Restaurante Los Fueros en Bilbao
Restaurante Los Fueros
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
24,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.5
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
8.2
Opiniones de Los Fueros
OPINIONES
10

Tras la visita del pasado sábado ( en Aste Nagusia, más difícil), grandes mejoras son constatables en este establecimiento del Casco Viejo de Bilbao. Mejoras a todos los niveles, sin perder aquello que ya lo distinguía como las gambas y algunos entrantes. Cambia la carta de vinos( excelente), como el servicio y asesoramiento del mismo , por parte de Xabier. Cambian y mejoran los segundos( bacalao, pularda, Euskaltxerri..). Mejora su calidad y el resultado culinario final. Mejoran los postres. Una buena experiencia en un bar restaurante imprescindible en Bilbao

Para los supervivientes del festival de mediodía en el restaurante Zárate, nuestros anfitriones en Bilbao decidieron llevarnos a cenar a este restaurante que se sitúan en la zona del casco viejo. Salón con abundante iluminación y un estilo decorativo un tanto recargado pero que resulta confortable y agradable: paredes con revestimiento cerámico, altas columnas, molduras de escayola… En la parte de arriba hay otros salones más íntimos que esa noche no se ocuparon pero que el equipo del restaurante tuvo la consideración de enseñarnos.

Cena informal en plan picoteo para cuatro comensales lo cual supone un número ideal para compartir las raciones. La carta se fundamenta justamente en eso: raciones pensadas en su mayoría para ser compartidas al centro de la mesa, aunque también hay algunas propuestas de carne y pescado que pueden ser para un único comensal. Nuestra comanda se compuso de:

- Aperitivos (cortesía de la casa): grillos y buñuelos de bacalao.

- Ensaladilla rusa con mahonesa de huevo frito.

- Empanada de anchoas del Cantábrico al momento.

- Sándwich del "eFe" (y sus salsas de fórmula secreta).

- Gambas blancas de Huelva a la plancha.

- Champiñones en tempura con mayonesa de trufa.

- Merluza frita con pimientos asados.

- Mollejas picantonas de cordero.

- Kill the cheese cake.

Cocina muy bien ejecutada, sin excesivas complicaciones, ideal para quedadas informales pero para gente a la que le guste comer rico. Bien los buñuelos, la ensaladilla, la empanada y el sándwich. ¿Las gambas a la plancha? Correctas. Mención especial para los champiñones y la merluza. Se nota que hay buena mano en los rebozados y frituras. Un tanto decepcionantes las mollejas (que justamente fue el plato que yo rogué que pidiésemos). Quizás demasiados ingredientes en el plato que enmascararon un tanto su sabor.

Tomamos unas cañas al sentarnos, una botella de Andre Clouet Blanc de Noir (Champagne) y otra de Benjamin Leroux Bourgogne servidos a temperatura óptima. Un cierre magnífico para un fin de semana memorable.

Nueva visita a los fueros, después de una feria de vinos, cerca del restaurante, sin duda la mejor opción para una cena picoteo estaba clara, así que nos juntamos tres amiguetes.

Empezamos con unas empanadillas de sardina picantota con un poco de curry, muy sabrosas, tres por 6,5€ .

Las ricas croquetas de chorizo de Pamplona, como siempre bien ejecutadas m crujientes por fuera, cremosas por dentro, seis ricas croquetas 6€.

Las gambas de Huelva, pero esta vez en tempura, y mayonesa de pimentón, muy ricas, me gustaron casi mas que a la plancha, 15€.

Revuelto cremoso, de patata, huevo y trufa, otra cosa que no había probado, si eres buen cocinero con estos ingredientes no fallas y aquí hay cocina, 14€.

Sándwich del "eFe”, este ya os lo he descrito en otras visitas, con pan focacia, pastrami , queso , mayonesa de rucula , otra un poco mas picante , una delicia , lo partieron en tres , 6,5€ .

Y acabamos lo salado con tres medias raciones de merluza de anzuelo, frita en harina y huevo, con mayonesa de pimiento asado, mira que se que es un pecado, pero tampoco la había probado, que cosa mas jugosa y rica y con la salsa de pimiento asado, magnifica, sin duda repetiré con mis chicas, 27€ el total.

Acabamos con un par de tostadas de pan brioche empapada en leche y helado de vainilla, bien, 5€ cada una.

