Restaurante Les Cols en Olot
Restaurante Les Cols
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
68,75 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo, lunes noche y festivos. Finlaes de Julio y dos semanas en Agosto.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
106 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
6.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.8
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Fachada de la masía
Menú degustación
carta
platos
platos
Opiniones de Les Cols
OPINIONES
29

La verdad es que íbamos a Les Cols habiendo leído muchas críticas en contra, pero quienes nos regalaron este menú degustación tenían gratas experiencias personales del lugar.
Nada más entrar te enseñan las instalaciones; lo primero que ves es el amplio comedor de estilo vanguardista mezcla de metal dorado con piedra que nos recuerda el entorno volcánico en el que está situado el restaurante; la bodega construida dentro de la misma piedra, sus comedores privados ideales para algo más íntimo; llegamos al exterior para admirar la impresionante fachada de la masía, desde la cual siguiendo un camino vas a la zona donde hacen las celebraciones con cocina, baños y guardarropía independiente, sin duda un sitio espectacular para hacer una celebración a lo grande.
Una vez hecho todo el recorrido, bajo la fachada empiezas con los entrantes del menú, con el fajol como producto protagonista, cereal sin gluten que se cultiva en la Garrotxa también conocido como trigo negro, marinado con un cava que Mont-Ferrant les ha hecho a ellos para su 25 aniversario.
Pasamos ya a la sala y nuestra visión a través de la ventana son sus gallinas picoteando libremente, muy original y relajante. Continuando el menú degustación “estiu i natura”, Dani siguió con el mismo cava y yo cambié a un blanco Aigua de llum de Vall Llach, delicioso; cada plato excelente pero destaco el espárrago verde con tempura de calabacín, los guisantes a la brasa donde se notaba la gran calidad de la materia prima, la brandada de bacalao que le fascinó a Dani y sin dejar de mencionar el helado de mató con albahaca que me dejó totalmente descolocada.
Destacar que Fina Puigdevall entraba y salía continuamente de la cocina e incluso servía ella misma algunos de los platos.
Antes de despedirnos y concluyendo con la visita, Fina nos enseña su cocina, algo alucinante.
Como os podéis imaginar salimos encantados y con ganas de repetir. Al tener comedores para grupos reducidos creemos que es un lugar perfecto para una comida familiar o con amigos y probar otros menús de temporada, lástima que esté tan lejos.

  • Fachada de la masía

    Fachada de la masía

  • Menú degustación

    Menú degustación

Visité este restaurante con dos estrellas michelín a medianos de diciembre, hacía tiempo que quería ir pero una vez allí me llevé una gran decepción.
Empiezo:
llegamos al restaurante, un sitio con una arquitectura espectacular y que rompe con sus contornos, me encantó, es digno de admirar...
llegamos puntuales a la hora que teníamos la reserva (21.30h)y nos atendió una chica rubia de unos treinta i algo (recalco porque me dió la noche, tal vez tenía un mal día), que nos ofreció mostrarnos el restaurante, bien dijimos que sí y al seguirla nos mostró el comedor principal, luego la sala de vinos y luego la famosa sala con la gran mesa larga, el local es brutal pero pensad que cuando iba por la bodega me paro un momento y la chica ya había avanzado a la siguiente sala, sorprendido me adelanto y la veo con los brazos en jarra esperando y con mala cara, lo hacía todo de muy mala gana y era primera hora, eso me sorprendió.
Nos sentamos y nos sirvieron una copa de cava, luego tardaron unos 20 minutos en pedirnos que menú de los dos que ofrecen queríamos (habian solo 4 mesas en todo el restaurante), pedimos el degustación y apareció al cabo de otros 30 minutos mas el primer plato en la mesa, y aún nadie me había preguntado que vino iba a tomar, nos quejamos ¿perdona y el vino? y viene la simpática que nos mostró el restaurante (30+20=50 minutos desde sentarme y pedir el vino, me ofrece el maridaje, lo cojemos y os juro que en ningún momento me dijeron que vinos incluya, en que orden me iban a servir cada uno, ni el porque... pero bien, al cabo de una hora y con el plato en la mesa llenó las dos primeras copas, decir que los vinos que fueron muy básicos, vinos catalanes que te sirven en cuaquier lado de entre 5 y 15€ la botella y sin ninguna relación con la comida... además durante toda la comida me fijé y la chica abría botellas, no olía ni botella ni corcho, e iba por las mesas rellenando como si fuese una boda, con el tinto en la mano y de mesa en mesa, y ala otra botella... ¿cual és y porqué me la sirves? que mas da chaval....

