Restaurante Casa Alfonso en Dehesa de Campoamor
Restaurante Casa Alfonso
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
110,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
110 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
8.4
RCP CALIDAD-PRECIO
4.3
Opiniones de Casa Alfonso
OPINIONES
11

Restaurante clásico, de decoración para mi, un poco ecléctica y sin definición, pero agradable, copas riedel y cubertería de plata. Menú expres a 40 euros y gastronómico a 70 euros, optamos por este ultimo (no especifican si lleva incluido el iva y evidentemente no lo tiene incluido), compuesto por 2 aperitivos: Blinis con huevas y aire de limón y langostino en tempura, buenos y espuma de foie con kikos y brochetita de pulpo, buenos también. Seguimos con 5 entrantes: ostra con caviar, buena; salpicón demarisco, el plato menos conseguido de todos, insustancial y prescindible; ensalada de espardeñas, también buena; gazpacho con bonito, riquísimo, el mejor de todos con diferencia; pescada, con un punto de cocción bueno; de pescado gallo pedro, también bueno y de carne solomillo de ternera, también bueno. En este punto nos ofrecieron quesos, que aceptamos (no nos aclararon que no entraban en el menú gastronómico y que, evidentemente nos cobraron, pero la relación calidad-precio de los quesos me parece muy ajustada, 6 euros) y terminamos con 2 postres uno de piña, correctito y otro que no recuerdo bien (por algo será) por tanto mejorables los dos. Servicio amable y profesional del maitre cuando la sala estaba vacía y cuando ésta fue llenándose el servicio fue decayendo de forma un poco loca y atropellada, pese a contar con más efectivos, no obstante insisto correcto y profesional y con detalles de un restaurante de nivel. El pan muy bueno y el detalle del aceite agradable. El servicio del vino correcto (tomamos un blanco de la zona, un chardonnay de Enrique Mendoza a 20 euros). Bien el secreto de Casa Alfonso es hacer algo tan sencillo y complicado como una cocina de producto y clásica readaptarla a la estética y gustos actuales. La verdad es que la cocina tiene sabor, está buena, el único pero es quizá su precio esté algo elevado. Es de estos restaurantes que a poco que te descuides la cuenta supera con creces los 100 euros. No sé es de estos restaurantes en los que comes muy bien, pero que la cuenta final, amarga y escuece un poquito, por lo que su nota en la relación calidad-precio baja.

No se puede explicar como un restaurante de una estrella, que pongo en duda el criterio de la guia roja, puesto que si este restaurante tiene una estrella el bar de debajo mi casa tambien la merece.
Mi pareja y yo visitamos este restaurante junto con dos amigos el mes de agosto, llevandonos una gran decepción, tanto por la comida como por el nefacto servicio de sala, injustificable como reclamemos, y se nos dice que es agosto. Será agosto para sus precios y para hacer caja.
La cocina sin personalidad, mala copia del Bulli.
Servicio lento y despistado. Nadie sabia cual era nuestra mesa y donde estabamos si en el jardin o dentro.
Buena carta de vinos, aunque hechamos en falta el sumiller que no aparecio.
Solo destacar el entorno, un lugar maravilloso y un jardin mediterraneo muy bonito, pero nada mas.

Como casi todos los veranos nos dimos un homenaje en la casa de Alfonso. Y Una vez mas disfrutamos de su cocina que siguen manteniendo a un buen nivel. Dimos buena cuenta de: unas magnificas sardinas empanadas, de un delicioso tartar de marisco con helado de moscatel la marina y sopa de almendras, calamares de potera, Atún con trigo guisado y rodabalo guisado con nabos. Todo a un nivel sobresaliente.

También un alto nivel en los postres. Elegimos la tarta de manzana, soberbia, y el estofado de plátano y frambuesa.

Escasa la ayuda que recibimos, para elegir el vino. La verdad que echamos en falta el asesoramiento de Jose Antonio Navarrete (ya no trabaja con este equipo) para poder decidir por algunos de los magníficos caldos de su extensa carta. resolvimos con un Donnhoff Riesling 2006 y un Clos Saint Philibert 2005, mejor este ultimo.

Pero el servicio en esta ocasión fue penoso. Rápido cuando no tenia que serlo y lento cuando no debía, atropellado y nervioso. Sin pan muchas veces y sin vino muchas otras. Era un sábado por la noche y el restaurante estaba lleno, pero el precio que pagamos fue el mismo que si hubiéramos estado solos en el local. No es apropiado para un restaurante de esta categoría, que mas bien parecía un chiringuito de playa.

Rafa, Fede y un servidor (Grupo de cata Mediterráneo) nos homenajeamos en uno de los restaurantes más destacados del sur del Mediterráneo. Cocina Mediterránea y de mercado. El menú degustación ( 65 euros + IVA) no es estable pero es muy generoso; cambia según mercado. Excelente materia prima (salvo el entrecot final, corrientito, que bajo la calidad media del menú). Excelentes aperitivos y postres, donde se lució más el equipo de cocina, sin excesos creativos. El arroz de pichón, fuera de menú, insuperable. El pescado, hervido de base, algo insípido. La hamburguesa de marisco, sorprendente. Carta de vinos impecable y extensa. Buen servicio, aunque mejorable... pero el trato al comensal, excelente. La decoración y el local son magníficos. Disfrutamos de un largo almuerzo, regado con buenísimos vinos: Kripta, un blanco alsaciano, César Príncipe 2003 tinto y Krocher (un vi de gel).

