, uno más largo con otro, aunque nos comentaron que en cantidades sale igual. Nosotros optamos por el menú “experience” (70 EUR / comensal)

*Chupa chups de frambuesa y foie-Gras
*Sandwich de morcilla y anís del mono
*Crujiente de vieira
Esto lo sirven a modo de aperitivo de la casa con una copa de cerveza Inedit
*Espuma de patata, trufa blanca y langostino (lo acompañan con pan de zanahoria)
*Ostra coco o anchoa artesana con cremoso e miel
*Desierto de foie-gras con rocas de avellana y armagnac
*Vieira a la parrilla en sopa de almendra tierna
*Taco de bogavante azul con chipotle y frijoles refritos (lo sirven con un chupito de herradura reposado)
*Esferas de pato confitado con naranja sanguina y boletus
*Atún rojo en tatami
*Vaca pinta en tierra de primavera
*Rojo nipón (una especie de helado de frutos rojos)
*Nube de manzana y sidra
*Café / Amanita de fresa y pasión y trufa de chocolate y toffee

Estaba todo muy bueno y con una elaboración muy correcta. Las raciones, sin ser abundantes, en estos sitios no vas a hincharte a comer, están razonablemente bien en cuanto a cantidad.

Acompañamos la comida con cava Gramona III lustros (29 EUR). Muy bueno y muy adecuado. Nos quedamos cortos y nos ofrecieron cortesía e la casa el cava que tienen por copas (Joan Raventos Rosell), es otra cosa, pero bastante bueno también.

Terminamos la comida nuevamente en la terraza, esta vez con 2 GTs de London Gin (9.50 € cada uno), bastante bien preparados.

En resumen, sitio recomendable por el entono y su cocina, si se trata de una ocasión especial, porque al final sales con 200 EUR menos en el bolsillo, pero en mi opinión merece la pena darse una vez el gustazo.

No es razonable colgar tres comentarios de un restaurante en poco tiempo, pero ante esta nueva visita, su premio reciente de restaurante revelación a nivel nacional y su presencia mediática caso constante en la prensa regional, voy a dar la impresión que me generado esta tercera visita.
Entorno mas que definido y en el día de esta última visita estaba en todo su esplendor pues a la llegada a las 14 horas el termómetro superaba los 25 grados , sol y ausencia de viento.
Mesa al borde del mar y en total 5 mesas ocupadas.
Cuatro comensales nos decidimos otra vez por el menú experiencie, tras preguntar al responsable de sala, si el mismo si el mismo se cambiaba y contestar que al menos cada 15 días se relazaban cambios:
1- Chupa chups de frambuesa y foie grass (2.011)
2- Piedras de queso pasiego y polvo de setas (2011)
3- Crujientes de viera (2010) º
4- Espuma de patata, trufa blanca y langostino (2008)
5- Ostra con coco o anchoa artesanas con cremoso de miel (2011)
6- Salmón salvaje ahumado in situ y rocas de cebolla y tinta (2011)
7- Desierto de foie grass con rocas de avellana y Armagnac (2008)
8- Viera a la parrilla en sopa de almendra tierna y su emulsión (2010) º
9- Esferas de pato confitado con naranja sanguina y boletus (2010) º
10- Bacalao confitado con caldo de cocido, migas de borono y ciervo (2010)
11- Bosque cántabro de corzo y setas de primavera (2010)
12- Nuestro salmonete y la India (2011) º
13- Rocas de chocolate aireado con toffe y coco (2010)º
Entrecomillados el año que se creo el plato.
Café
Amanita de fresa y pasión º
Trufa de chocolate y tofee
Vinos a elegir:
Joan Revenlos Rosell Burt
Otero de Sillas verdejo 2009
Villarica crianza 2008 º
Mi anterior visita data del 8 de marzo y tanto en platos como en vinos, lo nuevo es lo que tiene al final un (º) Sic..

- El servicio de sala muy correcto, profesional , pero sin transmitir ilusión ni ganas de agradar.
- Los platos todos muy trabajados y algunos con muy buen nivel (4,8 y 12).
- Cantidades pequeñas, como Oscar comento.
- En estos momentos a ocho días vista no recuerdo ningún plato con ilusión de volver a repetir en un plazo cercano.
- El tema de la oferta del vino no ha evolucionado, a mi criterio esta comida requiere otros nivel de vinos aunque se aumente la cifra final.
- No escatiman en nada la cantidad de botellas a abrir.
- El responsable de cocina y “ patrón” paso por alguna mesa a “preguntar”(no en todas).
- Siguen poniendo al sentarse una copa de la famosa Inedit, que he observado suele quedarse casi siempre sin apurar.
- Me queda una sensación de “restaurante para visitar una vez al año”.