nos trajeron unos trozos de longaniza (si, si, rollo bar) que ni fu ni fa, en ningún momento dije "uauuu es la longaniza mas buena que he probado...
Luego los platos igual, traían un plato lo ponían en la mesa y se iban, no me dijeron en ningún momento de que iban los platos hasta que le solté un "perdona, me explicas que es?", y me lo medio dijo.
eran justísimos, recuerdo un bikini bastante correcto, un calçot que sinceramente... cualquier calçot echo como dios manda és mas bueno, y de elaboración un cero, tabmién había una especie de caldo con un "espagueti" que se desacía, digamos que normalito... recuerdo unos rovellons que bajo mi opinión no valían un duro como plato (cuidado, siempre teniendo en cuenta que tiene 2 estrellas michelin...), el huevo bueno pero no sorprendente ni digno de comentario... me gustó la royale que llevaba un poco de trufa por encima (muy buena), y el arroz estaba bien (no mas...) pero no entiendo como le ponen calamar de lata en un sito así, con lo que realzaría el gusto algo fresco allí dentro... el pescado también me gustó,algunos otros ni me acuerdo (mala señal), y el pato que era el de carne, os aseguro que estaba frio.
después de los postres, nos ofrecieron un gin tonic en la mesa grande, se que hay una cultura quizas de demasiada gilipollez con el gintonic, pero vaya, me lo hicieron sin pedirme que ginebra quería y como me lo hacen en el bar de la esquina, con un trozo de limon dentro en una copa tipo riedel/vino y ala... alucinante.
resumiendo, la comida muy, muy, muy, justa, el peor que he tenido en restaurantes de estrella michelín y en los que siguen... descordinación total, te sirven por izquierda y derecha como si nada, no presentan platos ni vinos, la chica de los vinos desagradable y antipática, una gran decepción.
Cierto que 85€ por un menú degustación con 2 estrellas michelín no es un precio caro, pero es una lástima que ellos tengan dos y que muchos luchen como leones por conseguir una y les den mil vueltas a los señores de Les Cols en todo, o los de dos que tienen una y luchan por la segunda, o bien mejor preguntarse si por una arquitectura espectacular caen etrellas del cielo, si no tubiese ninguna estrella lo valoraría de otra manera pero con dos... que no os estrañe si soy duro.
consejo: no vayáis si no es que os apasiona mucho la arquitectura y la comida os da igual.

  • carta

    carta

  • platos

    platos

  • platos

    platos

Aprovechando la promoción Olotx2 (www.olotx2.cat) reservé mesa en Les Cols que ofrecía un menú por dos personas a 137,5€ todo incluido. El menú degustación que publican en su web sale a 125€ por persona con bebidas pero sin IVA.

En un restaurante con 2 estrellas Michelin uno espera la perfección y la verdad es que la cosa empezó muy bien. Les Cols se encuentra en una espectacular masia restaurada galardonada con premios de arquitectura. La combinación moderno antiguo en equilibrio perfecto, han conseguido mezclar colores “modernos” con las paredes de piedra de la masia y el suelo de madera. En el comedor abunda el hierro pintado de negro con mobiliario de diseño metálico de color dorado. Normalmente el diseño “moderno” me parece frío pero en este caso han conseguido un ambiente muy cálido y acogedor. En este sentido se merecen una matrícula de honor. El entrono (recinto de Les Cols) es perfecto pero el entorno (situación del recinto) ya es otro cantar, la autopista está a unos pocos metros y la masia se encuentra en un polígono. Solo llegar nos ofrecieron una visita por las instalaciones, sorprende la sala de grupos totalmente dorada y la zona de banquetes totalmente transparente. En la web se pueden ver fotos.

