Restaurante Aldaba (CERRADO) en Madrid
Restaurante Aldaba (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
53,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sábados al mediodía, domingos y agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
67 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.3
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
6.1
Brioche, sabayon caramelizado, helado de maracuya y coco.
Rape con salsa de verdinas y boletus, berberechos y crema de azafran
Atun, tomates cherry horneados y salsa de curry rojo
Setas de cardo, foie y reduccion de PX
Ensalada de judia verde, vieiras y salsa de maracuya
Crema de boletus, ajo y verdinas, con polvo de aceitunas
Opiniones de Aldaba (CERRADO)
OPINIONES
10

Nueva visita a este lugar de cocina y sala de altura. Al tercer intento, esta vez si conseguimos un hueco, en las dos intentonas previas no había ninguna mesa disponible. Lo cual es un buen síntoma.

De nuevo un encuentro con un crack, Manuel Fernandez, uno de los sumilleres jóvenes mas brillantes que tenemos en los madriles. Conocimiento y pasión por el mundo del vino, con el no hace falta mirar la carta de vinos, basta con dejar que él seleccione el vino mas adecuado a tu comanda. En este caso nos ha sorprendido con un vinazo, un Aurum Red, un sauvignon blanc de Las Pedroñeras, cuya producción es muy cotizada fuera de nuestras fronteras, y que, sinceramente, no conocía. Un vinazo.

Después de los meses sin venir por aquí, debo decir que todo sigue como lo dejé, excelente cocina y excelente sala. Sin duda esta dentro de ese grupo de restaurantes capitalinos, fiables, seguros y de alta calidad.

Reconfortante, la Crema tibia de bacalao con tierra de tomate con la que nos reciben, y que nos prepara para un muy correcto Revuelto de perrechicos y unas mas que buenas Alcachofas rellenas de foie y glaseadas con salsa holandesa.

Proseguimos con un correcto Solomillo de vaca gallega con salsa de tomate seco y aceitunas negras y un sabroso Lomo de rape con crema de mejillón, raíz de apio y remolacha.

Y rematamos con un Tatin de manzana, para mi gusto excesivamente dulce, aunque en este punto no hay consenso, una Teja de almendra a modo de acompañamiento de los cafés con hielo y unas copas de Gra a Gra de Gramona, un excelente vino dulce.

Aquí hay que volver, si o si.

Vaya por delante, que, por cocina y sala, en mi modesta opinión, este es actualmente uno de los mejores sitios en los madriles, donde se puede disfrutar de alta cocina, a unos precios que sin ser nada baratos no llegan a las exhorbitantes facturas que se estilan por otros lugares de "alto copete", pero que ademas puedes reducir sensiblemente con el uso de portales tipo kviar. Unido a una sala muy profesional, muy atenta, que sabe estar a tu lado, que te trata con amabilidad y simpatía, el resultado es un binomio perfecto. Un lugar de lo mas atractivo.

Cambio en sala, ahora al frente de ella, se encuentra Vanesa Mendaña, persona muy agradable y cercana, que sabe recomendar muy bien; como sumiller sigue Manuel Fernandez, para mi, junto a Oscar y Fran de Alabaster, de lo mejorcito que hay hoy en el foro. Hoy Manuel estaba ausente, pero como conoce nuestros gustos, nos deja preparado un vino diferente que nos ha encantado, un blanco DO Rioja, mezcla de tempranillo, sauvignon blanc y verdejo, Conversa. Rico, rico....

Comenzamos con un aperitivo compuesto de una sabrosa crema de boletus, ajo y verdinas, coronada por un polvo de aceitunas.

Seguimos con una Ensalada de judía verde, vieiras y una ligera salsa de maracuyá, rematando la parte de entrantes con unas mas que notables Setas de cardo, con unos hermosos trozos de foie y una reducción de PX. Platazo. A nivel de entrantes, nada que objetar, aquí hay cocina y muy buena, por cierto.

En la parte principal, un Atún, casi crudo en su interior, tomates cherry horneados y una poderosa salsa de curry rojo, para mi gusto un poco pasada de potencia. Como segundo principal, un muy sabroso Rape con salsa de verdinas y boletus, unos berberechos casi crudos, y rematado el conjunto con una salsa de azafrán. Platazo.

En postre, compartimos un clásico de la casa: un Brioche con sabayón caramelizado, acompañado de un helado de maracuyá y coco.

Cafes con hielo y unas copas de vino dulce de Javier Sanz, de nombre Dulce de invierno ponen punto final a este visita a la que seguirán mas.

  • Brioche, sabayon caramelizado, helado de maracuya y coco.

    Brioche, sabayon caramelizado, helado de maracuya y coco.

