Francamente interesante el evento al que tuvimos ocasión de asistir ayer por la

Francamente interesante el evento al que tuvimos ocasión de asistir ayer por la tarde en el madrileño Hotel Villareal. La casa Riedel por medio de su presidente Georg Riedel, 10º generación de la familia copera más conocida del mundo, nos presentaba un juego sensorial a través de 3 vinos, 3 chocolates y la serie de copas Riedel Vinum XL en varietales pinot noir, syrah y cabernet.

Un juego inicial de probar un agua mineral fría con las tres copas ya nos daba importantes diferencias, con la copa pinot se sentía el frío en la punta de la lengua, con la syrah al final del paladar, casi en la garganta y con la cabernet en los laterales del paladar. Algo hay.

En primer lugar probamos el vino Cortijo de los Aguilares Pinot Noir con las tres copas. La copa pinot noir magnifica los aromas de la fruta y distribuye el vino con delicadeza por el paladar, la syrah en cambio otorga preponderancia a los especiados y hace resultar al vino algo más tosco en boca, aunque con buenos resultados y por último la cabernet (un copón de casi 1 litro de capacidad) dejaba sin apenas expresión al delicado vino, ni en nariz ni en boca. Después catamos un Martúe Syrah y de nuevo con una diferencia abismal entre las tres copas, la pinot destacaba los matices florales, la syrah los especiados y las aceitunas negras y la cabernet de nuevo daba un toque muy herbáceo y difuminado. En el paso por boca, la copa syrah resultaba claramente vencedora, con un reparto del vino y un equilibrio tánico muy logrado. Por último se cató el Dominio de Valdepusa Cabernet Sauvignon al que la copa pinot noir no hacía ningún favor, resultando brutalmente tánico, la copa syrah mejoraba bastante el asunto sobre todo en nariz pero de nuevo en boca destacaba sus aristas y la cabernet...¡milagro!, era otro vino tanto en lo aromático como en boca, mucho más redondo y elegante.

Parece una tontería o algo evidente, pero hasta que no te detienes a hacer una cata como ésta y pruebas un mismo vino en distintas copas es cuando te das cuenta de la importancia que tiene el diseño del cristal según el tipo de vino. Georg recomienda la copa syrah para todo tipo de tinto, salvo el nebbiolo y el pinot noir para la copa pinot noir y el cabernet/merlot/cabernet franc en la copa cabernet. Y para el hilo que había abierto de vino y chocolate, comentar que la casa Lindt propuso una armonía del pinot con chocolate blanco, el syrah con chocolate con chile (ligeramente picante) y el cabernet con el chocolate negro (70%), resultando las tres soberbias y no intercambiables.

Me quedo con la frase final de Georg: “no estoy aquí para venderles copas sino para hacerles más complicada la elección de la copa correcta”. En fin, genio y figura el amigo Riedel, todo un “showman” que arrancó risas y aplausos por su divertida y a veces irónica oratoria.

Pues eso, que la copa tiene su importancia y más de la que parece. Y un ejercicio como el que hicimos ayer así lo atestigua.