Hacia mucho sol y nos ofrecieron tomar el aperitivo en el jardín pero declinamos para tomar todo el ágape dentro. Así pues nos acompañaron a la mesa y a esperar. Primer gran error del día! Estuvimos esperando unos 10 minutos sin que nos atendieran. Nuestra mesa era redonda y tenia capacidad para cuatro personas, vestida con manteles individuales, una especie de “posa platos”, servilleta todo ello de lino y 2 copas Riedel, no había ni cubiertos ni plato.

El menú que íbamos a tomar era el especial diseñado para la promoción Olotx2 pero yo lo rebautizaría como menú del fajol ya que en cas i cada plato había fajol. El fajol es una hierba parecida a la hiedra de la que se extrae una especie de harina con muchas posibilidades.

Empezamos con los aperitivos. Los sirvieron en una placa de pizarra y consistían en:

- mini bocadillo caliente de maíz
- “blini” de fajol y “Mongeta de santa Pau”
- Crujiente de Fajol
- “llonganisa” d’Olot

Lo más destacable quizá fue el crujiente de fajol, una especie de fina sabana y muy crujiente. No es que tenga ningún inconveniente en comer con los dedos pero cuando con un solo mordisco no te comes ni el mini bocadillo ni el blini se echan en falta los cubiertos. Los pedimos y ya empezaron a mirarnos mal. En fin, nos dieron un tenedor y seguimos sin plato!
Los aperitivos se regaron con un cava Loxarel que personalmente no me gusto y el menú se servia con un vino tinto de l’Empordà, El Cercium, vino básico de la Bodega Mas Llunes.

Antes de empezar el festival nos sirvieron dos tipos de pan, el de payés de toda la vida y pan de coca bastante mejor sin llegar a ser genial. Con el pan trajeron aceite de tarragona en un bol y sal gorda en otro.

En este momento probamos el vino, (nos lo habían presentado y servido directamente) y lo encontré muy alcohólico, demasiado, por lo que decidimos pedir otro y pagarlo aparte. Un mal vino puede destrozar una buena comida y además si nos hubiéramos seguido con ese creo que hubiéramos terminado con un etílico importante. Pedimos la carta de vinos.

Empezamos el menú:

- espagueti de fajol co caldo ahumado. En un pequeño bol con caldo con gusto a ibéricos aparecía flotando un espagueti de Fajol. El espagueti no era consitente, se deshacía fácilmente. Nota 5/10

Aún no habían traído la carta de vinos por lo que la reclamamos de nuevo. Antes pero nos discuten la decisión de cambiar de vino, nos ofrecen seguir con cava y delante de nuestra negativa nos ofrecen cambiar a un vino blanco. Debemos insistir en que queremos escoger el vino y que ya lo pagaremos. Finalmente nos traen la carta, digna de un dos estrellas por extensión, variedad y calidad pero también a precios prohibitivos.
Quería un vino Catalán y al final me decidí por un Dido del Montsant a 34€!!! Lo sirven en copas Riedel de mayor tamaño.

La copa de cava vacía de los aperitivos seguía en la mesa.

- Calçot escalivat, aquí si que me impresionaron, el mejor calçot que comido nunca. No se como lo escalibaron pero la “piel” no tacaba los dedos. Incorporaron remolacha en la salsa. Nota 11/10

Por fin nos retiran la copa de cava vacía pero la copa de Cercium comparte mesa con nuestro Dido. Dos copas de vino por comensal y las dos llenas de vino tinto en un dos estrellas?