No puntuare, pues este comentario le encuadro como conclusión de las tres visitas.

Habia desperdiciado una oportunidad para haber estado aqui, el sabado no la deje pasar. El entorno del restaurante es espectacular, y dicho asi quizas se quede corto.

El menu que comimos basicamente es el mismo que lo anteriormente comentado, slo que yo tenia salmonete y corzo.

Un dia me voy a pasar a comer ostras porque madre mia, menudas ostras! Y de paso volver a sentarme en esa terraza con el dia que hizo este sabado.

Finalice semejante atraque con un cohiba Maduro 5 que probablemete fuera lo mas caro de todala comida, 20€.

A este sitio no preguntes si debes ir, tu vete. Solo por comer en este entorno, merece la pena sentarse y pagar gustosamente los 80€ que mas o menos vas a pagar.

Comenzare por decir que es el restaurante,con mejores vistas en el que he estado,en cuanto al menú no voy a relatarlo pues es el mismo que comenta argug en su ultimo comentario,decir que todo estaba bien, destacaría, las Piedras de queso pasiego y polvo de setas ,
Oreo de coliflor y trompetas de los muertos también el Desierto de foie grass con rocas de avellana y Armagnac y por ultimo el Bosque cántabro de corzo y setas de primavera y el postre Sweet espaguetis carbonada ,me parecieron los mas originales,y sabrosos,el salmón para mi,estaba demasiado ahumado,aunque ya digo que rico,a mi mujer le gusto mucho el Taco de langostino, frijoles refritos y chiplote con agave 100 por 100 reposado,aunque el agave,me lo bebí yo,la presentación de todos los platos muy bien,no en vano ha sido premiado en Madrid fusión,como restaurante revelación,respecto a las cantidades,aunque ya me habían avisado ,me parecieron de pintxo,todos los platos,era mas bien escasos,simplemente con haber puesto el pescado y la carne con un poco mas de cantidad,no hubiésemos tenido tanto hambre a la tarde,ya se que a mi se me ve comilón,pero a mi mujer tampoco la parecieron unas cantidades,para cobrarte 70€,por el menú,ya que los tres primeros,se ponían de una vez,como veréis en las fotos ,el servicio con ganas y agradable,pero ese sábado que estaba bastante lleno,andaban mas bien justos,y es que las mesas de afuera se llenan de gente comiendo ostras,yo después de tomarme el gin-tonic en la mesa,me senté al lado del mar en una mesita a tomarme otro,pero pasaron mas de 15 minutos,y no me atendió nadie,eso si como estaba agustito ,porque el sitio es bonito,bonito,pues tampoco me lo tome a malas disfrute de las vistas y cuando me canse me fui,otro detalle que no me gusto fue que los tres primero platos que salen del menú juntos, tuve que reclamarlos cuando estábamos por el 5º plato,pues se les había olvidado ponérnoslos,un poco despistados si estaban,los camareros se les veía voluntariosos ,pero no de escuela,que tampoco pasa nada,pero se les veía verdes ,mas que nada desbordados ,pero en conjunto se come bien,escaso,pero las vistas llenan ,el cocinero salio a saludar a unos amigos,pero no se paso por las mesas,tampoco pasa nada,yo todo lo que me pareció bien y mal,se lo comente al metre que si se veía de escuela.
Se me olvidaba para beber opte por los vinos que comentaban ,y la verdad que por 8€ mas el menú,estaban mas que correctos,me tome el verdejo,y un poco de tinto para la carne.

En octubre del año pasado, colgué un comentario de este restaurante tras un descubrimiento del mismo, a estas fechas es de reseñar que este establecimiento ha recibido el premio nacional de restaurante revelación en Madrid Fusión y que uno de sus trabajadores en la cocina ha resultado vencedor del concurso cántabro de cocineros de este año, con un plato titulado Cantabria Infinita.

Tras la primera excelente visita y tras el reconocimiento a nivel incluso nacional, de su buen quehacer y tras su reapertura el día uno de marzo, el miércoles al mediodía de esta semana, cuatro comensales nos dirigimos al mismo.

Buen recibimiento, encontrando para ser un día de marzo y miércoles al mediodía una ocupación notable (siete u ocho mesas) y nos acomodamos junto al mar, una ligera bruma que quizás da más encanto al paisaje que desde este restaurante se puede divisar y que ya describí en mi comentario anterior.

