¿Demasiado lenguaje técnico en la cata de AOVES?
'Hoja de evaluación sensorial' para hablar de 'evaluación del sabor', 'sensaciones olfativas' para decir 'aromas', 'sensaciones gustativas-retronasales' para decir 'gusto'...
¿Se debería de cambiar el lenguaje para hablar del AOVE?
Hoy he leído una noticia acerca de la brecha que hay entre el lenguaje simple que se utiliza para descrbir los AOVES a los consumidores y el lenguaje utilizado en una cata organoléptica. La duda surje ya que las personas a las que va dirigida ese aceite es en última instancia el consumidor final, y en la mayoría de ocasiones el consumidor final no tiene una preparación técnica en aceites.
Por ejemplo, para definir que un aceite es 'verde' se utilizan términos como 'hierba/hojas', entendiendo que se refiere a aromas de ojas de olivo. El consumidor final, lo más seguro es que no haya olido una hoja de olivo nunca, o no tenga ese olor presente porque no es habitual en su cocina.
Se propone añadir lenguaje culinario a la cata de aceites, asociar los aromas y sabores de los aceites a elementos culinarios usuales en la cocina, para así acercar el mundo de los aceites a restauradores y consumidores.
¿Conseguirían un mayor beneficio los productores, distribuidores y minoristas con esta medida?