- Alcachofa con mandarina. Combinación sorprendente y excelente! Medio corazón de alcachofa sobre lo que parece un sorbete templado de mandarina y una rodaja de alcachofa frita. Nota 10/10

- Huevo fresco. Servido en un bol individual, ni frito ni “poche” pero espectacular, debo confesar que “mojé pan”. Nota 9/10

- Calabaza en 5 texturas y aceite de oliva negra. Un palto más curioso que gustoso, de notable bajo. Nota 7/10

- Arroz. Genial! Arroz con calamar a “la llauna” y mini calamares a la romana, entre otros ingredientes. Buenísimo. Nota 9/10.

- Bacalao. Servido como si fuera brandada debajo de una hoja de espinacas. No me ilusiono, para mi muy flojo. Nota 6/10.

- Platillo. La carne el último plato. Una costilla de cerdo que se deshacía, un trocito de “cansalada” demasiado graso y una mini pelotilla de pollo, demasiado pequeña. De todas formas, aunque escaso, todo muy bueno. Nota 8.5/10

La botella de nuestro Dido se terminó mientras comíamos el bacalao pero nos quedó una copita para el platillo y aún teníamos la copa del Cercium en la mesa.
Pasamos a los postres aunque no nos ofrecieron ningún vino para acompañarlos.

- Mandarina de nuevo. Sorbete, borracho de mandarina y helado de mandarina. Bueno y nada más. Nota 7/10

- Los postres de chocolate. Paisaje volcánico de la Garrotas, consistía en chocolate en diferentes texturas, especie de “Browne”, bombón de chocolate y crujiente de fajol son chocolate todo encima de chocolate deshecho. Me gustó. 8.5/10.

Los “petit tours” del café fue un buñuelo quizá demasiado denso y con mucho gusto a anís.

Realmente comimos bien, con altibajos y puede que con el servicio un pelín lento. La calidad de la materia prima excelente, evidentemente tiene en un dos estrellas se da por hecho. Cabe decir que el producto aún bueno no era “caro”, calçot, alcachofa, huevo, bacalao, cerdo, pollo… Nada de ternera, marisco o similares.

Después del café pedimos la cuenta y tardaron muchísimo en traerla, una vez la cuneta en la mesa, sorpresa agradable!! No habían incluido nuestra botella de Dido de 34€!

Como tardaban mucho en cobrarnos y cansados de esperar, cogimos la cuenta, nos levantamos y fuimos a pagar. Dimos la cuenta con la tarjeta de crédito al “jefe” y este sorprendido cogió la cuenta, se la miró, se enfado muchísimo y empezó una acalorada discusión con la camarera porque no se había incluido el Dido en la factura. Por lo tanto el vino no fue cortesía de la casa sino un error! De todas formas cómo ya nos habían entregado la cuenta, el Señor puso su mejor sonrisa y nos comunicó que aún habiendo cambiado el vino del menú por otro superior estábamos invitados.

Al mismo tiempo que tenía lugar esta escena, se produjo un ruido ensordecedor, a los cocineros se les cayó por los suelos el cajón de los cubiertos limpios que estaban poniendo en su lugar. Ante nuestra sorpresa los recogieron, situaron de nuevo en el cajón y lo guardaron!!!

Por último cuando ya habíamos pagado nos ofrecieron visitar la cocina y aceptamos muy gustosamente. Nos acompañaron y una vez allí parados en el medio, nos mostraron lo que era evidente, un gran tragaluz precioso y acristalado que dejaba entrar gran cantidad de luz natural a la cocina y además con un pequeño estanque con suelo de guijarros. Una vez admirado se da por terminada la visita. Si, el diseño también llegó a la cocina y hay mucha luz natural, pero para enseñarnos que la cocina también es de diseño y no enseñarnos “la cocina” no hace falta hacer el pamplinas.

