Cena a las 20h30 en el restaurante De Vins, situado muy cerca de la Rambla Nova de Tarragona.

Restaurante de estilo braseria con una terraza exterior y un par de salas privadas.  Cuando atraviesas el umbral de la puerta encuentras a tu derecha la barra del bar y a tu izquierda una decena mas o menos de mesas alineadas paralelamente con un dossier mural.

La cocina, tradicional, es de producto, de temporada, y de mercado y esta muy bien elaborada por el Chef Carlos Trillo. También proponen una carta de tapas y pinchos con maridajes.

Nos situaron en una mesa, muy cerca de la entrada y enfrente de la barra del bar. Las mesas, de madera, correctamente separadas las unas de las otras, están desnudas,  con sets de mesa individuales plastificados, vajilla y cubertería contemporáneas y buenas copas Riedel. El servicio de sala fue muy bueno, atento, cordial y profesional. El del vino efectuado por la misma persona, también lo fué, consistió en consejo, presentación, descorche y primera cata con algún que otro servicio de llenado durante la cena. Tienen una carta de vinos de unas cuarenta referencias que me pareció interesante.

Mientras nos preparaban los platos elegidos, nos sirvieron un buen aperitivo :

Fuet amb pa amb tomàquet i olives pebrades. Fuet con pan con tomate y aceitunas pimentadas

Compartimos todos los platos :

Calamars a l'andalusa. Calamares a la andaluza. Ni una gota de aceite. Fresquisimos y buenisimos.

Sepionets de Sant Carles de la Rapita amb fevetes, pesols i alls tendres. "Sepionets" de San Carlos de la Ràpita con habitas, guisantes y ajos tiernos. Plato del dia. Muy bien preparados, riquisimos.

Llom alt de Black Angus a la brasa. Lomo alto de BlacK Angus a la brasa. Acompañado de patatas fritas caseras y tomate y verduras asadas. Excelente carne en su perfecto punto de cocción y buen acompañamiento.

El pan que acompaño la cena fue bueno.

De postres tomamos :

Pastis de formatge. Pastel de queso  y Tatin . No es el mejor Tatin ni el mejor pastel de queso que hemos tomado, pero ambos estaban aceptables.

Para beber tomamos una botella de vino blanco Mas Alta Artigas blanc 2019 DOQ Priorat . Bodegas Mas Alta. " Cepajes : 70% Garnatxa Blanca, 20% Pedro Ximenez, 10% Macabeu, plantados en costeros (60%) y en terrazas (40%) sobre suelos de pizarra "Licorella" y con una gran variedad de orientaciones.. El 50% fermenta en barricas y la otra mitad en depósitos. Crianza de 10 meses donde el 50% pasa por barricas nuevas de l'Allier de 228 y 500 L. y el otro 50% en depósitos de cemento". Color dorado. Vino muy equilibrado, con buena acidez, con mucha personalidad, amplio, fresco y muy persistente en boca. Muy agradable. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 63,90 €/persona. Buena RCP. Buena cocina de producto y buen servicio. Cuando volvamos a Tarragona volveremos a visitarles.

Parecía que no iba a llegar nunca pero finalmente, el 29 de mayo pudimos ir de nuevo con amigos a un restorán, recuperando parcialmente lo que, hasta el 14 de marzo, había sido una agradable rutina la mayoría de viernes. Inevitablemente el escenario ha cambiado: barra cerrada, mesas ocupadas de manera alternativa, personal con mascarilla, ausencia de carta como tal sustituida por un código QR,...Junto a estas alteraciones que nos recuerdan los meses padecidos, la misma buena atención, cuidado con el producto y, sobre todo, las ganas de disfrutar de los amigos, el vino y la comida, indisoluble unos de otros.

Con los aperitivos una tapita de fuet y unas olivas excelentes.

Como tenemos por costumbre compartimos todo, en su gran mayoría las especialidades del local: anchoas en salmuera, calamares a la andaluza, ensaladilla rusa, sepionets salteados,cigalitas, pan de cristal con tomate,....el punto dulce para finalizar una ración de tatin y otra de tarta de queso.

De Vins posee una notable bodega de licores e hicimos allí la sobremesa con unas bien preparadas copas.

Como siempre servicio de mucho nivel, calidad y calidez en el trato. Como único punto a mejorar raciones algo justas.

Una sensación agridulce nos acompañó toda la velada: por un lado la alegría del reencuentro, por otro la tristeza por las desgracias personales de la pandemia y la inseguridad del futuro. No obstante tenemos claro que volver a bares y restoranes, con las debidas precauciones, es nuestra pequeña aportación a un sector que sin clientes nada puede hacer. 

