Dicen: -Que del buen vivir y del mal vivir nunca falta que decir. Sin lugar a

Dicen: -Que del buen vivir y del mal vivir nunca falta que decir. Sin lugar a dudas, en mi bodega yo hago lo que quiero, si veo rentable desarrollar diferentes actividades enoturísticas en mis instalaciones, mi parece fantástico. Pero después no te quejes cuando el restaurador no consuma tu producto, cuando el de la tienda especializada no te recomiende, cuando el del bar del pueblo pase de ti. Tú te lo has buscado...