Borgoñas, el Tinto de Verano, dueño y señor de los sentidos, maldito vino

Se me quedaba algo en el tintero pero tenía ganas de expresar algo distinto despues de tanto blanco ácido y violento, masoca y rendido a sus pies.

El Meursault-Perrieres 2000 de Coche Dury es una fantasía de cítricos y tilo, expresiva y delicada chardonnay con aromas bien fundidos, con la especiada nota de vainilla y un postgusto soberbio y templado, aguantando el nervio.
Que luego uno más pesado como el Blagny 2002 de Patriarche esté de frutas amarillas y flores blancas a rebosar vale pero sobre todo está dotado con una impresionante arquitectura en boca, seductora mineralidad, una magnífica acidez, texturas diversas, multifuncional...

El vino de Esmonin un 2000 Estournelles Saint Jacques glorioso y oportuno, básico, noble, para disfrutar frutas rojas y especias suaves con taninos firmes pero bastante finos, integrado, fruta pura, racial y elegante con un caracter largo, sedoso y pleno de fragancias en boca y nariz y notas de tierra con frutos rojos. Sensual. Y no pararía.

Un Thevenet con gamay que se quedó atrás pero posiblemente merezca más atención con otros vinos.
Y un clasico Guyon que no probamos. A ver si en otra ocasion hacemos algo más concreto, menos genérico, mas crucial.