Para beber una botella de blanco Valenciso , fermentado en barrica 2016 , que fino hacen el vino en esta bodega , da lo mismo el color , 27€ y tres copas de Ribeiro Antonio Montero a 2€ .

Como siempre un placer la carta de este local, probé varias cosas nuevas, que me gustaron, tanto o mas, que las ya probadas, muy buena referencia y una RCP , muy buena .

.

Primera visita y como nos gustó, volveremos! La verdad que nada más entrar, choca y piensas que cada hueco está demasiado bien aprovechado... Finalmente ( y no me preguntéis la razón ) tuvimos la suerte de que nos cambiasen de comedor y el de la planta superior nada que ver (mesas amplias, sillas cómodas... ) destacar la amabilidad del servicio desde el momento en que pisas el restaurante, simplemente de 10. Comenzamos por el entrante por parte de la casa: buñuelo de bacalao ( muy rico ) A continuación: zamburiñas con aire de mar, me encantan y estas estaban más que buenas , alcachofas con base de tomate, no es uno de mis platos preferidos, pero debo reconocer que me gustaron y tosta de queso camenbert con trufa, nos encanta el queso y no decepcionó. Platos principales: merluza rebozada con mahonesa de piquillo ( espectacular ) y canelones de changurro ( sabrosos ) Para finalizar: kill cheese cake y cafés. La tarta no estaba todo lo buena que esperábamos pero se dejaba comer y una mención al pan ( siento adoración por él) y estaba realmente riquísimo. Para terminar solo decir que merece la pena visitar este pequeño gran restaurante.

Nueva visita a esta casa, después de ver Cabaret, en el teatro Arriaga , que esta muy cerca nos acercamos a cenar en plan picoteo , me gusta mucho esta opción , el local funciona muy bien , buena cocina y buen servicio , gente joven y muy profesional .

Unas croquetas de chorizo de Pamplona, muy cremosas y ricas, media ración, creo que seis croquetas, 5€.

Buñuelos de bacalao, cuatro ricos buñuelos, crujientes, nada aceitosos y muy sabrosos, media ración o lo que llaman tapa, con un poco de salsa picante y mayonesa de huevo, otros 5€.

Champiñones en tempura con mayonesa de trufa, buena fritura, buen champiñón, rico plato y abundante, la base era de almendra y pan, sobre ello los champiñones con la mayonesa justa para no cargarse el plato, 11€.

Pedimos dos sándwich del efe, me encantan, rico pastrami, queso fundido, lechuga iceberg y las dos ricas salsas, una de rucula y la otra vizcaína con un pelin de mayonesa, muy buenos, a 6€ cada uno.

Alitas barbacoa para chuparse los dedos, así pone el enunciado de la carta y doy fe que esta bien dicho , durante cuatro horas tienen las alitas en salmuera con agua , aceite , vinagre , sal y azúcar , luego horno , están muy buenas y la salsa barbacoa casera , adictiva , 10€ .

Dos cervezas de barril a 2,5€ y agua litro a mismo precio , de postre Bollo de mantequilla/gofre relleno de nuttela y chocolate blanco, muy rico y Txikito de goxua de dulce de leche, este ultimo, pelin decepcionante , poco dulce para mi , cada uno , 4,5€ .

Resumiendo, una de las mejores y mas divertidas opciones de Bilbao, rico, bueno y a buen precio.

Después de disfrutar y mucho con el musical de Mama Mía, me acerque con la familia a cenar a este local, nuestra experiencia con la carta había sido buena y me llamo la atención del menú de verano que tenían por 38€+iva, así que como en breve lo quitarían no esperamos mas.

Las mesas de la terraza llenas, las de dentro parecido, tienen dos pisos mas, el primero con el techo bajo y un par de mesas y en el segundo nos ubicaron, techo normal y espacio como para cinco mesas o así, también en esta zona, cocina a la vista.

Las opciones de vino, aunque comerciales de un precio de coste aceptable para este menú, vamos que no eran los típicos vinos baratillos que se suelen poner en los menús, de blanco verdejo de Marques de Riscal y en tinto Monte Real crianza, me fui por el verdejo, no los hubiese escogido de una carta de vinos, pero como vinos de menú, ya os digo que me sorprendieron.