Dispone dos menús, uno con menos número de platos y con preparaciones de años anteriores y más contrastados y el que optamos llamado menú Experiense, que consta de los siguientes platos:

1- Chupa chups de frambuesa y foie grass (2.011)
2- Piedras de queso pasiego y polvo de setas (2011)
3- Oreo de coliflor y trompetas de los muertos (2010)
4- Espuma de patata, trufa blanca y langostino (2008)
5- Ostra con coco o anchoa artesanas con cremoso de miel (2011)
6- Salmón salvaje ahumado in situ y rocas de cebolla y tinta (2011)
7- Desierto de foie grass con rocas de avellana y Armagnac (2008)
8- Taco de langostino, frijoles refritos y chiplote con agave 100 por 100 reposado (2010)
9- Hamburguesita de atún rojo, salsa de ostras y burbujas de jengibre (2010)
10- Bacalao confitado con caldo de cocido, migas de borono y ciervo (2010)
11- Bosque cántabro de corzo y setas de primavera (2010)
12- Sweet espaguetis carbonada (2011)
13- Nidos de avellana con huevos de chocolate y leche merengada (2010)

Entrecomillados el año que se creo el plato.

Café

Marcaron de fresa y pasión
Trufa de chocolate y tofee

Vinos a elegir:

Joan Reventos Rosell Brut
Oter de Cillas verdejo 2009
Murrieta Cuatrocientos Navarra 2007

El menú definido se de un precio de 70 comensal sin vino y 78 euros con vino, con el IVA incluido.

En cuanto al vino, se puedo uno acogerse a la oferta reseñada o decidir entre una pequeña carta que nos presentaron e incluso nos señalaron, que si en esa carta no había algo de nuestro agrado, nos invitaban a visitar su bodega en la cual disponía de mucho mayor número de vinos.

Optamos por el verdejo y el vino de Navarra.

En cuanto a la comida destacar, la presentación del 1 así como su sabor, en el 5 la ostra estaba excelente, en el 6 el salmón que nos comentaron que la de Alaska tenía señoría, el 8 bien logrado el sabor pero no le veo como plato para Cantabria al borde del mar, el 9 y el 10 muy logrados pudiendo destacar en el segundo el nivel del bacalao y su conjunción con el caldo y en el 12 la presentación lograda al confeccionar los espaguetis con leche condensada.

Variada la carta de panes, con posibilidad de escoger entre otros, con pan de zanahoria, pan de ajo o pan de maíz con pipas.

El servicio muy profesional con algún pequeño despiste en el momento inicial de servir una cerveza para pagar la sed del camino o en el momento reponer el pan.

Antes de iniciar la comida se ofertó cata de aceite arbequina con sal negra de Hawai.

Al final de la comida el responsable del local se acercó a las mesas para interesarse por el resultado de la misma.

En conjunto evidentemente el entorno sigue siendo excepcional, un servicio de tipo notable, unos platos muy imaginativos y algunos muy logrados y a mi modesto entender una defectuosa elección de los vinos de la oferta para el menú.

Comida un sábado al mediodía, del principio del otoño en Cantabria, con el sur “alentando” suavemente, lo cual es sinónimo de buen tiempo o veranillo de San Miguel prolongado.

Comida con menú prefijado para un pequeño grupo. Entorno idílico, con el mar por tres partes, el mar de protagonista y la playa de Meron enfrente, con sus 5 Km. de testigo. Recepción impecable, mesas redondas “perfectamente” separadas, amplias para 8 comensales, con una vestimenta, vajilla y sobre todo cristalería, a gran nivel

De aperitivos:

Canutillo de crujiente con morcilla. Fino, sorprendente, sin casi morcilla y todo sabor a la misma

Ostra, tal cual: el mar en el plato

Ajo blanco con boletus edulis. Refrescante y con personalidad

De platos:

Hamburguesa de atún rojo con salsa de ostra y aire de zanahoria. Bien, bien, sabor, sabor

Desierto de foie-gras, rocas de avellana y armagnac. Toda una experiencia, el foie en polvo.

Bosque cantabro de vaca pinta y aromas a eucalipto. Buena presentación.

De postre Crema de chocolate con rocas del mismo, bolas de helado con piñones y perfume de coco. Bueno, mejor dicho muy bueno.

De beber:

J Nurrieta cuatrocientos 2007 crianza y Oter de Cillar 2009

Cafés bien servidos con diversos azucares y edulcorante.

GT, variados con prestancia, ganas y excelente resultado.

En conjunto, excelente entorno, muy buena cocina, servicio muy bueno, despedida perfecta, con el jefe de cocina saludando a todos los comensales uno a uno.

No valoro el precio ni vinos, al no poder ver la carta.