En esta ocasión cambiamos la parte alta por la Rambla Nova y fuimos a probar este local, que después de leer los comentarios en Verema, ya tardábamos.
El lugar tiene buena pinta, de aspecto muy actual, no demasiado grande, no hay interferencia entre las mesas, queda un poco estrecho de todas formas, las mesas no tienen mantel, usan un tapete.

Queríamos probar varias cosas de la carta, así que compartimos tres entrantes:

- Ventresca de bonito con ensalada de tomate, cebolla y pimientos. Un comienzo digamos que "solo" correcto.
- Carpaccio de pulpo. Fuera de carta, estamos acostumbrados al carpaccio del Sadoll, nuestro favorito, creo que este, estando bien, está por debajo.
- Habitas baby salteadas con boletus y foie-gras. Este plato subió el nivel, los ingredientes ligaban y estaban en su punto ( al menos en el nuestro) sabroso, pero sutil.

El plato principal, dos presas ibéricas de bellota a la plancha, con salsa de naranja amarga. Lo primero, que la mezcla con la salsa nos gusto y sorprendió, después decir que algunos trozos muy sabrosos y otros algo menos y un pelin mas duros, o quizás mejor decir, algo mas fibrosos.

Para beber nos decantamos por un cava, Llopart integral (18,40€), buenas copas, bien servido. La carta no es especialmente amplia, pero con buenas propuestas. Atentos a llenar la copa si tienen ocasión.

Hay que decir que el servicio en sala, muy bien, amable, agradable, vale la pena dejarse aconsejar o comentar la carta con ellos.

Tienen un menú degustación de tapas, que después de esta experiencia, quisiéramos probar, seguramente volveremos.

Esta semana he comido 2 días fuera, el otro dia en Sabadell y ayer en la Imperial Tárraco. El menú de De Vins es de mucha categoría. Al sentarte unas aceitunas bien aliñadas y una tapita de queso de cabra. Como a mí no me gusta me trajeron una de chistorra.
De primeros a elegir una ensalada de queso de cabra, buffff cuánta cabra, un salpicón de pulpo o un tartar de salmón. Yo escogí el salpicón que estaba muy rico; el tartar con sus tostaditas también sabroso.
De segundos bacalao, Magret de pato o merluza al horno.
Escogí un tronco de merluza con patatas que estaba sensacional, con un punto de cocción impecable, su ajito, sus patatitas...; el Magret también tenia una pinta estupenda.
De postres tomamos Tatin de manzana y sorbetes, de limón y mandarina.
Bebimos Juan Gil que llego a la mesa un poco caliente y enfriamos en cubitera sin problema.
Todo ello bien atendidos y con un menaje de calidad.
La verdad es que una comida de menú a mediodía se convierte en un placer, RCP inmejorable. Me parece que sin 16.90€ y el Juan Gil otros 16€.

Mi última vista ayer jueves y sigue a la altura. Carta variada con dos opciones de menús. En esta ocasión elegimos carta y fueron unas croquetas variadas, los "encenalls" de foie i entrecoge de Agnus de Nebraska con buena guarnición. Todo muy bien servido y bien cocinado. Carta de vinos renovada con referencias nuevas, ayer pedimos un Coca i Fitó 2009, muy bueno y con larga vida. Tembien hay opción de vinos por copas que varían constantemente, una buena opción para probar varios vinos. Pan y aceite excelente y sal en escamas en la mesa. Menaje, cubertería y cristalería perfectos. Servicio de la sala como siempre excelente. Uno de mis tres restaurantes favoritos de Tarragona. Acierto 100%.

Llegamos sin reserva a las 13:45. Todas las mesas reservadas. Nos atienden amablemente y nos proponen comer en una mesa reservada que tienen para las 15 horas, Aceptamos y comemos el menú de 18 € que resulta muy atractivo. Primeros compuestos de ensalada templada de gulas, muy bien presentada y muy apetitosa, y ensaladilla rusa, aceptable.
De segundos una merluza al horno estilo Orio, extraordinaria de textura y punto de cocción. Y unas albóndigas con sepia de 10, plato comido con cuchara, sepia tiernísima, con una salsa ligera en su punto. Postres correctos. Solicitamos un cava en vez de la copa de vino del menú. Nos indicaron que nos descontarían un 10% del precio del menú por solicitar una bebida que no entraba en el mismo. Gran detalle.
Total con el cava y el iva, precio por persona 24,40 €. Muy razonable por lo comido y por la amabilidad del servicio.
Hacía tiempo había leido muy buenas críticas en Verema y puedo confirmar el muy buen nivel de este restaurante de Tarragona.

