Yo también tengo una memoria sensorial nefasta. Pero creo que se puede educar

Yo también tengo una memoria sensorial nefasta. Pero creo que se puede educar si no eres perezoso (yo lo soy, bastante) y te impones una dinámica de práctica.

Pienso que la dinámica puede ser la misma que intento utilizar yo en las catas a ciegas. En lugar de intentar reconocer directamente cuál es el olor que recibes preparas una lista de posibles aromas a reconocer y vas contrastando cada aroma con el que realmente estás analizando.

Por ejemplo, si estás catando un blanco llevas "en la cabeza" una lista de posibles olores: manzana verde, piña, melocotón, hierba cortada, fruta blanca como la pera, bollería o recuerdos lácticos, etc, etc. Y vas pasando por cada uno de los olores en la lista y contrastándolo con lo que estás oliendo:

- manzana verde? pues este parece que no;
- piña? ah! pues puede que un poquito;
- melocotón? sí, esto sí que lo percibo...

Y así acabas sacando bastantes.

Mi experiencia es que si símplemente intento pensar "porras! qué es esto? a qué demonios huele?" me cuesta mucho más que si voy repasando la lista.

Si además tienes el juego de aromas para entrenar, todavía mejor. Pero sugiero que reduzcas el número de aromas al principio (yo tengo uno de 82 aromas y es ingestionable) y te hagas la lista mental hasta que identifiques ocho o diez, por ejemplo.

A ver si dejo de ser un vago y me pongo yo también, que ya va siendo hora...

Suerte, José Luis!