Empezamos con un aperitivo un vasito de soda de sandia, refrescante, distinto, y acompañando un rollito de verano, verduras, cabeza de jabalí y queso burrata, sabroso.

A continuación para picar cuajada fría de leche de oveja, tomate seco y pesto a la bilbaína, vamos con idiazabal, con mucho sabor a queso, pero sin la textura de cuajada, mas bien una crema de queso, que para los que nos gusta el sabor, mejor, ya que la textura de cuajada siempre aporta menos sabor por las gelatinas y demás.

Para Ana unas croquetas de chorizo de Pamplona muy sabrosas, ya las habíamos probado a la carta.

Continuamos con una de las especialidades de la casa, ya los antiguos inquilinos trabajaban este producto y con gran acierto el equipo de los fueros continua, gambas de Huelva a la plancha, muy sabrosas, perfecta elaboración, tirando a poco hechas, muy buenas.

Como entrante Carpaccio de redondo de ternera y verduritas encurtidas, sobre el redondo una vinagreta de zanahoria, encurtidos y rucula, muy suave de sabores, el redondo muy seco, demasiado, creo que le faltaba lubricación, como me confirmaría luego el chef, Paul Ibarra, bueno me confirmo que llevaba o debería llevar, así que no se lo que paso con este plato, si fue falta de algo o nuestro gusto.

Ahora media ración de merluza con crema de foie, más bien con una salsa ligera de foie, que no le quitaba protagonismo a una rica merluza bien elaborada.

Para acabar con lo salado, costilla de euskal txerri, tomatitos en tempura y berenjena, las expertas en costilla dijeron que estaba muy buena, se nota una elaboración a baja temperatura, muy jugosas, a mí con un poco mas de sabor la salsa que napaba las costillas tampoco me hubiese disgustado, pero todos los platos a excepción del carpaccio estaban bien, y al redondo le falto jugosidad.

De postre un txiquito de piña colada, rico, fresco, el nombre viene del típico vaso donde se bebían los vinos, vamos los txiquitos y lo utilizan para varios postres y algún aperitivo.

El servicio joven, profesional y atento, es así la cosa que le hice algún comentario negativo sobre el Carpaccio y esto llego a oídos del chef, que se preocupo en subir y comentarlo con nosotros, un detalle muy profesional por parte del joven que nos atendió y del joven chef.

Como le comente a Paul, quizás sea una cuestión de expectativas, tienen una carta muy divertida, con el bocata de calamares, el sándwich Efe y alguna cosilla mas , y quizás me hice la idea de que los sabores iban a ser mas salvajes y entre el chasco del carpaccio y la suavidad de las salsas de los principales , pues uno se decepciono un poco , lo que no quiere decir que el menú no estuviese bien , de producto , de elaboraciones y de precio , malditas expectativas , volveré a la divertida carta y con el tiempo cuando me atraiga otro menú , lo volveré a intentar .

Detrás de este proyecto esta Canales el chef del Etxanobe, aunque todo el merito es del equipo de Paul y del propio chef, que trabajo en I+D junto con Fernando.

Con el handicap de cenar en plena Aste Nagusia, aunque tampoco estaba lleno, tuvo la sensación de haber estado cenando en un bar de tapas, es lo que ha sido. Las consabidas gambas, excelentes, buena ensaladilla, aceptable bloody mary, pimientos rellenos de ave....pero los segundos , la cocina de peso...no me convenció tanto. Quizás la mayor decepción llegó con los calamares en su tinta, una salsa artificialmente dulce, excesiva en sabor, casi extraña y molesta. Un canelón de txangurro intrascendente, sin pena ni gloria y poco más. No probé platos que me hubieran gustado como las albóndigas morunas o la merluza con mahonesa de pimiento, en otra ocasión.Postres interesantes, al nivel de las tapas, merece la pena probar el tiramisú de txakoli o el canutillo fino. Servicio amable, carta de vinos con precios razonables y algunas referencias interesantes. En definitiva, me quedo con las tapas, al menos de momento

Domingo de Semana Santa, y después de visitar otras provincias, lo menos que podíamos hacer es darnos una vuelta por Bilbao, así que tomamos un par de pintxos en el Gatz, de steak tartar y de tartar de atún , muy buenos y otro en el irrintzi, no me acuerdo de que y cuando íbamos a tomar el ultimo pintxo y subir para casa, ya que pensábamos comer en casita después de dos días de pingo por ahí , pasamos cerca de este restaurante y como había una mesa fuera libre , nos sentamos , con idea de un ultimo pintxo.

