El catador y el gusto X el vino.

17 respuestas
    #1
    Atalaya

    El catador y el gusto X el vino.

    Al hilo de los mensajes de días pasados en los que se habló de las cualidades que debe de tener un catador de vinos, yo me pregunto si no sería una buena cualidad el que no le gustasen demasiado los vinos, es decir, las apreciaciones más subjetivas y normales de un producto están influenciadas por el gusto personal ( en general ), y para ser objetivo hay que alejar las apreciaciones personales o de predisposición sobre algo, que en mayor o menor media te gusta. Le presto mucha atención a las descripciones de vinos que me dan personas que no suelen tomar vino, ya que son “ estadísticamente “ más exactas. Sobretodo en catas descriptivas ( no técnicas ).

    #2
    MCamblor
    en respuesta a Atalaya

    Re: El catador y el gusto X el vino.

    Ver mensaje de Atalaya

    Ya en el manifiesto cambloriano aquel, que se publicase aquí en versión revisada el otro día, cité a Oscar Wilde (de The Critic as Artist) con aquello de que solamente se puede ser imparcial sobre algo que a uno no le interesa en absoluto.

    Me atrevo a dar el próximo paso lógico con esto: Si un ser humano elige ejercer una actividad profesionalmente (o sea, la hace de forma sistemática y recibe por ella emolumentos), automáticamente crea intereses, o sea, es incapaz de ser iparcial. Es más, me atrevería a decir que es casi imposible realizar un trabajo de forma enteramente desapasionada. Hay partes de cualquier trabajo que uno disfruta más o menos, que lo aburren, que insultan su inteligencia, etc.

    Creo que lo único que puede realizar un trabajo de forma completamente desensitivizada y, por ende, desinteresada e imparcial, es una máquina. Y ya hemos visto a las tonterías que conduce querer llevar cualquier evaluación de algo que eventualmente debe gustar a los seres humanos a un nivel extra-humano, o sea, mecánico...

    M.

    #3
    Bosco
    en respuesta a MCamblor

    Re: El catador y el gusto X el vino.

    Ver mensaje de MCamblor

    ATA, Manuel es bebedor antes que catador, yo inversamente, pero creo que, aunque llevas razón y el tambien, decia Bosco, que creo que no tiene porqué condicionar al catador bebedor o al bebedor catador esa predispoción que intuyes con tino, creo, veras como hay opiniones que conforman un ";tercium genus"; un saludo

    #4
    Rafa_Bernabe
    en respuesta a Bosco

    Re: El catador y el gusto X el vino.

    Ver mensaje de Bosco

    Menudas siestas te pegas amigo Bos,has tomado al pie de la letra lo que dicen los cientificos y estudiosos de la siesta";cada siesta se alarga la vida un mes";.Saludos.

    #6
    Atalaya
    en respuesta a MCamblor

    Re: El catador y el gusto X el vino.

    Ver mensaje de MCamblor

    Si en la cata primero analizásemos el vino desde el punto de vista del defecto, es decir, hacer una valoración de si lo que tomamos goza de todos los parámetros en orden al NO DEFECTO, entonces y solo en el caso del Vino sin defecto valoraríamos parámetros tales como : Intensidad – Riqueza – Complejidad – Persistencia etc..., que son más o menos objetivos y que cada cual lo valorará en función de su histórico sensorial de lo catado en su vida : es decir, para saber si una cosa está caliente, templada o fría debes de haber pasado antes por esos estadios y poder valorarlos e incluso ponerlos en niveles parecidos a los demás.

    Una vez cumplimentado esto, pasaríamos a describir lo que se percibe, dado el caso es cuando entrarían más los aspectos subjetivos, ya que para algunos unos aromas - sabores se identifican con algo y para otros con otra procedencia distinta. De todas formas hay que tener en cuenta que la cata ( salvo la técnica ) solo debe de ser un camino y no un fin en si mismo.

    El disfrute es lo que se persigue y eso es muy subjetivo. Por este motivo, al que le apasione el vino posiblemente le cueste mayor esfuerzo el poder desclasificar un vino defectuoso e incluso lo valoraría más ( es como el amor de Madre o los ojos con lo que se ven las cosas ), ya que los parámetros del ultimo estadio ( los subjetivos ) pueden interferir en los primeros, que al principio comentaba.

    #8
    MCamblor
    en respuesta a Atalaya

    Defectos...

    Ver mensaje de Atalaya

    Atalaya,

    El problema es que lo que ocnstituye un defecto para un individuo, constituye una virtud para otro. Creo que eso va por el vino como por la literatura, la pintura, la música, la comida... Lo que quieras. Yo, por ejemplo, encuentro que un tratamiento de 200% roble nuevo da un vino que, desde un principio, es ";defectuoso,"; en el sentido en que deja de ser vino y se convierte en un ";té de madera."; Sin embargo, si te hablas con alguien como Dominique Laurent, por ejemplo, te dirá que él no ve otra manera de hacer las cosas. O sea, para él, los maderámenes son una virtud.

    Igual, encontrarás vinos como ese Château Pavie 2003 que tanto revuelo ha causado: Monstruos hipertróficos de fruta sonsa y rostizada para unos (como yo) y, para otros, la apoteosis de Burdeos en una que bien pueda ser ";la añada del siglo";. En ambos casos, se requiere un conocimiento y unas ideas a priori. No puede este apreciador acercarse al vino desde la virginidad mental que pide la siempre elusiva ";objetividad";.

    Pero fíjate, va más lejos (o más cerca, dependiendo de como veas la cosa) el asunto: El catador depende del lenguaje para comunicar sus impresiones. Si no comparte la experiencia, ¿de qué sirve? Se convierte en un mero bebedor silente. Por un lado,m tienes a un ser humano ingiriendo y apreciando/despreciando una sustancia (hecha por hombres, dependiente de mucha historia, que definitivamente no sale de la nada y tiene un trasfondo que solamente pudiera ignorar alguien completamente perdido) con todos los prejuicios que su condición conlleva. Por otro lado, tienes a un ser humano utilizando lenguaje para comunicar sus impresiones y así darles ";valor de uso."; El lenguaje mismo arrastra una carga intelectual. Ninguna palabra es ";inocente";, pues no está atada a un solo significado (ciomo lo hubiese estado en el inicio de la linguística saussuriana). El lenguaje fluye. De él se desprenden y a él se adhieren cosas. A la larga, este personaje, el mítico ";catador perfecto";, trabaja con herramientas defectuosas.

    Pero ya, que me veo en peligro de iniciar una disertación que nos lleve desde Aristóteles al presente, pasando por esa tabarra insufrible que es Kant. Yo soy de los que dirán siempre que al diablo con la ";objetividad.";¡A beber se ha dicho y que la resaca sea leve!

    M.

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