Pagamos 137,5€ y aún teniendo en cuenta el regalo del vino y la cantidad de platos no me pareció barato. Me queda la sensación que no probé la cocina de Les Cols porque el menú Olotx2 debe ser bastante distinto del menú normal. Si el menú degustación está al nivel del calçot, la alcachofa y el arroz, comer en Les Cols un menú normal debe ser una experiencia increíble y genial pero platos como el bacalao y la calabaza bajan mucho el nivel. El huevo y la carne serian neutros.

Seguramente no conozco la auténtica cocina de Les Cols pero creo que no la voy a conocer.

Es un restaurante único, no por su cocina que es extraordinaria, si no por el marco donde se encuentra enclavado.
Si bien es cierto que el tema de los gustos es muy subjetivo, debo decir que Les Cols es todo un alarde de imaginación, buen gusto y atrevimiento. Hay que tener las cosas muy claras para meterse en un proyecto total como el de este restaurante-hotel. Todo gira entorno a una masía bellísima, la cual han dejado en su estado original casi sin alteración alguna (enorme acierto y de gran gusto). Pero cuando te introduces en su interior descubres un ambiente absolutamente vanguardista y minimalista (no voy a entrar en mil detalles)de una gran originalidad,radicalmente opuesto a lo tradicional de la masía: combinación-conjunción perfecta.
Añadir que dimos un paseo hasta la zona donde celebran banquetes, etc, que es fantástico y posteriormente dimos un vistazo al exterior de los pavellones (hotel) y es algo sorprendente y diferente a lo que se pueda haber visto nunca. La pernoctación debe ser toda una experiencia.
Pues bien, rodeados de este marco excepcional y sentados en una mesa desde donde veíamos a las gallinas corretear por el huerto, degustamos el menú de verano: desde luego a la altura de las dos estrellas Michelin que tiene. Platos muy bien elaborados con gran técnica y a la vez fieles a la tradición de la tierra (incluso llega a sorprender comer una pedazo de berenjena como plato a degustar).
Servicio profesional y amable muy atento con el comensal. Los tiempos de servicio perfectos. Al final del ágape nos enseñaron el "laboratorio", es decir, la cocina, donde Fina Puigdevall y su equipo ejecuta sus creaciones.Toda una experiencia.
El precio es sin bebidas

No comentare el diseño aunque me gustaria pero creo que le haria un flaco favor, solo dire que el premio Fad lo tienen merecido y más de un arquitecto o decorador hubieran firmado este proyecto.

Las salas son individuales para mas de cinco personas y hay una sala para mesas hasta cuatro comensales, la distancia entre ella es comoda y amplia.

Buena idea de hacer el aperitivo en el jardin.

El servicio atento y profesional

El servicio del vino correcto acertando en todo momento las necesidades de cada comensal.

El menu degustacion algo lento en la frecuencia de los platos, no detallare los platos por que mas o menos lo han hecho ya en comentarios anteriores.

voy a destacar platos que si calaron en mi y que repetiria en otra ocasion porque seguro que repito.
Recuerdo los Calçots en tempura de Carbó, buen plato
Ou escalibat.
Arrós de Pagés am calamars de llauna.
Y el Bacallá, estos platos para mi fueron lo mejor sin animo de desfenestrar los demás que rayaron cercanos a estos, creo que la esperiencia fue positiva.

Vino tomamos un par de botellas de un Borgoña (Chambolle-Musigne)08 decantado muy facil de beber entusiasmo a las señoras y para mi ya es un placer, porque esta Pinot Noir estaba realmente sabroso y acertado.

Mi última visita antes de mi denominada segunda oportunidad fue clamorosamente una desastre. Esta vez la cocina se presentó más definida y el servicio más atento rozando la excelencia.

Empezó el menú degustación (80 euros + i.v.a. por persona) con productos esenciales de esta comarca, la Garrotxa:

· Llonganissa d'olot (he probado de mejores...)
· Crosta de fajol (rico rico)
· Bocadillo de trigo (rico rico)
· Blini de fajol y alubias de Santa Pau (profundo)

El menú empezó bien con:

· Calçots en tempura (una cebolla tierna muy buena acompañada con un romesco de remolacha bastante conseguido).