  • Rape con salsa de verdinas y boletus, berberechos y crema de azafran

    Rape con salsa de verdinas y boletus, berberechos y crema de azafran

  • Atun, tomates cherry horneados y salsa de curry rojo

    Atun, tomates cherry horneados y salsa de curry rojo

  • Setas de cardo, foie y reduccion de PX

    Setas de cardo, foie y reduccion de PX

  • Ensalada de judia verde, vieiras y salsa de maracuya

    Ensalada de judia verde, vieiras y salsa de maracuya

  • Crema de boletus, ajo y verdinas, con polvo de aceitunas

    Crema de boletus, ajo y verdinas, con polvo de aceitunas

Servicio muy correcto. Atentos pero sin agobiar ni interferir.
Carta muy clásica con precios algo elevados: apenas había platos principales por debajo de los 30 Euros.
La famosa Menestra de entrada, Merluza Aldaba para mi acompañante y Mollejas para mí.
El sumiller no nos ofreció la carta sino que nos preguntó qué nos apetecía, lo cual es muy simpatico pero si no se gestiona bien (transparencia en precios) puede crear situaciones incómodas. Al final pedimos un Allende - que resultó ser 2004 (30 Euros).
Vino servido en las mismas copas que el agua, que eran correctas sin más (para mi gusto algo estrechas de boca para el vino). No sé cuál es el criterio - a no ser el precio de la botella - para poner unas copas más adecuadas.

Sin postres, con cafés 170 Euros.
Muy recomendable aunque mejor si se puede ir en comida de negocios.

Buen restaurante con recepción y servicio atentísimo, tanto del maitre como del sumellier. Amplia sala con ambiente moderno. Cuando llamé y les dije que no fumábamos, nos reservaron un agradable e íntimo apartado para 4 pax. Ciertamente estuvimos de lujo.
Carta tradicional navarra sin complicaciones, sin concesiones a lo moderno. Merece la pena advertir que sus raciones son generosas y pueden compartirse perfectamente.

Cena para 3 pax:

Aperitivos de la casa: Croquetitas y unos canutillos rellenos de queso que tomamos con una caña y un oloroso seco.
Entrantes a compartir: Ensalada templada de alcachofas y foie a la plancha (espectacular) y un revuelto de morcilla (muy suave).
Segundos: Unas albóndigas con pisto (buenas), 1/2 de pollo de corral al chilindrón (muy bueno) y un papillote de mero (para saltarse las lágrimas).
Postres: 2 torrijas de leche (buenas) y una ración de tatin de manzana (rica, rica).
En la sobremesa, una teja espectacular, muy fina y unos bombones. La velada se prolongó con otra teja y más bombones con un par de pacharán casero riquísimo (a mi no me suelen gustar).

Vino: No les pillé en buen momento. El sumellier me preguntó que tipo de vino nos apatecía, como reticente a darnos su afamada carta. Insistí y me pasó su libro de vinos. Desgraciadamente la mayoría de los vinos estaban sin precio, y es que terminó reconociendo que estaban elaborando una nueva carta de vinos. Al final pedimos un Alonso del Hierro 2006 (29,00€+IVA) servido a correcta temperatura pero en copas muy, muy normalitas. De hecho son las mismas que para el agua.
Con los postres nos sugerió un vino malagueño bestial: Moscatel Ariyanas 2006(7€ por copa). Me recordó mucho a los MR.

Precio total: 233,80€ (inc. IVA). Pan y servicio: 3x3,50€.

Nota: Es verdad que todo estaba de rechupete, pero los precios son quizá un pelín altos.

Os diré que eramos 10 pax,muy comilones, amantes de la buena mesa y mas amantes de los vinos.
Empezamos con clasicos, Jamon (muy curado,escaso y llevaba tiempo cortado), Lomo exquisito, crujientes rellenos de queso(no probé)y unas fantasticas croquetas de verdura.
De primer plato unas patatas muy parecidas a lo pobre, pero muy modernas riquiiiisimas.
De segundo plato carrillada de ternera con salsa de nosequé, muy rica muy sabrosa y muy tierna.
De postre helado de membrillo y un bollo de chocolate relleno de pasas y fresas espectacular y para nada empalagoso.
El somelier nos recomendó un Rioja de corte moderno ARVUM 2005, impresionante, solo por esta recomendación,merece la pena ir.
Queriamos tomar un cava pero que no fuera catalan, no por nada en especial y el sumiller nos sorprendió con un D.O CAVA, pero elaborado en Rioja DIORO BACO Extra Brut, nada que envidiar al Moet,Mumm,etc...pero elaborado en rioja, flipé.
El servicio impecable y el somelier un profesional como hacia tiempo.
Manteleria de hilo, la vajilla muy bonita,clasica pero a mí me tocó algún plato "saltado", la vajilla sencilla pero elegante, aunque por poner un pero, a mí me gustan mas altas.
Bonito el detalle de una superteja y bombones al final.
Tomamos cafés y una gin-tonic preparado, cada uno.

