Restaurante L'Alquimista en Valencia
Restaurante L'Alquimista
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
17,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Martes, domingo noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
25 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
8.4
Precio medio entorno ENTORNO
5.6
RCP CALIDAD-PRECIO
8.4
Pappardella al ragù de jabalí
Tagliolini de setas y trufa
Cappelletti con zanahoria biologica al pesto
Pasta e fagioli
Ternera hervida con salsa verde casera
Piadina de mortadella, rúcula y queso
Aurelio_Gómez-Miranda_Restaurante_L'Alquimista_Lasagna_de_la_casa
Aurelio_Gómez-Miranda_Restaurante_L'Alquimista_Cappelletto_de_longaniza_y_trigueros
Opiniones de L'Alquimista
OPINIONES
37

Nueva visita a este pequeño restaurante, ubicado a espaldas de la Av. Reino de Valencia, entre Ruzafa y el Ensanche. Entrante: piadine de mozzarella, rúcola y trufa. Un entrante sencillo, pero bien elaborado, con el sabor inconfundible de la trufa. En los segundos me decidí por uno de los dos tipos de passatello, curioso plato que no conocía, de que disponen. No lo había probado nunca, y pese a un pequeño error (yo quería un tipo, me sacaron el otro), lo disfruté y tengo intención de volver para probrar la otra clase de passatello. De bebercio, una birra artesanal italiana (5 euros) y grappa para bajar la cena (4 euros). Bien servido y atendido.

local pequeño con cuatro mesas por lo que hace imprescindible reserva previa. Te atiende el dueño que te va explicando cada plato, lo que hace que conozcas detalles de la pasta que desconocías hasta el momento. Si es la primera vez que acudes al local te recomiendo pidas el menú degustación (16,50 euros), Pero lo tienes que solicitar en el momento de la reserva.
De entrantes no sirvieron un carpacho de buey y otro de aguacate, este último nos encanto, y una especie de calzone rellena de acelgas y queso entre otras cosas que estava buena. Despúes empezamos con la pasta, primero una especie de ravíolis rellenos de requesón muy buenos,despúes unos espagetis con habas y almejas. nos preguntarón si queriamos probar otra pasta o pasabamos a los postres y menos mal que optamos por seguir con pasta porque nos sirvieron unos espectaculares passatelli que no los babiamos probado nunca y estaban deliciosos, finalizamos con un surtido de tartas. de beber tomamos una botella de vino rioja fos (15.20 euros)que nos recomendó el camarero, es un vino de una pequeña bodega alavesa que esta en la localidad de el ciego y que resulto agradable de tomar.Acabamos con unos cáfes y una copita de grapa para ir haciendo tiempo para el castillo. seguro que volveremos

IMPRESIONANTE.
No he provado pasta similar en Valencia.
Lugar hogareño, humilde, sin frivolidades, pero yo he venido a comer, ¿no?
Copas de vino de la casa muy aceptable, aunque a temperatura ambiente. Empezamos con carpaccio de buey, impresionante, seguimos con una especie de pizza de la región italiana originaria del dueño con mortadela de trufa, buenisima, terminamos con dos platos de pasta fresca, que aunque tardó un poco, precio que se paga sobradamente por la frescura de la pasta, estava para chuparse los dedos. Como diría jesulÍn: en dos palabras IM PRESIONANTE.
Postres caseros acordes a la calidad del resto.
Un consejo, dejate llevar por el dueño.
VOLVERMEOS SEGURO.

Volvimos pasado un tiempo a este local. Comenzamos por una ensalada con panceta crujiente y vinagre de módena, un paté casero (tomate y nueces, si no recuerdo mal), el steak tartare de buey y el de aguacate.
De segundos yo pedí los spaghetti a la bottarga (con hueva de atún), excelentes de sabor. Debo decir que hay un tiempo de espera algo largo entre los primeros y los segundos, pero creo que es el hándicap a pagar por la elaboración casera de estos platos.
Buenos postres, y en el apartado de bebercio, no pedimos vino. Tiramos del lado de las cervezas, donde se nos ofreció una italiana de doble malta muy buena y la Inèdit de Adrià, la cual todavía no había probado, y sin poder decir que no me gustara, sí que me produjo sensaciones muy contrapuestas.
Atención agradable por parte de los dueños/responsables de cocina. No indico el precio ya que fui invitado.

