Restaurante Piñera en Madrid
Restaurante Piñera
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
69 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.6
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
7.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.1
Huevo bronceado
Lomo de Conejo Estofado
Bonito Ahumado con Changurro
Carros GT
Opiniones de Piñera
OPINIONES
30

Fuimos a cenar 6 personas, nadie lo conocía pero a uno se lo habían recomendado, fue un acierto. El local es agradable y con una separación de mesas muy adecuada. De primero compartimos croquetas, tempura de verduras y anchoas de Santoña, todo excelente sobre todo las anchoas, hacía muchísimo que no las comía tan ricas. De segundo una lubina salvaje muy, muy correcta y de postre la tarta fina de manzana, exquisita. Tomamos un tinto gallego de uva mencia, Gorvía (35€)muy bueno. En carta estaba El Pecado, otro gallego este excelente de verdad y muy difícil de encontrar, estaba a 55 € y era exigir mucho para algunos a los que el vino les gusta pero sin más. La copa fuen un gin tonic de Hendricks con Fever sin pepino, excelentemente servido. Lo dicho, todo un hallazgo y un acierto. Eso si, 70 € por persona.

Nuevamente Piñera no me decepciona,esta vez no estaba Mario y fue Jorge quien me sorprendio gratamente.Mesa de 6 comensales :2 raciones de buen jamón iberico con pantumaca,2 raciones de estupendas croquetas y 6 medias raciones de pulpo con papada de cerdo y patata (para mí lo mejor de la cena).Platos ppales:manitas de cerdo rellenas,mero negro-me gusto más con sus callos-atún,...todo a un nivel notable.Varios postres para compartir -creo que fueron 2-.Ratificar que el servicio del vino y su carta es de lo mejor que tenemos actualmente en Madrid;tomamoe El Rocallis 03 (30 Eur),Borgoña blanco Confuron 06(35 Eur)y Ferret-Bobet 06 (35 eur) todos magníficos y el último decantado previamente.Agua (3L) y cafes.Nos invitaron a unos GT Citadelle Rva+Fever y algún licor más.

Comida para 5 personas. Al llegar puedes dejar el coche en la puerta, ya que disponen de aparcacoches. El local es un poco frio en su decoracion, una mezcla entre clasico y moderno. Las mesas estan bien dispuestas, con la separacion suficiente, asientos bastante comodos. La atención por parte del personal es muy atenta.
Mientras leiamos la carta tomamos 3 cervezas (6 euros). Antes de los entrantes sirven un ajoblanco con mejillon, muy bueno, pero te lo cobran junto con el pan (17,5 euros). Estas cosas engordan la cuenta final y no es de recibo cobrar por algo que no pides. Para compartir pedimos jamon (24 euros) muy muy bueno y ración abundante, verduras en tempura (15,5 euros) con distintas salsas, todo ello acompañado por un champagne Egly - Ouriet (45 euros), eleccion de la sumiller muy buena. La carta de champagne es muy interesante, con amplias referencias a precios ajustados.
Para comer pedimos Lasagna de foie y hongos (19 euros), solomillo de buey (27 euros), manitas de cerdo rellenas de cordero y puerros (24 euros), media racion de steak tartar (16,5 euros), mero negro del cantabrico (29 euros). Todos los platos muy muy buenos, no dejamos absolutamente nada en el plato y las raciones no eran cortas. En cuanto al vino, una vez mas me ha sucedido que he elegido un vino y no lo tenian en carta. En este caso fue un Beryna 2006 que estaba a 19 euros (un precio interesante), pero no tenian ya que segun la sumiller estaban modificando la carta. Creo que aunque la esten modificando, el Beryna siempre debe estar en todas las cartas. En definitiva me vuelve a surgir la duda sobre el "engorde" de las cartas de vino, o es que yo tengo mucha mala suerte pidiendo. Al final me decante por un Allende (25 euros).
En los postres nos decantamos por una crema brulee con helado de frambuesa (7 euros), sopa de almendras (8 euros), crepe suzette (8 euros). Copa px 2004 y copa de gran duque de alba invitación de la casa.
El total fueron 291 euros. No me parece un precio desorbitado pero 60 euros por persona me parece un tanto excesivo en calidad precio. En cualquier caso comimos muy bien, es una apuesta segura.

Agradable restaurante con facilidades de aparcamiento en la zona, sin agobios.

Espaciosos salones, bien decorados, algo baja la iluminación para mi gusto, pero aún así ambiente agradable.

Mesas amplias, bien vestidas, y con separación suficiente entre ellas. Algo bullicioso, pero achacable a los clientes escandalosos más que a la sala.

Para compartir unos estupendos espárragos blancos templados, y una ensalada de anguila ahumada perfecta.

Para continuar todos pidieron pescado, increíble aspecto el del atún, yo pedí manitas de cerdo rellenas de cordero sobre unos calçots, melosas, muy sabrosas, y con una capita crujiente buenísimas.

De los postres me quedo con la tarta de manzana, sencillamente espectacular.

Carta de vinos impecable, mención especial a la variedad de champagnes de pequeño productor, Precios x 2

Servicio de sala atento casi siempre, lo digo por algún pequeño lapsus con el pan y por la ausencia de explicación de los platos, que se agradecería.

Puede que también le pidiera más intervención al sumiller a la hora de elegir, teniendo en cuenta la gran variedad de marcas y precios que ofrece la bodega, ya que puede ser ardua tarea. Se le vio contrariado al no poder servirnos el champán en el momento por un problema de temperatura, pero se le pasó airearnos el Beryna, que le hubiese venido de perlas.

Buena RCP, para volver sin riego a equivocarse.