Pero agradable experiencia. Coincido en cocina con Jose (clarísimo) en la cuestión tartars.
La mesa atípica para maridar con aquellos vinos, dónde estaba aquel 1981!!! y el borgoña igual.. Los postres con el Valdespino, bueno, yo como de todo, pero me gustó.
El servicio estupendo y la postura del sumiller excelente. La cocina en general bien. Fue una noche poco clónica, la verda, incluso aprendí algo de fotografia y luego hasta nos llevamos las sobras a casa para el dia sigueinte. El Dofí famoso de la discusión del foro, ya ven Ustedes, tampoco era para tanto por mucho Priorat...Crudo esto del vino, crudo.
El pichón exquisito. Voy a comprar algunos en Madrid para traermelos para Navidades.
Ah, y Lluis Pablo y Damià se portaron muy bien. El patrón Legorburu muy bien en su silla de capo.
Todo estupendo, Olaf, Jose, Pedro, David y mi querido Manu Aguinaga.

Destaco sobretodo la profesionalidad mostrada por todos los componentes del equipo que nos atendió, teniendo en cuenta las dificultades que tiene el atender una mesa de unas diez personas y teniendo que buscar el maridaje de una serie de platos con las botellas aportadas por los comensales, realizando la agrupación de los mismos en tandas de tres vinos.
El servicio impecable en todo momento, con especial mención a la elegancia del sumiller. Con respecto a la cocina hubo luces y sombras. Algunos platos, a mi juicio, más flojos como pudieron ser los tartar iniciales. Los observé algo bipolares, a saber, el tartar de pescado me pareció algo falto de carácter y el tartar de carne con exceso de carácter especiado. Los platos que en mi opinión sí lucieron notablemente fueron las cocochas con hongos y el pichón. Ambos muy bien resueltos.
El ambiente cómodo y la decoración elegantemente sobria. El precio fue alto aunque no pierdo de vista lo atípico de nuestra mesa.

Restaurante donde te hacen sentir muy bien durante la comida, con un trato sumamente agradable. Destacaría la gran profesionalidad del sumiller, que con suma elegancia, humildad y discrección lleva a cabo su función durante la velada.
Sobre la comida... tomamos unos tartares, de pescado el primero, correcto pero sin llegar a transmitir gran cosa y otro de carne después que si que me pareció desacertado. Venía montado en el plato, muy especiado, apenas se podía percibir nada mas que la pimienta. Luego unas cocochas de bacalao al pil-pil con hongos, muy ricas, aunque no acabo de ver muy acertada la combinación de los hongos. Finalmente un delicioso pichón que si que resultó muy acertado. El postre un helado con una tarta de chocolate y caramelo, que tampoco me convenció demasiado.
Estabamos en un reservado bastante cómodo y bien ventilado.
Al final, me pareció algo caro para lo que se ofrece.

Excelente desde el momento en que entras. Decoración bastante clásica y confortable. Amabilidad por los cuatro costados en este restaurante en donde la materia prima muestra excelente calidad en su concepción de cocina clásica vasco-navarra. Buenas croquetas de vieiras, ensalada de pulpo y bacalao, riquísima menestra de verduras. Segundos platos como preparados con lengua, kokotxas, mero, cochinillo, manitas de cerdo, merluza, bacalao, ricas albóndigas, steak tartare, y otras sugerencias que nos proponen. Carro de postres dulces y quesos. Muy buen servicio y trato del vino con Luis García de la Navarra al frente. Existe posibilidad de descorche. La verdad es que siempre me he sentido muy a gusto en este restaurante y esta última visita vuelve a mostrar el excelente nivel de todo su equipo. Altamente recomendable.

Excelente restaurante, con una cocina clásica puesta al día. Con los calores que tenemos estos días, tomamos un carpaccio de bacalao y carabineros, huevo escalfado y caviar sobre carpaccio de buey, steak de un soberbio atún, el mismo atún vuelta y vuelta sobre un puré de patata y vizcaína, y mollejas de cordero con pimiento rojo. Espectacular todo, y se pueden pedir medias raciones. Buena respostería.

El servicio de vino, de lujo, con Luis al frente de la sumillería. Una carta de considerables dimensiones, con información de cada zona recogida en ella, y vinos para todos los gustos. Para los que puedan, joyas nacionales y extranjeras. Buena selección de finos, manzanillas y generosos. Copas que me dejaron intrigado, por que eran exactamente iguales a las Riedel, pero no tenían marca. Precio del vino, diría que tienda x 2, apróx.

40-50€ sin vino.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar