Bodegas Roda. La perfección en cada fase de la elaboración

Historia

En 1987 Mario Rotllant llegó a La Rioja decidido a llevar adelante su sueño: fundar su propia bodega. Rotllant contaba con experiencia en el mundo del vino y con los contactos más importantes de este sector. Tenía muy claro lo que quería: hacer un rioja único, diferente a los demás. Contagió su entusiasmo a un equipo que se convertirían en los pilares del proyecto: Agustín Santolaya, que tomaría las riendas, Isidro Palacios, que asumiría el cuidado de los viñedos y Carlos Díez, responsable de la enología y la bodega. 

Eligieron Haro, la cuna del Rioja, y construyeron una bodega incomparable, entre la tradición de los calados excavados profundamente en la roca y la tecnología más vanguardista. La elección de las tierras fue más difícil. Su idea era obtener la producción de una única finca, al estilo de los "châteaux" franceses, pero no habían fincas que tuvieran todas las características que buscaban. Encontrar las viñas adecuadas requirió largos meses de análisis, estudiar diferentes suelos y su paisaje. Finalmente se eligieron 17 zonas distintas de viñedos con características comunes: cepas viejas enraizadas en tierras pobres y con gran vocación vitícola, capaces de dar todas ellas grandes vinos por separado. Se eligieron las variedades de vid autóctonas, tanto por sus cualidades como por su adaptación al paisaje y al clima. En fincas separadas, se trabajaba con Tempranillo, Garnacha y Graciano. 

Los primeros años de trabajo se caracterizaron por no alcanzar el resultado que buscaban. Durante esas cosechas los mostos obtenidos no eran dignos de los vinos que se querían hacer, y por consiguiente se vendieron a otras bodegas. No fue hasta 1992 que consiguieron el producto que esperaban: el primer Roda 92. Este primer vino no se comercializó hasta 1996, cuando apareció el primer Roda, una marca que surge de la unión de los nombres de Mario Rotllant y Carmen Daurella. 

Así pues, casi 10 años de trabajo fueron necesarios para que viera la luz el primer vino digno de llevar el nombre de Roda. Hoy en día los vinos de Bodegas Roda se encuentran entre los mejores vinos del mundo según los principales expertos nacionales e internacionales. Roda (hasta la añada 2001 Roda II), Roda I y Cirsión son las tres joyas de la bodega. 

El paso de los años ha dejado un poso de conocimiento que forma el verdadero espíritu de Bodegas Roda. 

La vendimia

Una de las obsesiones de Roda es el estudio preciso de la maduración. Un mismo viñedo vendimiado hoy o una semana antes o después, da vinos absolutamente distintos. El color de las hojas, la cera que envuelve las bayas, la tonalidad del pincel que queda después de arrancar el grano, el gusto de la pulpa de su hollejo y sobretodo la textura de la pepita y la evolución de su sabor desde las notas verdes y astringentes hasta las dulces de frutos secos, indican el día de la vendimia. 

Desde 1994 se sigue un minucioso protocolo de observación en la viña y de cata de pepitas, que acompañados de una precisa analítica, definen el momento óptimo de vendimia. Se han desarrollado varios proyectos de investigación de ámbito europeo acogidos al programa "Eureka" e "Iberoeka" y liderados por Bodegas Roda que han profundizado todavía más en el complejo mundo de la maduración y su seguimiento. 

En el momento de vendimia se seleccionan las mejores uvas de la viña, y las uvas se depositan suavemente en cajas perforadas de 18 kg y con rapidez se llevan a la bodega donde comienza el proceso de vinificación. 

La bodega

Una de las joyas de Roda es sin duda su bodega, que cuenta con un diseño único y las mejores instalaciones técnicas. El edificio en si mismo está diseñado para optimizar la elaboración y permite realizar el proceso completo del vino, desde la mesa de selección hasta el embotellado y etiquetaje. 

El equipo humano y técnico de Roda funciona con la precisión de un reloj. Sólo así se logra que el paso de la viña a la tina se realice en el día exacto de la maduración óptima. 

En la bodega hay 17 tinas de roble francés y en cada una de ellas se elaboran las uvas que proceden de los 17 viñedos. El objetivo de la elaboración es rescatar de la forma más suave y eficaz posible todos los matices que ha creado cada uno de los campos. en cada tina se sigue un proceso de vinificación adaptado a las exigencias de las uvas que las llenan. El roble entra en escena ya en esta etapa. 

