Restaurante Daluan en Morella
Restaurante Daluan
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
23,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
42 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.7
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
9.2
Arroz meloso de alcahofas, robellones y trufa
Bacalao, crema de almendras, trufa e ibérico
Huevo poché, consomé y trufa
Croqueta morellana y tortita de patata y trufa
Foie y cecina
Aceitunas negras, mantequilla trufada y carpaccio de trufa
El zapato de fiesta: petit fours
Guirlache, licor de avellanas, chantillí de vainilla
Esféricos de trufa, chocolate, limón, panacota de lima
Crujiente de cerdo, boniato, trufa y vino de garnacha
Arroz, trufa, ortigas y “espardenyes”
Cubo de foie, crocante de migas, arrope
Chocolate, nueces y brandy trufado
Tournedó lechal, foie y trufa
El huevo en dos cocciones y alcachofas
El consomé trufado
Verduras de temporada en equilibrio
La protagonista: Tuber melanosporum
Opiniones de Daluan
OPINIONES
42

comida del martes ,empezamos con una cerveza y una copa de cava,entrante de cuatro croquetas morellanas,buenas,trufa de verano en
laminas y una clase de seta que no rec.el nombre,buenas,un yogurt de esparrago blanco con quicos(kikos)y salmon,bueno,un milhojas de foie
bueno,dos tejas de pipas con queso fresco,bueno y original,un rissoto
de trufa y setas,buenisimo,taco de bacalao con titaina y algo mas,bueno
un cuadrado de manitas de "porc" crujiente por fuera y por dentro la textura norma de las manitas,bueno,una bot.cava dominio de la vega,dos
copas de tinto pago de los balagueses,agua benasal,postres mil hojas de manzana en dos texturas con helado de membrillo,sorbete de te de roca y tomillo escarchado,dos brownies peq.dos trufas cuadradas y doschocolates de naranja con polvo de oro,muy buenos.dos cafes una infusion "papa luna" licor de HERBES.luego bajamos a la terraza con un gin tonic de citadelle y otra agua (para mi).jovita un diez.

Ubicado en un callejón paralelo a la calle principal de Morella. Situado en el primer piso, el local es pequeño, cuando el tiempo lo permite dispone de terraza. Decoración moderna y bonita. El único pero, la optimización del espacio no otorga la confortabilidad deseada, no obstante las sillas son cómodas.

Las mesas bien vestidas, la vajilla de estilo moderno, bonita y de calidad, así como la cubertería también moderna y bonita. La cocina tiene una base tradicional y un toque creativo en cuanto a presentaciones, texturas, combinaciones, etc. La carta está organizada en: entrantes fríos, calientes, alguna elaboración de arroz y otra de pasta, un par de pescados y una amplia oferta de carnes. Varias opciones en los postres, abundantes y a buen precio. El pan bueno. Ofrecen un menú degustación con los platos más representativos de la zona. El servicio es atento, dispuesto y profesional. Mención especial para la jefa de sala, amable, simpática y muy cercana.

La carta de vinos está organizada por tipos y D.O.’s, aproximadamente unas cien referencias principalmente de estilo moderno, a excepción de las de la denominación Rioja, que más bien son clásicas. Las copas de calidad. El vino se sirve a temperatura correcta, con la presentación, tapón, prueba y luego funciona en régimen de autoservicio.

Nuestra experiencia fue al mediodia, compartimos todos los platos con el fin de probar algo más su cocina: mil hojas de cecina y foie caramelizada (excelente combinación y textura), huevo, foie, trufa y parmentier de patata, canelón de setas y una paletilla de cabrito. Los postres muy bien presentados y abundantes: helado de flaó y peras al vino tinto. Para beber: agua y un tinto de Montsant: Les Sorts Sycar. Buen café expresso. Todo ello por 78.85 euros los dos.

Todo lo que probamos estaba muy bien cocinado y presentado.

Imprescindible la visita a este restaurante si se está en Morella.

