Yo creo que la especulación con NFTs solo tiene sentido cuando certifican la

Yo creo que la especulación con NFTs solo tiene sentido cuando certifican la autenticidad de algo que es infinitamente reproducible. De una obra de arte digital, por ejemplo, se pueden hacer las copias que se quieran, todas de idénticas características, incluso se podría decir que todas son auténticas. Lo único que puede dar un valor añadido a "la obra" original es un certificado que dice que ese archivo concreto es el original, de donde parten todos los clones. Y como en realidad todos los clones son idénticos, no se mercadea con el archivo original sino con el certificado. Asocias ese certificado a uno de los infinitos clones y ya tienes el "original". El certificado viene a representar el valor de la creación de la obra.

Pasa lo mismo con la energía de origen renovable en los mercados energéticos. Cuando uno compra "energía verde" no compra la electricidad que viene de una planta fotovoltaica, compra electricidad "genérica" y un certificado que dice que en algún lugar alguien ha generado energía con placas solares y la ha metido en el mercado. Eso es así porque lo importante no es que a mi casa llegue energía verde, lo importante es que yo pago para que el conjunto del sistema sea más verde.

En el caso de una botella de vino no le veo mucho sentido al mercadeo con certificados, porque la botella ya es de por sí muy difícil de reproducir. Y no vale lo mismo que con la energía: yo puedo comprar un cartón de Don Simón y pagar por el NFT de un Pingus, pero no por ello tendré una botella Pingus. Porque se entiende que el valor de tener una botella de Pingus es que te la puedes beber. La única utilidad que le veo es certificar la autenticidad de botellas muy caras para evitar fraudes, pero en ese caso el mercadeo del certificado tiene que ir asociado a la botella física.