Dominio del bendito 2006

Francamente creo que aquí se están mezclando emociones y afinidades personales con otras consideraciones, a mi entender más importantes y de interés público. Voy a intentar resumirlas sin acritud:

1. Nadie por venir de donde venga es menos que nadie y debe callarse o no decir cosas o tener un perfil más moderado por miedo a ser tratado con desdén por los "más autóctonos". De hecho, si tiramos de historia probablemente todos fuimos migrantes anteriormente. Y digo esto porque he notado en tu argumento de "vino afrancesado" y en la consideración siguiente: " Y sabes cuanto jo*** que venga este francés a dar lecciones?", ciertos aires autárquicos de proteccionismo y nacionalismo ya bastante superados por la democracia, afortunadamente. El mismo argumento de "Y sabes lo que jod.. que vengan de fuera a..:" es el que podrían utilizar para decir cualquier cosa de cualquier elaborador que no sea "autóctono", y eso me parece un error sociopolítico, una falta de consideración por el ser humano como animal del mundo, y una postura peligrosa para el desarrollo y el intercambio intercultural. Aunque cada cual puede pensar lo que quiera...

2. Si un productor hace vino en Toro, habla y tiene derecho a hablar. Si molesta a según quién o se lo cree o imparte lecciones no creo que sean cuestiones que deban tener peso para valorar el compromiso con el vino de calidad que tiene, o su profesionalidad, o la calidad de su vino.

3. En lugar de enfocarnos en si alguien viene de fuera o no, deberíamos valorar lo que hace y cómo lo hace. Si habla mucho o habla poco, sinceramente, a mi me da igual... como también si es o no hijo de papa... como si eso supusiera una diferencia en cuanto al proyecto que se defiende y se trabaja. Parece mentira que tiremos piedras contra el trabajo de un tío que hace su bodega y se la curra como el que más!!! (y si tiene márqueting, pues mira que bien. A lo mejor es que ha trabajado aún más... para poder construir su márqueting)

4. Viva Toro!