Según Agustín Santolaya "con este proceso, Bodegas Roda intenta lograr su reto actual: fijar en el vino la máxima y más variada fruta perdurable, los matices del paisaje más singulares, armarlo con el tanino más fundido y graso, hacer que la madera lo acaricie suavemente sin tocarlo, encontrar el mágico equilibrio entre lo voluminoso y lo aéreo, la voluptuosidad y la frescura, vinos que puedan disfrutarse desde su salida al mercado y que vivan muchas décadas". 

Los vinos

• Roda I. Se elabora exclusivamente con la variedad Tempranillo. Es un vino con una mayor estructura, con unas sensaciones de frutas más profundas y negras, una mayor riqueza de minerales y más complejidad. Es un vino de recogimiento y meditación en el que la ciruela negra y el cacao marcan su estilo. Los aromas salen como un hilo continuo desde lo más hondo de la copa y se hacen grandes en la nariz. Las añadas de Roda I son: 1992, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004 y 2005.
• Roda. Se elabora con Tempranillo y una combinación de Garnacha y Graciano. En la cata para la elaboración de este vino se busca un espíritu más alegre y festivo que el de Roda I. Es un tinto con cuerpo pero con unas referencias frutales más ligeras. La fruta roja predomina unida a las sensaciones de pastelería fina y especias dulces. Los aromas esperan al catador en el borde de la copa. Un vino de éxito adecuado en la gastronomía por su amplio espectro en el maridaje desde pescados a carnes. Las añadas de Roda son 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006. Bajo la denominación anterior, Roda II, las añadas fueron: 1992, 1993, 1995, 1996, 1998, 1999, 2000 y 2001.
• Cirsión. Años atrás, los expertos de Roda detectaron que algunas cepas de tempranillo de viñedos muy viejos alcanzaban un proceso de maduración especial, distinto al resto. El resultado es Cirsión. Es el vino más alto de la gama Roda y también el que realiza una crianza más corta. Se elabora exclusivamente con Tempranillo y el proceso de elaboración es secreto. El resultado es un vino magnífico, completo en todos sus elementos y conceptos: frutas, minerales, balsámicos, volumen, potencia, sedosidad, persistencia y frescura. Las añadas de Cirsión son 1998, 1999, 2000, 2001, 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007. 
• Sela. El nacimiento de un nuevo proyecto de vino. Un vino diferente con la experiencia de Roda. Un vino totalmente distinto, más joven en su concepto, de cepas menos viejas, más joven en el momento de salir al mercado, para ocasiones que se busca algo más asequible, incluso atractivo para la gente más joven. Enmarcado en la gama de las frutas frescas del tempranillo de la zona de Haro, de buen cuerpo, con crianza más corta, en barricas de roble francés de primera calidad seminuevas y con e sello inconfundible de la elegancia y la finura de taninos de Roda. Capaz de prestigiar por si solo desde su diferencia y de dar más brillo a la gama de Bodegas Roda. 

Aceites Dauro

Siguiendo los mismos principios que rigen la elaboración del vino, Mario Rotllando quiso entrar en el mundo del aceite. Los aceites de Dauro se elaboran siguiendo el concepto de "Aceite de pago" o "Chateau de aceite", o lo que es lo mismo, que todo el aceite procede de una única finca. Concretamente, Dauro cuenta con dos fincas que elaboran cada una un aceite distinto. La primera de ellas está situada en la comarca catalana del Empordà, y la segunda está en Manacor, Mallorca. Dos paisajes distintos para dos aceites distintos, pero con un lugar de encuentro: el Mediterráneo. 

Los aceites Dauro de l'Empordà y Aubocassa han llegado a ser justamente lo que pretendían: convertirse en zumo de fruta fresca con claros matices frutales y vegetales. En el caso de Aubocassa, podemos apreciar tomatera, apio, zanahoria, tomillo, romero, aguacate, manzana, pomelo rosa, cereales o almendra, todo en un aceite de color amarillo verdoso y sabor sedoso. En Dauro predominan el tomate las hortalizas, el plátano verde, la piel de manzana, o el pistacho. 

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