La buena línea diría yo, pues mantienen desde hace tiempo un excelente menú de mediodía a 18€, que incluye una copa de vino y la posibilidad de solicitar cualquier botella de la carta de vinos con un descuento.
De primero comí una escalibada con anchoas del Cantábrico que ellos desalan, riquísimo en su simplicidad, y de 2º un bacalao plancha con verduras,también desalado allí, que estaba muy bueno.
De aperitivo nos ofrecieron unas arbequinas y una tapita de ensaladilla en su punto.
De postre tatin de manzana con helado, sinfonía dulce.
El pan es de un tipo muy correcto,el menaje de mucha calidad y la atención profesional a la vez que cercana.
Correcta carta de vinos y buena conservación en armario-bodega, el vino a copas en dispensador.
Yo creo que en este momento en Tarragona es una muy buena opción, con una regularidad en positivo encomiable.
Bebimos un Fincas de Ganuza.
Esta vez me invitaron.

Ubicado en una calle peatonal del centro de Tarragona, local alargado, climatizado, aunque dispone de terraza con estos calores mejor dentro. Las mesas se disponen a lo largo del local y de su banco corrido tapizado en rojo al igual que las sillas. Mesas tan sólo vestidas con un camino de mesa y no siempre suficientemente separadas. La decoración del local se centra en las fotos que supongo el propietario se ha hecho con personalidades distintas. Aceptable vajilla y cubertería, que en nuestro caso fue cambiada, con cada tapa.

Ofrece un menú degustación de tapas por 25 euros, otro menú al gusto del comensal por 30 euros (eligiendo un entrante, un principal y un postre de entre las opciones de la carta), un menú del día por 20 euros y por supuesto elegir entre las propuestas de la carta. Además suelen ofrecer algunas sugerencias fuera de la carta habitual. Ofrecen un aceptable pan, acompañado de sal de escamas y un excelente aceite de oliva virgen extra de la denominación de origen Siurana. Servicio joven, rápido y dispuesto.

Carta de vinos, organizada por tipos, de aproximadamente unas 50 referencias bien escogidas, apostando por las más próximas de Priorat y Montsant. Buena temperatura de servicio y buen coperío (cosa que se agradece, muy mucho al regresar de Francia). Unas pizarras anuncian una selección de vinos por copas. El servicio del vino realiza la presentación, prueba y lleno inicial para luego funcionar en régimen de autoservicio.

Nuestra experiencia fue para cenar y nos decidimos por el menú degustación de tapas de 25 euros que consistió en:
• Aperitivo de bienvenida consistente en una hoja de lechuga, con boquerón y pimiento. Sencillo pero sabroso.
• Jamón ibérico de bellota con pan tumaca, muy buena materia prima y buen corte.
• Tapa d’or (premiada en un concurso de tapas de la ciudad hace algunos años): consistente en huevo de codorniz, esparrago triguero, foie fresco a la plancha y mango, todo ello sobre un lecho de patatas fritas. Aconsejan al servirlo trocearlo todo y comerlo todo mezclado.
• Croqueta de Torta del Casar, buena sin más.
• Bacalao a la plancha con xamfaina, buen taco de bacalao.
• Postre de tarta de chocolate con helado de mandarina.
Para beber, tras unas bien frías cervezas Heineken, una botella de Matsu el Pícaro y dos copas de Mas Vicenç blanc dolç acompañaron el postre.

¡Muy recomendable!

En mi última visita me quedé gratamente sorprendido del nuevo menú que ofrecen. Por 30 euros puedes elegir cualquier entrante o primer plato de la carta, cualquier segundo y cualquier postre indiferentemente de su precio individual. Tal como están los tiempos encuentro acertada esta opción a precio cerrado sin ningún suplemento en ningún plato. Bebidas logicamente aparte con una buena oferta por copas o directamente botellas. La calidad y el trato como siempre, excelente.

Animado por los comentarios de esta página nos acercamos a este restaurante y realmente no nos defreaudó
La decoración es minimalista y está atendido por una familia que está al tanto de todo lo que necesitas.
Muy buena selección de vinos incluso los servidos a copas.
Todas las mesas de la sala llenas y muchas de la terraza también, la clientela se notaba que era asidua por el trato que tenían con el dueño y entre las distintas mesas.
En esta ocasión optamos por el menú del día a 20 €.
Mi mujer optó por pedir dos primeros a lo que no le pusieron ninguna pega. Ella tomó una ensalada tibia de rape y pasta fresca rellena de revuelto de setas y yo sopa de pescado (buenísima) y mil hojas de bacalao. De postre tarta tatin (casera) y sorbete de limón. Dos cafés para beber 3 cervezas de barril.