¿Y si fuéramos nosotros los que decidimos cuánto pagar por una copa de vino en un bar?

Precisamente por eso este sistema sería una garantía para el cliente de que lo que te van a poner merece la pena. Y si no, abonas el precio mínimo y santas pascuas.

Yo tampoco lo veo.
Por un lado la picaresca y por otro el desconocimiento.
Habría que establecer unos límites como orientación, pero no lo veo.

Sólo hace falta darse un garbeo por las ferias. A la voz de "gratis" la gente se lanza a cuchillo aunque sea para que le regalen una lavativa :-D

Además, seguro que en Alemania no tienen esta página web: http://www.comerporlapatilla.com/

P.D. Paso nota del lugar a mi hija, que ha de visitar Berlín en breve ;-P

Jejeje, que buena la página!
Bon any amic!

Veo que hemos frecuentado los mismos bares y garitos, esa "bolsa" era pura especualación alcoholica.

Volviendo al tema, yo lo veo muy complicado. No se me ocurre la manera de hacerlo aunque supongo que podria funcionar, si lo han hecho los actores con obras de teatro de taquilla inversa (donde pagas al final lo que tu crees justo).

Después de ver la convergencia de la mayoría de las respuestas en el polo negativo, algo en lo que probablemente andan bastante acertadas, se me ocurre una variante para hacer viable un planteamiento de ese tipo en un pais en el que por encima de la picaresca, también se da un alto valor a la imagen personal:

El cliente paga lo que quiere por copa, pero dado que la copa tiene un precio cierto, un sonido evalúa públicamente su grado de generosidad o racanería. Es decir, al aprovechado le suena un bocinazo de reproche y al rumboso cualquier forma de música celestial. Por supuesto con todas las variables intermedias admisibles.

Je, je

En alguna de las catas ciegas mensuales, se pregunta ¿cuánto pagarías por esa botella?.

La respuesta casi siempre es a la baja (precio inferior al real).

Pues habría que ver la letra pequeña del bareto ése de Berlín porque seguro que tampoco es jauja. Picaresca hay en todos los sitios. Aquí nos creemos que somos los más listos, los más pillos y los más de todo. Pues no... en todos los sitios cuecen habas. Solo hay que viajar por el mundo para darse cuenta.

Si pones restricciones a la iniciativa (qué marcas de vino, qué mínimo precio o solo los clientes con algún tipo de carnet de fidelización) puede funcionar en cualquier sitio, España incluida. Se supone que los amantes del vino tienen una educación y saber estar especial.

Hablando de la "rectitud" alemana, a mí los únicos que me han timado fue una web alemana, precisamente y llevo años comprando online. Pedí unos altavoces HIFI a una web alemana y no me los mandaron. No he tenido ningún problema con webs españolas.