En mi caso, la verdad, no me guío demasiado por si como más o menos carne

En mi caso, la verdad, no me guío demasiado por si como más o menos carne concretamente a la hora de comprar vino.

Me gusta tener un poco de todo: blancos, cava, champagne, tintos ligeros, tintos de media estructura, tintos estructurados, generosos (sobre todo secos pero algún dulce nunca viene mal), ...

Me gustan todos los perfiles de vino: cada época del año y cada momento, me pide una cosa. Cuando llega el calor, tendemos a comprar más vinos frescos, con acidez, más ligeros, burbujas,... cuando llega el frío, aparte de las burbujas por celebraciones Navideñas, también llaman más los tintos con más estructura y algo más potentes.

Los generosos de crianzas biológicas puras y los amontillados jóvenes llaman quizás más en verano, pero en invierno, por ejemplo, me llaman más los amontillados más viejos, olorosos y palos cortados y, excepcionalmente, los generosos dulces (de calidad, claro, pues si no lo son, me suelen saturar en exceso).

En cualquier caso y aunque la carne suele ser el maridaje estrella de la inmensa mayoría de vinos tintos, la carne también es armonizable con blancos estructurados y con cierta crianza, igualmente con espumosos,.. al mismo tiempo, incluso si no se come carne, con una buena olleta alicantina (legumbres y verduras a tutiplén) también van muy bien tintos ligeros y de media estructura, con ciertos pescados azules como el atún, también es factible un buen tinto, con chocolate amargo (con un 75% o más de porcentaje de cacao) también pueden armonizar algunos vinos tintos,... en fin, las posibilidades son muchas incluso no comiendo carne (es decir, siendo "ovolactopicto", es decir, que comes verduras, frutas, cereales, huevos, lácteos, mariscos y pescado pero nada de carne).

Saludos