El arte de lo obvio o, ¿nos toman por estúpidos?

Estaba esta mañana rescatando una caja de bolsitas de té chai, especiado y rico para tomar como desayuno, con leche (de coco en este caso) y levemente endulzado (con miel de la buena, no de la granja de la ciudad de las pendientes y terremotos, ni similares).

Y tras abrir las bolsitas me fijo en esta sorprendente advertencia:

¿En serio? ¿Nos reíamos cuando hace años aparecían por internet  instrucciones de seguridad de motosierras donde en EEUU se advertía de que no se intentara detener la cadena con las manos ni los testículos, y me encuentro con esta advertencia?

A lo mejor alguien piensa que me esperaba que tomándome esta taza de té me iba a "evitar" mi caminata montañera de esta mañana y compensar la ración de pollo y patatas fritos con dos refrescos de cola ultraazucarados y media docena de donuts industriales para postre, (que no pensaba comer de todas maneras).

A pesar del té me tocará realizar ejercicio y comer mis cinco raciones de fruta y verduras, el puñado de frutos secos, el pescado azul, el pavo a la plancha, un huevo cocido...

En fin...