Calumnias, vituperios y apuntes peregrinos de una semana

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    #1
    MCamblor

    Calumnias, vituperios y apuntes peregrinos de una semana

    Tras la última entrega de mis notas de beba (me he prometido a mí mismo hacer hábito de colgarlas semanalmente en el foro. Si bien a veces sean mi única auténtica contribución…) me ví acusado de “calumniar el vino español” con una nota desfavorable.

    El pleitecito que siguió a la acusación de marras me dejó entre la risa y la náusea y decidí refugiarme en áreas vinícolas que no son fáciles de “calumniar” o, mejor aún, que tan viejas amigas me son como para que se sepa cuando voy en serio y cuando voy en broma sin tener que sobreexplicar.

    En fin, otra semanita, otro puñado de vinos…

    Un Goissot, “Corps de Garde Gourmand,” Saint Bris 2002 se tardó tres días en dar lo mejor de sí después de abierta la botella. De esta casa cuyos vinos más difundidos son sauvignons-de-Saint-Bris (esa rareza borgoñona), ésta es la cuvée de chardonnay. Inicialmente timidote, con algo de metálico en los aromas. Pero mucho aire hace que mejore, bueno, mucho. Aromas y sabores muy puros y definidos de manzana verde, limón verde y tiza. Excelente estructura, con posgusto largo y refrescante. Necesita tiempo.

    El Château Rocher-Bellevue, “Cuvée Angélique,” Côtes de Castillon 1999 es un tintillo venal, sin profundidad alguna... Demasiada madera en descarada exhibición como para que de ahí salga nada bueno. Tan secante y áspero resulta que decidimos tirar dos tercios de la botella por el sumidero.

    La botella del Le Brisseau, “Patapon,” Vin de Table Français 2002 en sustitución del atroz “Angélique” me recuerda a cierta cita de Lawrence sobornen que colgara yo en Verema no hace mucho. La cita iba sobre el mercadeo del vino para apelar a gustos infantiles. Pues, en el caso de esta económica botella de pineau d’aunis, el payaso en la etiqueta me parecería destinado a atraer niños en la más temprana infancia. Pero el vino… Un pineau d’Aunis sencillo, limpio y preciso. Uno de esos vinitos que, si te los sirven en un almuerzo frío con charcutería decente, te saben a gloria. Pimienta negra, hierbas secas, plomo y luego frambuesa a borbotones. Un leve toque de aguja en boca. Ligerito, directo y muy frutal, con taninos a la vez gráciles y rústicos. Un vinito para beberlo sin contemplaciones, en vasitos Duralex…

    En una tarde que Josie y yo dedicáramos a ensamblar nuesros nuevos muebles (el apartamento está quedando regio, pero a veces me gustaría que no tuviésemos que hacer tanto trabajo manual nosotros mismos), se me ocurre abrir una botella que tenía del Liberalia, “Dos Malvasías,” Toro 2001 para acompañar sándwiches de soprassatta, mozzarella, tomate fresco y aceite con albahaca. De plano digo que, con tanta malvasía en anuncio, hubiese preferido un élévage mucho más discreto, sin tanto maderamen. Huele y sabe inicialmente a pera, higos secos y cáscara de naranja. Pero esos agradables aromas y sabores se ven abrumados rápidamente por una tonelada de vainillas y un calorcillo gaznatal nada placentero. Como lo hubiese dicho Borges: “Pienso en las cosas que pudieron ser y nunca fueron…”

    Tras una muy peculiar experiencia con el tinto “Pensées de Mas Jullien,” donde el vino olía, en las inmortales palabras de mi compañera sentimental y etílica, “a pedo de hamburguesa,” me decido a dar cuenta de un Mas Jullien, Rosé, Coteaux de Languedoc 2003: un rosado de profundo color, sencillo y jugoso. Aromas y sabores de frambuesa, cereza y melocotón, con notas de romero seco y tierra. Buena acidez en un final no muy largo. Por lo menos, al abrir la botella no hubo que mirarse con sospecha y decir: “¿Fuiste tú?”

    Siguiendo con el tema de los rosados, me sobraba una botella del Lucien Crochet, Pinot Rosé, Sancerre 2000 a la hora de acomodar el estante de los rosados en la Eurocave (lo de “Reorganizando mi bodega” es el cuento de nunca acabar… Aparecen cosas que no sabías que tenías, dentro de cajas que no recuerdas haber comprado). ¿7 botellas? Un número muy raro para alguien como yo, que gusta de la finalidad de los pares. En fin, un vino que he probado infinidad de veces y que vuelvo a probar con gusto. Coqueto, con la fruta por delante (melocotón, frambuesa, fresa), mucho de roca calcárea y un acento de laurel en la nariz. Jugoso y muy mineral en boca, con una nota de cereza amarga y limón en el posgusto. Una botella excelente, consistente con catas anteriores. Está en su punto, pero se mantendrá unos cuantos años más.

