Hola Dblt Como veo que hay unanimidad en condenar esa iniciativa (aún no me la creo), pues voy a poner una nota discordante, aunque solo sea por seguir mi tónica habitual. Desde luego que la palabra prohibir me revuelve los posos, porque los contribuyentes, que solo tenemos obligaciones y ningún derecho, encima somos el entretenimiento de los gobernantes que se divierten prohibiéndonos los que les viene en gana (recuerden el macabro ministerio de la Salgado que hasta nos prohibió los boquerones en vinagre), pero sí me parece bien dar una voz de alarma acerca de la Cocina histriónica, porque de un tiempo a esta parte hay un ejercito de cocineritos cuya única función parece hacer obras estéticas, sin importarles que el resultado sea o no comestible. En mi profesión, hace ya casi veinte años que la asociación de fotógrafos gastronómicos de Francia decidió prohibir el uso de productos no comestibles en las fotos de platos, tales como barnices, acuarelas, metacrilatos, espumas de PVC, etc. El resultado fue muy positivo porque la fotografía ganó en naturalidad y hasta nacieron nuevas técnicas de iluminación. ¿Las flores? No creo que nadie pueda prohibir poner flores, siempre y cuando no sean nocivas para la salud, porque muchas de las que se sirven (sobre todo en garitos de mala muerte con ínfulas de nueva cocina), no son comestibles porque proceden del jardín municipal más cercano (lo he visto). Lo que pasa es que hay platos que parecen Ikebanas, y salvo que se especifique que es un menú para antófagos (comedores de flores), pues a veces puede parecer una tomadura de pelo. Por lo demás no creo que nadie pueda prohibir que cada cual pueda elegir la carpofagia, filofagia, fitofagia o hasta la rizofagia. De hecho mi pasión por las alcachofas podría considerarse como un rasgo de acantofagia, pero de ahí a poner cardos borriqueros adornando una ensalada, creo que hay una frontera. De todas formas el debate me parece de lo más divertido y me encantaría seguir esta noticia, porque de ser cierta, los estrellitas Michelín van a pasar un 2011 muy duro. Flores de albahaca adornando un revuelto de erizos de mar