Me apunto a las últimas valoraciones positivas de este excelente restaurante. El menú de la trufa es excelente en su diseño, presentación, cantidad,... y el trato recibido por Jovita muy cordial sin atosigar. Para no repetir otras opiniones y como decía al principio me sumo a ellas

En otra ocasión nos quedamos con ganas de probarlo y este día no solo pudimos, sinó que nos sorprendió muy gratamente.
Tuvimos la suerte de probar el menú de trufas, al cual ya han hecho referencia.
Sencillamente espectacular!. La materia prima de gran calidad, hace que todos los platos tengan un sabor extraordinario. El meloso de ternera se deshacía en la boca, uuummm.
No solo hay artistas en el mundo de la pintura, escultura, fotografía..., sino también en los fogones y sin duda Avelino es uno de ellos.
Se nota que tanto Jovita como él son muy buenos en lo que hacen y lo hacen con cariño y dedicación.
Gracias por hacernos disfrutar.

el martes dia ocho fuimos un amigo y yo para que el conociera el rest.bien el menu es el comentado de la trufa entonces no lo repetire la presentacion,la calidad y cantidad fenomenas,acabamos muy "llenos"
maridamos con un blanco de gramona Gessami,un tinto para las carrilleras,campillo crianza y en los postres un px alvear 1927.el servicio como siempre la amabilidad y el buen hacer de jovita y avelino
es extraordinaria.felicidades y seguir asi.el maridaje como ha dicho otro compañero es de seis e. por persona.

Temporada de trufas, y para disfrutarlas hay que ir al mejor sitio, Morella.
Vimos en su facebook el menú de trufas del Daluan y nos decidimos enseguida.
En todos los platos del menú se podía degustar la trufa morellana, empezando por un pan con mantequilla de trufa, suave y aromática.

-Continuamos con una crema de espárragos, acompañado por un salmón marinado (casero), crujiente de maíz, rúcula , rallado de trufa y caviar de arenque, para mi uno de los mejores platos.

-Yogurt de foie con castañas, trufa y galletas. Lástima que la textura del yogurt recordara más a un flan, aunque nos consta que va a ser rectificado, el sabor suave, acompañado de una mermelada de castañas y la consabida trufa, recomendamos tomarlo intentando equilibrar todos los componentes.
El punto salado del caviar de arenque le daba un toque especial.

-Croquetas morellanas trufadas, plato típico de Morella, pero con un ligero sabor trufado. Muy buenas.

-Sopa de cebolla con codorniz y trufa, sin comentarios, hay que probarla. La cebolla cortada en tiras, el consome suave y perfectamente clarificado y el detalle de el muslo de codorniz sobresaliendo del consomé y sobre todo el sabor de la trufa.

-Pasta fresca con trufa y otros menesteres. Espectacular, la pasta fresca al dente, estaba acompañada por una bechamel con frutos secos, la trufa nos la rallaron en el momento de servirlo y al calentarse y mezclarse con la bechamel, se conseguía apreciar todo su sabor y su aroma. Tuvimos suerte, porque nos tocó la parte central de la traufa al rallarla. Sin duda un plato para recordar.

-Bacalao, huevo, trufa y parmentier de alcachofa, el bacalao en su punto, el huevo algo crudo, pero eso va a gustos, lástima que la crema de alcachofas se comiera el sabor del resto de ingredientes, se lo comentamos al chef y seguro que tomó nota.

-Meloso de ternera, hígado de pato y trufa. A este plato ya llegamos un poco saturados, la carrillera estaba desmenuzada y pese a eso la encontramos algo seca, aunque al acompañarla con la salsa que llevaba mejoró. El plato incluía unas cebollítas confitadas, realmente buenas.

Llegamos a los postres, y empezamos con limón, tomillo y miel.

-La crema de limón iba en un cucurucho, al que mantenían de pie sobre un bizcocho, la miel en forma de gominola y el tomillo caramelizado, nos recomendaron tomar el tomillo al final para dejar ese frescor en boca al terminar el plato.
Para nosotros, sobraba el bizcocho.