L'Alquimista es un restaurante pequeño pero acogedor, donde se disfruta de una comida italiana deliciosa a la par que asequible.
Su carta está provista de varios entrantes sabrosos (uno de ellos, el tartare de aguacate me encanta), tablas de quesos y patés, piadinas de varios sabores (la de jamón serrano&queso siempre la pido), muchísimas clases de pasta fresca elaborada por los dos italianos que lo regentan...y unas tartas riquísimas.
Siempre que he ido, he salido con una sonrisa!!!
Enhorabuena y gracias!!!

estuvimos comiendo el pasado sábado, y aparte del inconveniente de que es muy pequeño, el resto es fabuloso. La pasta recien elaborada y delante de tí, el servicio correcto, el vino (Un Montepulciano) riquísimo, las raciones generosas y los postres nos encantaron.

Fui recomendado por un usuario de Verema (gracias) y la verdad es que me gustó mucho, la pasta fresca excelente y los entrantes también. En concreto tomamos de entrantes una mouse de tomates secos con nueces y una piadina de jamón: los dos muy buenos.

Por otro lado de pasta tomamos pasta con almejas y frytos del mar y otra de pasta verde con huevas, muy ricas las dos.

De postre un tiramisu y un pastel de chocolate también muy ricos.

La única pena es lo pequeño del sitio.

Pequeño restaurante italiano con apenas cuatro mesas. Atiende uno de los cocineros, que explica perfectamente los tipos de entrantes y pasta y aconseja correctamente. Amable y simpático.
Como entrantes, optamos por la ensalada de achicoria, panceta crujiente y vinagre de módena (bien), y un carpaccio vertical de buey y pera (se asemeja más a un tartar), sabroso, en la temperatura y punto de sal adecuados.
De segundo, pasta: ravioli rellenos de requesón y espinacas con mantequilla y salvia fresca. Mi acompañante pidió pasta (perdón, no recuerdo el nombre exacto) rellena de requesón y espárragos, si no recuerdo mal. También bastante buenos. Me quedé con ganas de probar otras opciones de pasta en la carta.
De postre compartimos un cannolo (especie de pasta rellena de ¿helado? de requesón con mandarina y chocolate), acompañado de una copa de un licor siciliano de sabor parecido a la mistela, aunque en mi opinión, más suave incluso. Tal vez lo que menos me gustó de la cena fue la textura de la pasta del cannolo, algo apelmazada, puede que por un problema de temperatura, no se.
De beber, cerveza y agua mineral, por lo que no puedo opinar sobre la carta de vinos, copa o servicio. Servilletas de papel, decoración y ambiente informal. Abre domingos a mediodía, muy buena opción.
En resumen, un restaurante italiano a tener muy en cuenta por la variedad y preparación de las pastas.

Otra agradable sorpresa descubierta en esta sección.
El local es pequeño, con sillas incómodas, ausencia de mantel y servilletas de papel, aspectos que quedan en segundo plano sabiendo que aquí lo importa es el contenido más que el continente, una cocina auténtica italiana en el que cobra una especial relevancia la pasta, toda de elaboración propia.
Optamos por el menú degustación (recomiendan pedirlo cuando reservas) formado por un tres entradas, tres o cuatro degustaciones de pasta (en función del hambre)y un surtido de postres a 16,5€.
Todos los platos tienen un toque que los hace diferentes a la mayoría de restaurantes italianos. Destacaría su versión de la ensalada caprese, el tartar de buey con pera y todos los platos de pasta: los raviolis rellenos de espinacas con mantequilla y salvia, los espaguetis con guindilla y ajo y la pasta con auténtica salsa carbonara (nada que ver con los engrudos que se hacen muchas veces al ponerle nata y cebolla). Para acabar un surtido de tartas.
Los panes también son caseros.
Respecto al vino tienen 5 o 6 referencias de tintos escritas en una hoja y un par de referencias fuera de carta. Nosotros optamos por un Chianti (12€) que estaba a una temperatura correcta.
No hay servicio del vino, aunque las copas no están mal.
Tambíén ofrecen algunos platos por encargo y comida para llevar a casa.
Muy recomendable

Restaurante muy pequeño, sólo 4 mesas. Pedimos dos entrantes, una ensalada capresse expres, muy buena, y un crescione de espinacas queso y longaniza, también bastante bueno. Luego tomamos papardele porcini y capelone ragú. Dos platos de pasta muy buenos. Señalar que en la carta no tenían pizzas. De postre compartimos una tarta de manzana riquisima. Comimos con cerveza, y para finalizar dos cafes italianos.

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