Hola Mara, cómo estás? Cuando estaba entre las viñas no era consciente de lo

Hola Mara, cómo estás?
Cuando estaba entre las viñas no era consciente de lo que tenía alrededor, de hecho “no me hacía muy feliz” hacer los trabajos que suponía que mis padres fueran agricultores, ni en las viñas, ni en los cereales, ni en los olivos, ni en el azafrán…era una obligación que compaginaba con los estudios y una actitud compartida con todos los niños o jóvenes coetáneos a mi. Mi padre aún me lo recuerda y me pregunta, en tono jocoso, y para hacerme rabiar, cuando lo llamo y le digo que he visitado estos y aquellos viñedos: ¿pero tú le dices a la gente que no querías ir a vendimiar? Supongo que le parece increíble lo que suponían antaño las viñas para mí y lo que suponen ahora.
Lo cierto es que me separé de ellas, sin ningún dolor (algo impensable ahora) ,cuando vine a vivir a Valencia hace 22 años, durante la carrera en Madrid aún iba a ayudar en la vendimia. Tenía claro que quería licenciarme en Psicología. Ésta era mi vocación, los vinos fueron un accidente en mi trayectoria. Maravilloso, pero accidente. Fue todo casual, pensé que mi trabajo en el primer restaurante en el que estuve era temporal, y que retomaría mi trayectoria como psicóloga en cualquier momento (mi primera ocupación nada más llegar a Valencia recién licenciada fue en el Dpto. de RR.HH. de una empresa haciendo selección y formación de personal). Ese momento nunca llegó porque el vino me atrapó y se apoderó de mí (como diría D. Mendo a Magdalena en “La venganza de D. Mendo”, aunque no del mismo modo en que se apoderó de él aquél “maldito cariñena”). :)
Un abrazo fuerte, Mara. Gracias por estar también esta tarde aquí.