-El postre final. Esfera de chocolate con helado de trufa, crumble y brandy. La esfera, excesiva, demasiado chocolate, nos consta que van a reducirla, sirvieron el brandy flambeado que derritió el chocolate dejando al descubierto el helado de trufa, ¡increíble! El aroma de trufa nos llegó al momento.

-Los petit fours, contaban de una rosquilla y un flaon, un dulce típico morellano, en una caja para llevar.

Maridamos la cena con un blanco, Gramona Gessami; un Mas del Coll de Rosell (Castellón) y para los postres un dulce, Vocanegra. Todos perefctamente servidos y a la temperatura adecuada.

Precio por persona del maridaje 6€ por persona

Tenía oído este restaurante. Y al fin puede ir a visitarlo.

Como refencia cojo el último restaurante al que fui recientemente. Hisop de Barcelona. Recienmente con estrella. No paso a valorarlo...

Bien....Bajamos por la calle central de Morella con esos maravillosos porches. y por fin vemos las indicaciones del DALUAN, parecía que nos adentrábamos en la Edad Media con esas escaleras hacia abajo. Giramos a la derecha, en el "fondo" de esa maravillosa calle (es un primor de callejon, le confiere un atractivo más al local) nos encontramos con el restaurante, menos mal que teníamos reserva (eramos mi mujer y yo). Estubimos sentados dentro.

La primera toma de contacto fue genial,¡qué trato más exquisito¡ y la segunda toma, también (qué aseos más limpios)

Nos decantamos por el menú otoñal, y fue genial.

Pedimos un Abadal tinto para acompañar la comida, dentro de las grandes referencias que tienen.

Empezamos por el Carpaccio de Gamo, qué bien entró, el queso le daba un toqu buenísmo, y acompañado con los frutos secos, crujían en boca, qué sensación...... muy bueno.

Terrina de perdiz: que obra de arte, Han recuperado las terrinas (perdidas ya en el tiempo por la mala praxi, tal vez)Cómo se entre mezclan los sabores del escabeche de la perdiz, el foie.....con ese pan casero.....qué bueno sólo de recordarlo se me hace la boca agua.....

Ensalada tibia de boletus: poco que decir,....boletus lo dice todo¡Verdad¡, con ese puré de castaña, por fin las castañas fuera de un plato de caza....

Huevo moldeado.....hay cuanto tiempo sin estar presente en los restaurantes. Esos huevos en su molde con la trufa ese brioche con la intensidad del queso de cabra, una mezcla de sabores muuy acertada.

Salteado de sepia y setas con sopa de puerros: Mar y montaña, Montaña y mar, difícil combinación y a la vez apasionante. Empleando una técnica sencilla, pero a la vez dificultosa, no quedó nada grasiento, conservando los sabores naturales del producto, muy bueno.

Arroz de rovellones con confit de pato tratado como un risoto: no podía faltar un arroz, soy de costa y el arroz no puede faltar. Quién se iba a imaginar un arroz en Morella? sí señore un arroz y además bueno, bueno de verdad, el estado del grano era el justo, gelatinizado.

Carrillada de Ternera cocinada lentamente: Subir a Morella y no comer ternera no se puede permitir. Curioso plato. Rescatan la cocción lenta, la de toda la vida, la que se hacía al refugio del hogar de las brasas..... difil elaboración, lo fácil es meterla en una olla express. Muy muy muy melosa.

Crujiente de higos con brandy trufado: Un postre con el aroma de la trufa. la combinación del sorbete de garnacha con el chocolate sencillamente me parece acertadísimo. un postre que te limpia el paladar.

Coca de almendras: suena clásico ¡verdad¡, sólo diré ¡pruébenlo¡

y para finalizar con los cafés, nos pusieron la caja de las chuches, no voy a explicarlo, tienen que ir a verlo.

merece la pena este restaurante, se nota que las cosas se hacen con ganas y amor.

Guiado por los comentarios de la gente de Castellón y confirmando estos comentarios a través de Verema, decidí en este puente de la constitución ir a Morella y probarlo.