    (Continúa)

    #2
    MCamblor
    en respuesta a MCamblor

    Re: Calumnias, vituperios y apuntes peregrinos (2)

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    En otra región de esta vastísima internet me ocupó esta semana una discusión sobre el mejor momento para consumir los sancerres blancos de Edmond Vatan, uno de mis productores favoritos de la región, cuyos vinos de sauvignon blanc se tardan entre 5 y 10 años para dar lo mejor de sí. Pues, resulta que tenía euna botellita de un vino cuyo productor alguien comparara alguna vez al gran Vatan, el Roger Neveu, “Clos des Bouffants,” Sancerre 2002. Esto parecería más un sauvignon neozelandés que un sancerre, por la primera impresión aromática, que es de hierba mojada, piña verde y maracuyá. En boca entra con un excelente ataque de cítricos, pero tiene un alarmante hueco a medio paladar donde desaparece casi totalmente. Luego vuelve con un final larguillo y refrescante, de acidez que te hace agua la boca. Con varias horas de aire, los aromas giran hacia lo mineral y los cítricos se hacen un poquito menos bullangueros y tropicales. Pero el hueco sigue en su lugar…

    Se me ha olvidado contarles que Josie y yo estamos a dieta. Cansados de nuestra actual porcina apariencia, decidimos cortar los carbohidratos (si bien no el vino) y pasarnos un mes en modalidad “ultralight.” Con un filete de salmón al horno sobre ensalada tibia de alubias, puerro y tomate seco, abro el Champy Père et Fils, Côte de Beaune Villages 2000, un pinot noir ligerito, fresco y sencillo, pero bien bebible. Cereza y frambuesa en nariz y boca, con una corriente de acidez que te sorprende por acarrear consigo un distintivo sabor a toronja. Taninos muy masticables y algo rústicos en un final largo. Hay un muy leve aspecto vegetal en el todo, pero no es lo suficiente como para distraer.

    Del aclamado maestro de la “cuvée inox” en el Yonne, abro un Louis Michel, “Vaillons,” Chablis Premier Cru 2002 que me confirma todo lo que he oído y leído sobre este productor. Firme, exquisitamente delineado, puro… Los cítricos proveen un marco limpio para una mineralidad calcárea profunda. Excelente extracto y una estructura impecable. Aún saliendo de un año de mucha madurez como el 2002, este vino tiene elegancia de verdad. Su precio de $29 parece una ganga, cuando uno considera las bazofias espantosas que eso compra hoy por hoy en el mercado de los chardonnays del Nuevo Mundo. Lo sirvo con pollo a la plancha sobre ensalada de hinojo rayado, menta tomate y frijoles pintos (el aliño es aceite de oliva, limón verde y sal). A ver si de aquí a la próxima semana puedo decir que he soltado al menos un kilito…

    Y ahora, la revelación de la semana… ¿Puede una casa hacer un vino “básico” que resulte tan sobrecogedor como sus cuvées de los pagos más prestigiosos? En el caso del Von Schubert-Maximin Grünhäuser, Riesling QbA, Mosel-Saar-Ruwer 2002 creo que ocurre precisamente eso. Von Schubert se ha lucido (piensen que QbA es el nivel de “calidad” por debajo de Kabinett) con un riesling genérico que resulta, casi irónicamente, excepcuibal. Hay una leve peste a sulfuro en la nariz, pero se va pronto, dando lugar a albaricoque, guayaba, lirios, toronja y una leve nota de pino. En boca tiene excelente cuerpo y una estructura preciosa. Un vino increíblemente enfocado, con posgusto tan largo como vivaz y complejo. ¿QbA? Con este nivel de estructura y contenido, resulta difícil de creer. Por menos de US$10, tiene que ser el superchollo del año.

    Anoche me preparaba para la virtualilla del martes próximo con el Monte Real Crianza 2001 de Bodegas Riojanas. Tenía aquí algo llamado Bodegas Riojanas, “Canchales,” Rioja 2001 con una etiquetita que indica que me costó US$7.99 la botella. Necesario probar, para poder comparar con conocimiento de causa… El Canchales huele a ciruela, frambuesa y algo de carbón quemado. En boca es un vino con bastante cuerpo, con fruta franca que presenta un cierto carácter rostizado y una leve notilla picante (como aquellos bombones rojos de canela que vendían en la cantina del cole). Taninos un levemente astringentes y muy buena acidez en un final medio. Un tinto sencillo y directo, de esos cuyos defectos se hacen imperceptibles si los sirves con un buen asado.

    M.

    #3
    Luiz_Horta
    en respuesta a MCamblor

    Re: Calumnias, vituperios y apuntes peregrinos (2)

    Ver mensaje de MCamblor

    Creyo que estás demasiado bajo el sol de Estados Unidos, mejor no te contamines por el humor vulgar a la Jackass. El articulo está muy bueno, pero los pedos...

    #7
    Luiz_Horta
    en respuesta a MCamblor

    Re: ¿Jackass?

    Ver mensaje de MCamblor

    La palavra clave es ";Vulgar";(No ";Jackass";, esa es cambiable por cualquiera cosa que en Estados Unidos pasa por gracioso, peliculas para nerds). Vulgar mi Oxford Spanish la trae, no me parece necesario elaborar a proposito. Mi objecion era la palavra ";pedo";, question de estilo, tan solo, ningun problema con los olores del vino, siquiera soy frances, asi que no voy a meterme en largas y seudo-intelectuales polemicas a proposito de ofensas al vino del pais. Meteorismo me parece adecuado. My 5 cents contribution a que el texto sea mejor.

    #8
    MCamblor
    en respuesta a Luiz_Horta

    La verdad...

    Ver mensaje de Luiz_Horta

    Es que no entiendo de qué va esto... ¿Me llamas ";vulgar"; por utilizar la palabra ";pedo?"; Creo que flores más coloridas caen a diario por este foro, en el mejor de los planes, sin que haya que amonestar a nadie o tildarlo de nada por utilizarlas.

    Créeme, Luiz, te diriges a una especie de tesauro ambulante, lo digo dejando la modestia aparte. Demasiados años de mi vida pasé estudiando lenguas, literatura y filosofía como para no tener a mano veinte sinónimos de ";pedo."; Sin embargo, como transcurrió la conversación aquí en casa, transcribo. De hecho, no exactamente, porque si nos ponemos a ser más precisos, utilizamos nuestra acepción caribeña del vocablo, que es ";peo.";

    Ah, por cierto, ";palabra"; es con ";b,"; no con ";v.";

    Clasecitas de lengua y propiedad a mí...

    M.

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