Contínuamos con platos más serios:
· Ensalada de nízcalos con piñones y el odioso tortell d'Olot (no soporto los tortells anissados!!)
· Huevo con mahonesa y atún (muy rico, pero rico rico)
· Alcachofas con foie gras, mandarina y especies (un plato 10)
· Calabaza de cinco formas (me sugerió otros platos tomados como en Miramar o en Empòrium) muy rico sobretodo por el toque de eucalitpo.
· Fantástico el plato de arroz de payés con calamares a la llauna (9,75)
· El bacalao fue correcto pero sus acompañantes algo soso para mi el pil pil debe ser fuerte, las pasas dulces y el aceite de ginidilla picante, flojo pero buen plato.
empre a la cuina de muntanya;
· Pies de cerdo con nabos negros (me entusiasmo, un par de huevos poner en un menú degustación de un 2 estrellas michelin pies de cerdo, ole ole!!)
· Los quesos fantásticos

El primer postre lo había tomado bastante igual la primera vez, pero el segundo no.

· Cocholate emulando un paisaje. (bastante visto, esta moda de los paisajes...)
· Mató con nueces y miel (muy rico, me gustó).

Nada que decir, sinó que muy bien, a seguir adelante. Una suerte que haya gente que trabaje con producots autoctonos, dificil hoy día.

es una de aquellos restaurantes que al estar en boca de todos hay que probar y vivirlo uno mismo. buena comida bien servida local algo raro (dificil encontrar el baño ya que es de diseño....)encontre un perdigon en la perdiz pero no lo considero malo sino como justificativo de la autenticidad del producto. tomamos un pago de los capellanes. no habia nada memorable, en fin que lo de los cubiertos raros, platos raros, mobiliario de diseño y los platos "nuevos" esta bien pero no siempre te apetece . segun el dia...

Como en el fútbol, como juega España, fútbol total, restaurante total, sería un buen apelativo para este establecimiento. Servicio, vinos, puesta en escena, atención y contrastes entre lo tradicional y la vanguardia, en la cocina y en la arquitectura. Atención exquisita, sin excesos, pendientes, pero sin agobios. Una buena carta de vinos a precios razonables, variada- Una gran cocina , basculando entre lo tradicional, el producto y la creatividad. Un local espléndido, particular, subjetivo y por lo tanto opinable, pero grande. El menú a un precio razonable a este nivel, largo, coherente y equilibrado. Con espacios, diverso, íntimo y discreto en la distribución de las mesas. Quizás los baños, por poner algún pero, confusos, pero anecdótico. Excelente

Comimos un menú desgustación realmente magnifico.
Vino: Anima Negra (Illes Balears), diferente y muy bueno.
Servicio del personal muy atento y correcto sin agobiar.
Magnificas vistas y diseño expectacular del edificio.
Como detalle: los cafes y la tableta(entera) de chocolate en la super terraza con cesped exterior, ademas te traen una manta para tumbarte al sol. Genial.
Solo un lamentable error: Un pan de payes que se le cayo al suelo a una camarera no se puede volver a poner en el mismo carro y seguir como si nada.
En resumen, de los mejores restaurantes que hemos comido.

Entorno precioso uno de los mejores locales que he visitado, precio menu 60 € impresionante pero decepcionante, platosmuy bien decorados pero nunca en un restaurante estrellado me han dado acelgas, o guisantes. pero aceptable po el entorno. servicio lento lento lento entre plato y plato se podia hacer la digestion.no acepto que pot un mal pan por mucho que sea del horno del pueblo cobren 5€ 1º eliges pan luego te ponon el que quieran, me falto cava en la copa siempre i tube que pedirlo en varias ocasiones, 2 menus degustacion , cava parisan y manel raventos 255 € aaaaaaaaaaaaa un gin tonic mal servido 18€ me costara volver decepcion

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