PD: Precio sin vinos, copas.

Después de haber estado hace más de un año nos apetecía acercarnos para ver la evolución de este restaurante.
La aparente sencillez de su cocina confirma esa evolución positiva, delicada la ensalada de anguila ahumada con alga del desierto, espectacular los últimos espárragos blancos templados con vinagreta de trufa y yema a baja temperatura.
Unos tacos de atún a la plancha con una guarnición de encurtidos sabrosos y ligueros, estupendo el taco de rodaballo salvaje y un plato que destaco por encima de todos las manitas de cerdo rellenas de cordero sobre unos calçots.
La carta de vinos es muy llamativa y llena de referencias mas que interesantes, nos sigue sorprendiendo el magnifico apartado a los champagnes de pequeño productor, nos decantamos por un Champagne Diebolt vallois Blanc de 2004 - Domaine de Mouscaillo y por un tinto Beryna 2006.
Rematamos con una finísima tarta de manzana con helado de vainilla.
Merece la pena ver su carro de Destilados y Ginebras para rematar con un Gin, en esta ocasión elegimos la Ginebra Pink, que nunca habíamos probado.
El servicio de sala agradable y competente desde su Maître (creo que es Oscar) hasta el resto del equipo.
Los peros, aunque las mesas están situadas de forma que no entorpece ni el servicio ni estas en la mesa de los otros comensales la sala es algo ruidosa y el servicio aunque competente y amable se notaba algunos retrasos, por que al menos una persona más hubiera sido necesaria.
El precio no incluye los vinos, Gin, puros.

  • Carros GT

    Carros GT

Por varios motivos, Jorge director de sala como pocos quedan en España y el equipo que lo acompaña. Mario el sumiller, que decir de un hombre de reconocido prestigio. Oscar jefe de cocina y Benjamin Urdiain asesor gastronomico, realizan un trabajo increible reconvirtiendo platos tradicionales en vanguardistas. A destacar la sopa de pescado, la vieira con crema de patata y mantequilla. La caballa con citrico y verduras del desierto. Y el inceible Steak Tartar elaborado en sala y para terminar los Crêpes elabarodos tambien a la vista del cliente. Para beber nos dejamos recomendar con un Champagne de pequeño productor y para terminar un Borgoña.
Para repetir.

Gran nivel el de este restaurante que después de haber tenido altibajos en su cocina parece que endereza el rumbo adecuado.La nueva generación de cocineros y restaurantes como R de la calle, Piñera, El paraguas, Diverxo, La cuchara de Rivas, El Zorzal, Chirón ó Balzac nos aseguran un presente y futuro de garantías sin tener que tirar la casa por la ventana.

Ya que si he de destacar el apartado más sobresaliente de este restaurante es el trabajo de Mario su sommelier:espectacular carta,no por enciclopedica sino por "selección","variedad" y "correcto precio" ;excelentes copas y magistral servicio del vino.Coccina de mercado en un ambiente de "lujo".Verduras en tempura(16Eur),Lasagna de verduras y foie(19 Eur) ,Mero negro del Cantabrico guisado con tripas de bacalao(29 Eur),Tarta sablé con helado de laurel(8Eur) (todo para dos personas emplatado directamente desde la cocina).Una botella de Chablis Droin P.C. Montee Tonerre 2007 (30 euros+iva);una infusión y una botella de agua.Mario nos invito a una copa de vino dulce con el postre.Servicio profesional y discreto.Recomendable sin ningúna duda.

He visitado 3 veces Piñera a pesar de su corta vida, servicio de sala atento, discreto, muy profesional. Pero apartado aparte merecen los vinos. Esplendida carta para lo poco que llevan abiertos. La carta confeccionada por Mario no deja de sorprendernos, ya era hora que a Mario le dieran la libertad para dirigir la bodega de un restaurante. Todos sabemos que cuando estuvo en Goitxeco Wellington fue el artifice de la espectacular mejoría en el servicio y calidad de los vinos servidos, le pese a quien le pese y siendo allí el segundo sumiller. La carta de Champagne increible la cantidad de pequeños viticultores, sin duda se nota la pasión que tiene por estos vinos. La comida: acertado el cambio que hubo en cocina, buen producto de temporada (setas y hongos) y raciones generosas. Buena selección de quesos y de vinos generosos para acompañarlos.
3 Menú degustación, Egly-Ouriet Blanc de Noirs Viñas Viejas y Tarlant La Vigne d´Antan 250 euros

Nos acercamos a cenar a este restaurante de corta vida
Llegamos como casi siempre voraces y nos indicaron la posibilidad de elegir 1/2 raciones en los 1º y combinar estas en los 2º, las raciones son generosas, materia prima de calidad, muy bien, cuesta destacar algún plato, nombraremos los huevos de corral con trufa exquisitos, una cocina que dará que hablar su cocinero Chema de Isidro.
Favorece el disfrute, la cordialidad y atención del servicio que estuvo a gran nivel profesional y humano, atentos en todo momento sin pesadez, en esta ocasión dirigido por Oscar Marcos.
En el apartado de vinos, la carta esta muy bien representada, muy bien estructurada y es fácil guiarse por ella, destacaría el aparatado de los champagnes de pequeño productor.
Para el vio decidimos dejarnos asesorar por Mario García, muy prudente pero lleno de sabiduría, acertó de pleno en sus dos recomendaciones. Champán Lamandier Bernier Vertus, Tinto Alto Moncayo 2005 sencillamente esplendido, por supuesto, copas adecuadas al igual que la temperatura, un detalle al invitarnos a los postres un riesling alemán del que ahora mismo no puedo ampliar la información.
Desde luego para volver.

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