Si, estoy de acuerdo. Hay variedades foráneas que se han adaptado

Si, estoy de acuerdo. Hay variedades foráneas que se han adaptado maravillosamente en determinadas zonas. Sin ir más lejos, yo estoy enamorado de la syrah del sureste peninsular hasta el punto que ahora mismo es la única variedad que elaboro (cuando elaboré monastrell era muy novato, pero más pronto que tarde volveré a por ella). Todas la variedades del Nuevo Mundo son foráneas y muchos de los grandes vinos italianos se elaboran con variedades francesas. No puedo sino estar de acuerdo contigo. Y como dice Ralfilauren en el ejemplo que ha puesto, de una misma parcela y variedad se pueden hacer dos vinos casi totalmente distintos, y para gustos, los colores. Pero desde el punto de vista del elaborador, si la uva que entra en la bodega está sana y en su momento óptimo de maduración, a lo único que debe aspirar es a que su trabajo desvirtúe lo menos posible esa uva. Y para que eso ocurra, nada como la variedad de la zona. Cuando en los 80 y 90 nos dio por traer aquí variedades francesas, todavía no habíamos oído hablar de la madurez fenólica, solo se tenía en cuenta la madurez alcohólica y, para esa, España es ideal. Después, nos dimos cuenta de que no todas las variedades valían para todas las zonas. Una cabernet sauvignon de Burdeos aquí en la D.O. Jumilla lo pasa muy mal, necesita mucha más agua, un suelo más rico y temperaturas más bajas. Se me viene a la cabeza el Santa Rosa de Enrique Mendoza, que es un multivarietal con un mayor porcentaje de cabernet sauvignon que de ninguna otra. Es un vino que ningún  año falla, está muy bueno. Es un vino de enólogo, que no significa que sea malo, en absoluto. De hecho, es un fijo en mi bodega, junto con su Estrecho, ahora también Las Quebradas y su embriagador Enrique Mendoza syrah. Creo que el Santa Rosa o el Enrique Mendoza merlot son dos buenos ejemplos que lo que tú estás diciendo, vinos de variedades foráneas que están muy buenos, pero a su manera, quiero decir sin tipicidad ninguna, sin parecerse lo más mínimo a una monastrell alicantina como sus hermanos Estrecho y Las Quebradas.

Un saludo