Y ya desde el principio, el asunto no pintó bien, pues ya a la hora de hacer la reserva no fuimos muy bien atendidos, entiendo que quisimos reservar el mismo día, pero eso no quita que con amabilidad se nos ofreciera la opción de comer en la terraza, la terraza se ofreció, pero casi como si nos perdonaran la vida y nos hicieran un grandísimo favor.

Al llegar al restaurante, al no encontrar a nadie en la puerta, decidimos subir a preguntar, y rápidamente nos espetaron "aquí no, ustedes están abajo", sinceramente, me dieron ganas de irme en ese mismo momento, pero quisimos darle una oportunidad a la comida.

Tras indicarnos cual era nuestra mesa, la verdad es que tienen un bonito detalle, que es el de las mantas en cada silla por el frío, además de las estufas, y he aquí otro detalle negativo, el camarero encargado de la terraza, intentó encender la estufa, pero no pudo, nos dijo que se había estropeado, hasta ahí, todo comprensible, pero es que avanzada la comida, vino otra pareja que se sentó a nuestro lado y les hicieron la misma pregunta por la estufa, y dio la casualidad de que pasó otro camarero que en un santiamén encendió esa estufa que "no funcionaba", así que me pasé la mitad de la comida pasando frío por que al camarero inicial no le dio la gana de encenderla o preguntar como encenderla.

Yendo a lo importante, que es la comida, pues he de decir, que estuvo al nivel del servicio, bastante bajo. Para empezar, si la carta de platos ya es corta, y siendo Morella una zona turística, con movimiento de gente, sorprende que no los hubiera todos. Pero bueno, siempre puede pasar, y tampoco haré sangre de un detalle así.

Los entrantes fueron huevo moldeado con crema de foie y queso de cabra, plato frio, insipido, en el que ni se notaba el foie ni el queso de cabra, sinceramente una autentica decepción. El otro entrante, carpaccio de ciervo, de este decir que estaba muy rico, sabroso y muy agradable al gusto. Lo mejor de la comida con diferencia.

Como platos principales pedimos el magret de pato y ternera en meloso. Una vez más, ambos platos frios, del pato decir que estaba demasiado hecho, aunque por suerte la carne todavía estaba relativamente tierna. De la ternera, simplemente, no voy a comentar mucho, estaba frio una vez más, pero es que además, tampoco es que fuera un sabor excepcional.

Con respecto a los postres, el strudel de manzana, fue muy flojo, mucho hojaldre y blando, helado de canela, normalito. por otro lado, sorbete con crema de castaña, y eso fue, una castaña de postre, pues el mismo camarero que no supo encender la estufa, nos dijo que el sorbete, era de los de sorber y nos encontramos con un helado con crema de castaña.

Sobre la bodega, decir que es muy corta y que de las referencias que había ninguna me llamó la atención, quizá por ignorancia de muchas de ellas, pero el asunto es que opté por cerveza, y es que hasta la cerveza estaba mal, pues me la sirvieron caliente.

Sinceramente, desde el principio hasta el final, fue una decepción tras otra. Me parece el vivo ejemplo del quiero y no puedo, si realmente pretenden hacer nueva cocina, hay que mejorar muchas cosas, aunque eso implique una subida de precios. O por el contrario, asumir que a esos precios intentar hacerlo lo mejor posible. Lo que está claro, es que el servicio ha de mejorar notablemente.

Segunda visita a este maravilloso restaurante, y de nuevo quedamos altamente satisfechos.

Eramos 4 personas más el carro de mi hijo.

Al ser de verema nos ofrecieron una estupenda degustación de aceites y trufas de la zona. Estupendos aceites los probados, y aparte tienes 7 u 8 tipos de sales las cuales puedes probar también.

Tomamos el menú compuesto por:

- Cecina, jamón y queso.
- Croquetas morellanas.
- Setas del terreno salteadas con jamón.
- Olla morellana (que bien nos sentó para el frío)
- 1/2 paletilla de cordero (carne muy buena).

Como 2 personas no querían la paletilla nos la cambiaron por 1 bacalao confitado sobre morcilla de arroz y por 1 pulpo en tempura, todo ello sin incremento en el precio y a pesar de estar fuera de menú.

