Rioja Shangri-La
Este fin de semana en La Rioja, con los vinos catados, las comidas servidas y la buena compañía de los amigos de Verema, nos han puesto las pilas a Cruz y a mí para todo el Otoño e invierno que tenemos por delante.
La Rioja estaba preciosa, verde y nítida. Con una belleza en el paisaje que no iguala ni la Toscana.
La generosidad de las Bodegas ha sido, una vez más con Verema, desmedida.
Ramón Bilbao se volcó. Nos hizo pasar un buen rato intentando lograr un coupage de premio, y me divertí aprendiendo mucho. Después, la cena fué un lujo. Y nada pesada¡¡¡ Encima nosotros disfrutamos en la mesa de la compañía de Rodolfo Bastida de Ramón Bilbao y de la encantadora Marina García de Beronia.
El sábado con Marqués de Riscal pudimos disfrutar los comentarios de Francisco Hurtado de Amézaga como Director Técnico. La cata fué poquita cosa, aunque de bien nacidos es ser agradecido. La comida, aunque algo incómoda, gastronómicamente fué muy correcta: espárragos gigantes, pochas con costillas y una carrillera de ternera muy desgrasada y ligera. La pena, que no pudimos probar vinos de alto nivel o raros de esta Bodega. (Aunque me gustó el Rueda Montico)
Gracias a un hueco de última hora (Gracias M.) pudimos participar en la visita de Beronia.
Allí se volcaron con nosotros. Anduvimos por donde quisimos, incluso molestando en los trabajos de remontado, y después, en la enorme sala de barricas, nos prepararon una cata inolvidable.
El Gran Reserva 2006 está para beber ya mismo, y para no dejar de hacerlo hasta que te arrastren.
Soberbios el 82 y hasta el 73. Vivos, equilibrados y hasta corpulentos en su ancianidad.
Comiendo me gustó el blanco Viura (menos el fermentado en barrica) y me interesó mucho el Graciano 100%. Después, disfruté como un señor con el cordero asado a fuego lento y el tinto III a.D.C. Y de la conversación de Matías, y de las guapas hermanas Fambuena.
Un fin de semana que conservaré en la retina y en la memoria gustativa durante mucho tiempo.
Qué grande eres Verema¡¡¡