El catador y el gusto X el vino.

Hooola Raul,
no digo que las notas de cata no valgan para nada hombre... digo que a mi, las mias, no me valen para nada. A mi me valen las vuestras! ;))
Las notas de cata, tal y como yo las veo, son una transcripción de sensaciones y estas son, de nuevo para mi, un nexo de unión entre la razón y el sentimiento...
Más o menos, puedo recordar muchas (muchísimas) sensaciones asociadas, en este caso, al vino... pero no tanto las notas de cata en sí mismas. No puedo (ni quiero), por ejemplo, recordar si para un determinado vino, en la nota de cata, puse algo de pera o de lima... sin embargo, si me preguntas por uno de los vinos de mis notas de cata puedo recordar montones de sensaciones (incluidas las organolépticas), imágenes, conversaciones... asociadas a ese vino. Por eso, quizá para mi (y porque yo tampoco bebo tantos vinos como vosotros) no tenga mucho sentido mi autoalimentación proveniente de mis notas de cata, pero sí de las vuestras, pues me permiten, sobretodo, aprender.
Un ejemplo algo más ";cercano";, síii, relacionado con la comida (que fama de tragón voy a crearme! ;) A lo largo de mi vida habré tomado chocotocientas-mil veces cocido madrileño... Puedo describirlo de montones de formas distintas, sin embargo, cada vez que lo huelo, esté dónde esté, recuerdo un pueblín, una persona, un precioso día de abril, un paseo, el sonido de un rio, unas flores, los almendros en flor... Como ves, todo sensaciones que están más cerca del sentimiento que de la razón... Cosas de la memoria olfativa!

Por todo eso yo no cato, si no que bebo. No puntuo... No hago las notas de cata para mi, porque ya ";las llevo puestas"; en algún rincón de mi memoria, las hago para vosotros...

Saludotes,

Jose

P.S. No obstante admito que el ver notas de cata, mias, previas de un vino que estoy catando me ayuda mucho a aprender ;)))