Re: Grandes Vinos Franceses
Decididamente, tengo (o mejor tenía) un problema con los taninos.
Mis amigos me dicen siempre que los vinos que les ofrezco en reuniones suelen estar bien.... pero que casi siempre cojean con los taninos. Uno de mis mejores amigos es hijo de un farmacéutico, con más de 90 años ya pero con la cabeza como un reloj de los buenos, y hablando un día con él me comentó que en su día el tanino de vino se utilizaba para cortar las diarreas de los niños. Hablamos de la España de los años 50 del pasado siglo, ahí es nada. Me dijo también que él lo compraba en un pequeño laboratorio que había en un pueblo manchego, cerca de Tomelloso. E incluso, entre sus miles de objetos de recuerdo de su vida profesional, guardaba todavía una cajita del citado medicamento, cuya fotografía acompaño.
Pues resulta que en ese pequeño laboratorio, que estaba en Argamasilla de Alba ponían a secar el vino tinto (no el mejor ciertamente) en bandejas metálicas de un tamaño como de metro por metro. En cada bandeja un litro de vino y dejaban que el sol de La Mancha hiciera su trabajo.
En muy pocos días el vino se evaporaba totalmente y tras esa evaporación en cada recipiente venían a quedar unos 20 gramos de extracto seco por cada litro de vino expuesto al sol. Este extracto seco era recogido cuidadosamente mediante pequeñas rasquetas y tras un cuidadoso trabajo de laboratorio, con estufas y matraces, se eliminaban del extracto los azúcares caramelizados, el ácido láctico, la glicerina, el butanodiol y los ácidos tartáricos y málicos, quedando totalmente limpios los polifenoles
(¡ los famosos taninos!) que se tamizaban y embolsaban cuidadosamente en sobrecitos de 0,2 gramos, que era la dosis que se administraba al niño de dos a cuatro veces al día hasta la desaparición o notable mejoría de su proceso diarréico.
Pues resulta que todavía se pueden comprar sobrecitos de polifenoles vínicos y a un precio nada escandaloso. He encargado varias cajitas, que ahora tienen una presentación más moderna de la que tenía la vieja imagen que conservaba el farmacéutico, padre de mi amigo.
¡¡¡ Mis problemas con los taninos se han acabado !!!!
Ahora, cuando invite a amigos a una comida o una chuletada y tenga miedo de que alguno de ellos se queje de los taninos del vino que le ofrezco, tengo una solución fácil y económica al alcance de mi mano. Previamente, o sobre la propia marcha, solo tengo que deslizar discretamente uno o dos sobrecitos de mi remedio milagroso dentro de la botella que se esté bebiendo.
Y entonces ya todos podremos escuchar la gestual y bella letanía, mientras los bebedores entornan o cierran los ojos y miran al cielo....
Dios santo, ¡¡¡ Que vino !!!....¡¡¡ Que taninos !!!.... parecen terciopelo---- ¿terciopelo?... seda diría yo !!!!... eso es... seda...seda...seda----- !!!!!