Pérdida de 380 millones de € de facturación si se prohibiera fumar en la hostelería

Como todos, este tema se puede ver desde varios ángulos algunos de los cuales ya se han visto aquí.
A mí me gustaría centrarme en la tiranía que una minoría (los fumadores) lleva décadas ejerciendo sobre una minoría (los no-fumadores) porque en todas las estadísticas que he visto a día de hoy, la relación fumadores-no fumadores es de 40%-60% +-
Hasta hace relativamente poco ningún fumador se planteaba que a los no-fumadores nos pudiera molestar su comportamiento, y eso sin entrar a valorar temas de salud, algo absolutamente alucinante.
Sinceramente, en este foro en el que la sensibilidad sensorial es tan importante, me cuesta concebir tanta falta de delicadeza y respeto hacia otras personas que no quieren dejar que ni su vino ni su comida se vea contaminados por el olor del tabaco. La de veces que podría haber matado al de la mesa de al lado cuando, una vez terminada su comida, cuando yo a lo mejor todavía iba por el primer plato, se encendía un gran puro y me mataba con su olor tanto la comida como el vino. Es de una injusticia clamorosa.
Creo que el tema de la separación de espacios es algo infantil. No hay suficientes inspectores para comprobar que efectivamente se aíslan convenientemente esos espacios, yo trabajo en hostelería y creédme que tanto en el establecimiento en el que trabajo como en la mayoría que conozco, el aire viciado de humo se cuela sin restricciones en las llamadas "zonas de no fumadores", eso sin hablar de los fumadores que al registrarse lo hacen como no-fumadores para que les den una habitación que huela mejor, sí, que no esté contaminada con el humo del tabaco que ellos van a fumar allí.
Lamentablemente vivimos en un país en el que o se asusta a la gente o no se cumple la legislación. Cuántas décadas llevamos de accidentes mortales en la carretera hasta que ha llegado el carnet por puntos. Y opino que, si para defender el derecho a que yo pueda entrar en cualquier cafetería o bar en invierno con mis hijos sin ahumarles, se debe llegar al extremo de prohibir el consumo de tabaco en establecimientos públicos, será en cualquier caso un atropello menor al que hemos sido y seguimos siendo sujetos los no fumadores hasta ahora.