Importancia de los efectos sensoriales en la cata.

Completamente deacuerdo contigo. Saludos, Juan.

El porcentaje que asignas a la nariz, personalmente lo incrementaria en detrimento de la boca, teniendo en cuenta que la retronasal despues de pasar por boca se la asigno a la nariz.
No dices ningúna barbaridad indicando que grandes y buenos vinos los has bebido por la nariz..es una opinión mas generalizada de lo que imaginas.
Saludos.

Estoy de acuerdo con Javier, por la dificultad de comunicar sensaciones y emociones, siempre pongo especial énfasis en mis clases de cata en enseñar vocabulario, y aprender de mis alumnos, debatimos mucho las sensaciones que sentimos, les ponemos nombres y adjetivos, para poder compartirlas, pero esto sólo es posible con entrenamento y conocimiento mutuo.

Si os soy sincero disfruto mucho con la nariz, pero se me ponen los pelos de punta cuando al provar el vino aún resaltan y aparecen nuevas sensaciones. La vista puede ser engañosa, aunque ayuda a poner nuestra memoria sensorial alerta.

Saludos cordiales

Retomando el tema, saludos Kapirey, yo tambien disfruto mucho con la nariz, es tal vez lo que más me acaba motivando, tal vez por el miedo añadido de ver si la boca confirma o desmiente las sensaciones, y a veces encuentras vinos que te descolocan, he catado el Cardenal Álvarez 2005, recien colgada la cata, y era de esos, raro, raro, raro....

muchos salu2

Personalmente tambien he probado algunos vinos con un desprendimiento de aromas lleno de sensaciones y posteriormente en boca han resultado decepcionantes.
Saludos.

Yo tambien soy de los tuyos me los bebo mas por nariz que por boca

Querido Wyllys, coincidimos de nuevo por el foro.
Pues yo disfruto con la nariz mucho más que con la boca, sobre todo con los vinos de calidad, si el vino es normalito no le doy mucha guerra a la nariz, pues generalmente no sorprende nada y te lo da todo desde el principio, pero irremediablemente al final acaban en la boca, aquí me gusta aprovechar mucho la retronasal con el vino dentro de la cavidad bucal.

El problema: los grandes dulces que por su acidez piden boca y más boca, es como si crearan adición.

Un abrazo.

Me encuentro más cómodo en nariz, disfruto muchísimo de ella antes de llevarme el vino a la boca, de hecho identifico mejor. Pero no lo considero más importante, la prueba está que ha habido vinos de nariz potente y aromática que en boca han caído estrepitosamente provocando una decepción, luego la boca ha de rematar lo sentido en nariz, es más, te acaba por decir como es el vino. Personalmente me encanta que un vino me confirme tras el trago lo sentido en nariz, señal de completo y equilibrado.