Claro, cuando nos traen cubertería, mantel y demás, pues ya no vas a pedir una tapa, así que al final te vas animando y ya se decidió comer.

Eso si, nos dieron una carta de picoteo y tapas, con algunas cosas que nos llamaron la atención.

Pedimos unas croquetas de chorizo de Pamplona, Uxue eligió, muy ricas y cremosas, los mayores solo las probamos, cinco croquetas de buen tamaño por 5€+iva, en la carta esta puesto como tapa, tienes la opción ración también.

A continuación el bocata de calamares no lo dude, cuando me comentaron la elaboración, sobre una crujiente tosta de pan de arroz, colocan calamar en crudo, maridado en soja y muy finito, debajo un alioli de perejil que va a contrarrestar la potencia de la soja, con esa untuosidad del alioli, original y ya te avisan que esta muy potente por la soja, tres ricas tostas, 6€+iva

De tanto oír hablar de esta tapa, fue que la pedí, el fualimotxo, en un vaso de txiquito, así se llamaban antes a los vinos por aquí, te ponen unas natillas de foie con una gelatina de kalimotxo, la gelatina bien, pero las natillas no me emocionaron demasiado, 6€+iva.

Sándwich del “eFe” y sus salsas secretas, lo del nombre es porque ahí unos sándwich muy famoso aquí, los del “Eme”, un guiño sin mas, por cierto ayer cene los del Eme.

Bueno el de los fueros es, para mi, bastante mejor, en un rico pan focaccia, tienes un sabroso pastrami , queso y dos salsas una de rucula y otra de salsa vizcaína con anchoas y además varias verduras , solo por darle un bocado , merece la pena acercarse y por otros 6€+iva , delicioso.

En el apartado de la tapa del día, según mercado, un rico steak tartar, con huevo de codorniz frito y trufa, nunca falla, pelin especiado, pero nos gusta potente, buen ración y por 6€+iva, junto con el sándwich del efe, otro motivo para volver.

Y un ultimo salado, no hacia mas que ver platos de gambas por todas las mesas, así que sabiendo que era una de sus especialidades, acabamos con una ración, una docena de ricas gambas de Huelva por 14€.

Rematamos con una tapa dulce, Ana pidió una torrija con helado, lo que llaman una baldosa de torrija brioche empapado en leche rica y yo un txakolimisu, en un bonito recipiente con formas de maceta, ricas capas de mascarpone con bizcocho emborrachado en almíbar de txakoli , por cierto con sabor a txakoli , cosa que se agradece , y a modo de tierra polvo de chocolate , sin duda uno de los mejores postres que he comido en la villa , a 4,5€+iva cada uno , a Uxue le habíamos prometido un helado de nuestro amigo italiano Diego , que ha puesto una heladería en el casco viejo de Bilbao .

Para beber agua y cerveza, caña, muy bien tirada, oscura, rica, no pregunte cual.

Local abarrotado, dentro y fuera, la verdad he tardado en acercarme, pese a que tengo un amiguete, Mario, que va mucho y me lo aconsejo y el y yo nos entendemos gastronómicamente hablando, no se si volveré a comer un menú , pero desde luego un picoteo como el de hoy lo recomiendo .


