Re: "El vino es como muy de mayor"
Es un tema muy complejo y no soy sociólogo, tampoco he dedicado mucho tiempo a profundizar en ello pero creo que España se caracteriza por ser un gran productor con un consumo bastante bajo, posiblemente no hemos tenido una buena transición (no hagan ustedes lecturas políticas) entre el consumo del vino como fuente energética hacia el consumo del vino como fuente de placer, o como mínimo no lo hemos enfocado bien.
El placer se puede emmarcar en el consumo de alcohol, en esa tesitura hay otras bebidas alcohólicas que nos ganan en relación precio-embriaguez; para mí el placer del vino debe afrontarse desde un punto de vista mucho más complejo, el alcohol está pero no es lo único que deberíamos buscar, deberíamos buscar otros aspectos como: conocer, aprender, entender, interpretar... y eso supone un esfuerzo y una inquietud, un reto. Tirando de prejuicios y tópicos, tal vez sean malos tiempos para la lírica del vino.
No ayuda el uso de palabras arcáicas, vocabulario rimbombante, prescriptores rancios... pero tampoco me atrae la idea de banalizar el vino... ¿que se lleva? ¡burbujas con azúcar! pues se lo damos... Yo creo que puede haber un término medio entre que el vino es para viejos y debemos acercar el vino a los jóvenes a toda costa. Pienso que debemos generar la idea de que el vino es fuente de placer más allá del alcohol y la fiesta, sin olvidar ambos aspectos, pero además de ello podemos encontrar en el vino una fuente de placer en muchos otros planos de la vida, en el plano emocional, social, en el conocimiento geográfico, químico... turístico, paisajístico, territorial, cultural, a nivel de conciencia social (sector primario), fijación de población, como reto personal... el vino es tanto que no lo podemos reducir a tan poco... 140 caracteres son muy pocos para el vino...
Yo creo que hay que saber explicar que el vino es todo esto y el que quiera acercarse que se acerque, cuando esté preparado, en su momento, cuando le pique el gusanillo... y el que no que beba chupitos, tampoco pasa nada.
Y no estoy hablando de usar un lenguaje rimbombante, encorsetado, misterioso... estoy hablando de generar interés, inquietud, ganas de aprender, todo esto te lo puede ofrecer el vino, debemos generar ese interés en los consumidores para acercarlos al vino, no banalizar con el único objectivo de ser bebido y nada más. Debemos dar ese mensaje de forma senzilla, fresca, lúdica, alegre y divertida..., eso sí, pero el mensaje debe ser ese, el vino como fuente de placer y satisfacción más allá del alcohol.