De postre cuajada casera, carpacio de piña sobre crema catalana y brownie chocolate.

Para beber 2 cervezas, 1 agua, 1 botella Rafael Cambra 2.

4 cafés.

A destacar la estupenda vajilla y crsitalería que poseen , así como el excelente trato recibido a pesar de estar lleno el restaurante.

Carta de vinos interesante y precio muy asequibles, nada inflados.

Siempre que este por la zona sin duda haré una parada para comer en este fabuloso restaurante.

Visita a este, ya famoso en Verema, restaurante de Morella atraídos por un menú donde los postres son los protagonistas.
Después de acompañarnos al piso superior, nos informan de la posibilidad de maridar el menú con varios vinos.

Los Snaks constaban de:
Pan de frutas, dulce y esponjoso
Tres clases de bombones de foie con tres clases de chocolate, blanco, negro y chocolate negro con naranja.
Un atún marinado con tartar de piña. Me gustó el sabor tan natural del atún marinado.
Unos bocados de morcilla caramelizada en paquetitos de pasta brick, que salieron algo aceitosos.

Los snaks los maridamos con un malvasía de Freixenet

A continuación seguimos con unos entrantes que costaban de:
Ensalada de pepino y espinacas con helado de yogur, las espinacas prácticamente no se notaban ya que el sabor del pepino dominaba el plato casi de principio a fin, el helado refrescaba pero tampoco aportaba mucho sabor.
Pasta fresca con rúcula, nueces y helado de requesón, para mí la mejor de las dos, un equilibrio perfecto de sabores muy sutiles, el helado de requesón sí aportaba sabor y contraste en este caso.

El plato de carne constaba de corderito lechal cocinado en baja temperatura al romero, glaseado con miel de encina y acompañado de ñoquis, el cordero muy tierno, casi no necesitabamos cuchillo para cortarlo, el glaseado de miel imprescindible ya que el cordero no tenía un sabor muy acentuado y el glaseado le daba un toque brillante y dulce que casaba con la carne y los ñoquis, excelentes que lo acompañaban, le daban el contrapunto perfecto.

La carne la acompañamos con un ribera del Duero tinto crianza Balbás de 2004.

Y pasamos, tal como lo llaman ellos a..... ¡El Festival!
Sorbete de daikiri, refrescante, ideal para prepararnos para lo que venía.
Topal en Mouse, fruta, cítricos y flores. Suave las frutas del bosque le daban el sabor ácido, el topal y las flores el dulce.
Nido de queso dorado con aceite y compota de moras. Uno de mis favoritos, incomparable el sabor del queso bien acompañado por las moras. El queso presentado como una bolita dorada. Original.
Strudel con canela, perfecto en sabor y en temperatura, ligeramente tibio, acompañado con una crema y un helado de canela que le iba como anillo al dedo. Uno de los que más nos gustó.
Semifrío de pistacho, mandarina y bizcocho de azahar. El más flojo, la mandarina se comía el resto de los sabores.
Torrija con zanahoria, calabaza y vainilla de Tahití. Basado en un postre de Martín Berasategui, aunque algo menos refinado, espléndido de sabor. Lo acompañan en carta con un helado de requesón y aquí los sustituyen por una mousse de vainilla para no repetir helado, pauta que se da en todo el menú, en el que no se repite ningún acompañamiento.
Pastel de chocolate maragda 70 caliente con corazón liquido, un coulant con un chocolate de calidad. Imprescindible acabar con un postre de chocolate.

Los postres los acompañamos con un Palacio de Menade (sauvignon blanc)

Y por último, los petitfours servidos en una curiosa y espectacular caja inspirada en la caja de bombones que ponen últimamente en El Bulli, con diez tipos de dulces caseros diferentes.

Con los petitfours nos invitaron a un Pedro Ximenez y a una mistela tinta Les Useres

Precio del menú 32€ i.v.a. incluido mas 8€ del maridaje de vinos, total 40€ por persona.

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