Que tenga que venir uno de fuera para enseñarte un nuevo local….. pues en esta ocasión así ha sido. Gracias al comentario de Cervino5 lo he descubierto y no podía pasar demasiado tiempo sin hacer la visita.
Es uno de los locales con más solera de Bilbao. Lleva ahí……. pues toda la vida. Fernando Canales le ha dado una vuelta de tuerca en cuanto a oferta gastronómica, dejándolo en las manos del chef Paul Ibarra. Su propuesta es variada, con unas cuantas opciones. Me gusta eso de poder comer raciones más pequeñas para probar así algunos platos más.
El tamaño de las mesas no invita a cena demasiado romántica. El espacio está “demasiado” bien aprovechado y las mesas de dos son muy pequeñas. Creo que en la parte superior tienen otro comedor y no sé si allí las cosas serán algo distintas. Pagaría yo gusto un poco más por comer más cómodo.
Otra de las cosas que no es demasiado habitual encontrar y que para mi es un punto a su favor es la oportunidad de probar todas sus propuestas de vinos por copas. Algo muy dífícil de ver en un restaurante.
Así que hay que aprovechar la oportunidad que se nos brinda y pedimos por copas: 2 de Santiago Ruiz, 1 de Predicador y 1 de Juve Camps. Por cierto, generosas las copas, sin “tacañerías”.
Tras un pequeño repaso a su carta, al final vamos decidiéndonos por alguna de sus propuestas, muchas de ellas bien originales.
Comenzamos con el Fualimotxo. Servido en un vaso de los de txikito de toda la vida. Una mouse de foie acompañada por una geleé de kalimotxo. Nos ha gustado mucho aunque el peso lo lleva el foie, cosa que yo agradezco sobremanera, me encanta su sabor.
Pasamos a unas ricas croquetas de chorizo pamplona. Me recuerdan tiempos pasados. Bien rellenas y bien fluidas. Hemos pedido la tapa pero bien pudiera ser esto prácticamente una ración. Muy ricas, la verdad.
En este local siempre han debido ser muy famosas sus gambas a la plancha así que hay que probarlas pues las siguen manteniendo. Están muy buenas y son de calidad. El único problema es que se han pasado un pelín con la sal. Y mira que me gusta. Como es gruesa, con apartarla un tanto todo solucionado.
El pan esta a mi gusto. Crujiente. Generosidad pues si necesitas más, sin problemas lo tienes. Se agradece.
Unas alitas bravas. Generosa ración y generosa la salsa. Soy yo más de alitas bien turraditas y sin compañías. Estas están muy ricas y es un plato muy consistente. Ricas.
Quizás el plato de la noche haya sido en mi opinión el canelón de txangurro y marisco. Muy fino. Presentado en raciones individuales y acompañado de una estupenda salsa de tomate. Pero tomate natural, muy sabroso. Mi compi, cosas curiosas de la vida, prefiere el artificial. Un plato con mucho sabor y un plato de alta cocina. Muy bien conseguido.
Preguntamos por los postres y la simpatiquísima camarera nos recomienda encarecidamente que pidamos la torrija y el helado de dulce de leche. Pues no vamos a discutir. Cojonuda torrija muy golosa y fluida. Bien empapada y jugosa. El helado….. está….. espectacular. Lo reconozco a la primera. Merece la pena y mucho probarlo.
Salimos a la terraza exterior y nos tomamos el cafecito de rigor y la infuión. Jugaremos, como siempre, un poco con las notas para que el resultado final sea el que busco.
Para ver algunas fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/10/restaurante-los-fueros-bilbao.html

Recientemente el equipo del ETXANOVE ha remodelado este clásico del casco viejo de Bilbao (no tengo referencias del restaurante con anterioridad a la reforma), proyecto en el que Fernando Canales ha puesto a los mandos al chef Paul Ibarra, que hasta ahora dirigía el departamento de I+D del restaurante ETXANOVE.

Por lo visto se han modernizado de todas las instalaciones, respetándose “los elementos que otorgaban a Los Fueros un ambiente especial y único”.

Local con una planta no muy grande (con diversas plantas o espacios), en el piso inferior escasa separación entre mesas, con posibilidad de comer en barra. En cualquier caso una decoración y ambiente de mucho gusto con vistas a la cocina.

Muy buena e interesante carta de vinos (30 referencias más o menos), pudiendo recurrir en todas las propuestas por copas (gran acierto). Me decante por dos txacolis, no recuerdo los nombres, ambos muy buenos.

Todas las propuestas de carta muy interesantes y de difícil elección, por el hecho de recurrir a tapas (medias raciones) me decante por la “ensaladilla rusa”, muy buena y con un único pero (exceso de “picolines”) y por unos magníficos y sobresalientes “buñuelos de bacalao” (4 generosas piezas), muy recomendables.

Para finalizar, “canelón de txangurro y marisco” (2 piezas), muy buena presentación, gran técnica y, por supuesto, gran producto para un plato realmente interesante. Se acompañaban los canelones por una fantástica salsa de tomate y por brotes de rúcula.

Excelente y atento servicio, así como el interés de Paul Ibarra por conocer las sensaciones del servicio (lo que se agradece).

Restaurante muy interesante que merece la pena visitar.

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