Amos, tonces, con un par de razones... Hay una razón estética. No aporta nada,

Amos, tonces, con un par de razones...

Hay una razón estética. No aporta nada, más allá de esto mismo: La estética. ¿Importante en la cocina? No. Más allá de que la cocina es esa oportunidad que tenemos los humanos de comer belleza.

Hay panes con algo más de ornamento. Se usan diferentes stencils con motivos variados como, por ejemplo, el logo de la panadería.

Vamos con la razón funcional. Hay panaderías artesanas en las que se usan banastillos (banetones) y linos para fermentar el pan. Con el fin de que este no se pegue al contenedor hay que espolvorearlos con harina. Centeno, arroz... Depende de la panadería y del panadero. La cuestión es intentar que esta harina sea la mínima, pero sí existente para evitar que se pegue. Esta harina, al final, queda en la corteza y forma parte del pan en su presentación final.

Hay panes como los de centeno o las gallegas broas (boroñas) en que hace falta una ayuda de harina a la hora de formar las piezas y esta, finalmente, forma parte del resultado final. Idem con otros panes más "suaves", como los irlandeses Waterford Blaa, en que una lluvia de harinilla les dan un toque visual de lo más agradable y forma parte de su identidad. Llegamos entonces a las chapatas, en que su grado de hidratación es muy alto y hace falta un cancarro de harina que nos permita meter mano al asunto y este también forma parte de su identidad. Si no fuera por esta harina no podriamos apenas manipularlas y formar las piezas.

...y luego están las panaderías superosea. Que te arrean harina de decoración y panes con tropezones que no aportan ná ni una ni otros.

Saludos,

Jose