A la 5ª fue la vencida, mejor dicho la fallida. Menú degustación (65€ + bebida + iva) sin ningún plato extraordinario o destacable o sorprendente. Mucha cantidad (4 entrantes, 2 primeros, 2 segundos y 2 postres) pero ninguno de los 7 comensales salimos satisfecho.
Según nos dijeron, Alfonso cambia el menú a diario, dependiendo de los productos que tenga, pero para tomarme unas quisquillas hervidas, o un matrimonio de sardina con anchoa, o un crocanti de foie al que una lata de martiko no tiene nada que envidiar no vengo a un sitio así.
¡Y del servidio qué decir! Aunque estaba lleno, es imperdonable tener que pedir en repetidas ocasiones las cervezas, el agua, la carta de vinos, el vino... Ah¡ y el sumiller ni apareció...
Que conste que en mis visitas anteriores estos errores no existieron.
He comido en 2 ocasiones menú degustación y en 3 a la carta y mi consejo aquí es optar por lo segundo, además de que en la carta había platos muy sugerentes y a unos precios comedidos para un "estrellado". Los vinos variaban muchísimo; desde x1,5 hasta casi x3. Por ejemplo, tomamos Enrique Mendoza Shiraz a 20€ y el Juan Gil estaba a 26.
Mi experiencia con restaurantes con estrellas/soles no es muy amplia pero muchas veces la diferencia entre estos y otros sitios sin galardón está en cosas muy superfluas. En octubre visito Arzak y supongo que eso ya será otra historia...

De nuestro grupo habian estado una vez mas, faltaba Jose Antonio y bien.
Pero Estuvimos cenando este Sabado de nuevo los 4 y nos dimos cuenta del magnifico cocinero que es Alfonso, que detalles, que cocina en su punto, todo sin discrepancias y sin desentonar, si la comida es un placer de sensaciones, en el vino, Jose Antonio el sumiller que en el ultimo año ha estado 4 meses de segundo Sumiller en San Celoni y un mes en Arzak, te hace disfrutar de sus vinos y conocimientos siempre interesantes y siempre acertados, es un pozo de sabiduria y siempre ampliando sus conocimientos, pero si que, digo que Casa Alfonso sin el pierde mucho y a la inversa lo mismo, son un equipo perfecto que a lo mejor Alfonso debe replanterase y hacerle participe para su total integración. Si nos dimos cuenta que con los dos, disfrutamos mucho mas.
El entorno es magnifico, para el que no ha estado, decirle que es una casa amplia (no digo chalet por que desvirtua) de planta baja, cuando entras, el jadin y el sonido del agua, hacen que te relajes de inmediato, y luego la decoración y la disposicion de las mesas ayuda a continuar con esa tranquilidad.

Aunque ya venia avalado por sus excelentes críticas y por su reciente estrella michelin, fue todo una sorpresa.
El restaurante es el realidad un precioso chalet rodeado de jardines. En el comedor una buena distribucion de mesas y decoracion clásica. Excelentes vajilla, cubertería, mantelería y cristalería.
Pedidmos el menú degustación compuesto de 6 aperitivos, 4 entradas, pescado, carne, dos postres y petits fours a 60€. Un menú antológico, con una gran elaboración, muy equilibrado, ligero y lleno de detalles, como ponernos una copita de vino dulce y un pan de frutas para acompañar el plato de foie. No destacaria ningún plato por encima de los demás. Todos estaban a un gran nivel.
Excelente carta de vinos y servicio del vino y de sala perfectos.
Una gran experiencia gastronómica. De visita obligada

Visitamos el restaurante a primeros de Julio y la verdad es que ibamos con muchas expectativas pero no todo salio como quisieramos. El sumiller atento pero algo inesperto y se puso muy nervioso cuando comenzamos a conversar de vinos con el. Tomamos Riesling alsaciano con bastante botella para empezar y directamente nos decanto el vino, lo mismo sucedió con el tinto, para mi el vino es demasiado importante y más las referencias que tomamos como para que ni siquiera nos preguntara si queriamos que se decantase y tampoco lo pudimos probar antes de decantarlo. Buena cristalería, lo mejor los aperitivos y dulces, carta de platos algo escasa y poco sorprendente. Eso si el entorno inmejorable.

Es la cuarta o quinta vez que visito este restaurante y siempre he salido muy satisfecho. Desde el primer al último minuto, todo perfecto. Todavía se me hace la boca agua al recordar un solomillo de ibérico extraordinario...

Carta de vinos amplísima.

La estrella Michelín se la han dado este año pero tranquilo Paco que los precios están igual que siempre: altos porque lo excelente hay que pagarlo pero en ningún caso tan desorbitados como en otros sitios "aparentemente" similares. 160€ entre dos con dos primeros, dos segundos, dos postres y un Clio 2003 a ¡36€!

Totalmente recomendable para darse un homenaje

Hemos vuelto un par de veces mas, la ultima este mes de agosto y de verdad, lo que mas pena me da es que le den la estrella michelin (que por supuesto la merecen) incrementen los precion y no podamos disfrutar como hasta ahora, en la comida cualquier plato que eligas se disfruta ya que las combinaciones y los puntos de coción son perfectos, claro que si eso no te lo transmiten correctamente pues se pierde una parte de la informacion necesaria para disfrutar de ese plato, pero aparece Jose Antonio y aparte de explicarte perfectamente, y que es un sumiller excepcional, en esta ocasion comenzamos con un Redoma 2002 (DO Casa Douro), para seguir con un CLIO 2002 (DO Jumilla) este en particular era estaba destinado a la exportacion EEUU, ya sabeis de las dificultades de conseguir este vino.

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