Volvemos sobre este vino tres años después. Lo tuvimos en la vinoteca durante dos días a 15°C, lo sacamos, lo abrimos con el abridor de tijeras y aunque con algún problemilla que otro, pero fuimos capaces de sacar el tapón íntegro sin derramar corcho en el líquido. Lo dejamos respirar una horita antes de proceder a su cata (18°C):

VISUAL: Color rojo cereza de capa media-baja sin apenas ribete con una ligera turbidez (84).

OLFATIVA: A copa parada hay notas arcillosas y algo de regaliz. Al agitar aparecen apuntes de fruta confitada, notas herbáceas de estragón y ténues terciarios a tabaco de liar y cuero curtido. Algo parco en aromas, muy por debajo a la botella de 2014 (82).

GUSTATIVA: En boca está mejor que en su fase olfativa aunque en clara fase descendente. Aún así lo encuentro muy redondito, suave y aterciopelado, de acidez media y de taninos muy dulces. Retronasal afrutado con notas de mermelada de ciruela y recuerdos de flores marchitas y desván. Peristencia de unos 2 minutos. Botella dando sus últimos coletazos, un vino muy amable en boca pero bastante plano ya por desgracia. La nota no va a ser la misma por supuesto que la otorgada hace tres años. Creo que nos quedan un par más por lo que no dejaremos pasar mucho tiempo más.  Cada botella es un mundo o serán los añitos ya...(85). Lo veremos en próximos capítulos.

La RCP y atendiendo estrictamente al estado y calidad esta botella, la considero correcta, no más.

Maridamos este 82 con una tablita de embutidos y queso mañaneros para almorzar (puro antojito) después de un pateo precioso de 11.5 Kms por la Vía Verde Benicasim-Oropesa-Benicasim. Acertado como siempre un riojita gran reserva combinado con un suculento lomo embuchado ibérico y con un queso viejo de oveja, éxtasis sensorial, je,je... Es que ya no estamos para sufrir jo***...

Salud-os!!

Nos disponemos a catar un vino de una de las añadas míticas en la Rioja, un Faustino I Gran reserva de 1.982. La verdad es que me hacía ilusión catar este viejuno. Lo abrimos 45 minutos antes de la cata y lo servimos a 18°C. El nivel de la botella era alto, perfecto. El tapón íntegro, largo y sin aromas extraños. Muy bien conservado.

VISUAL: Color rubí, de capa media, sin diferencias en el ribete y con reflejos teja.

OLFATIVA: La primera impresión en nariz es de notas licorosas (licor de guindas), de fruta roja muy madura y de regaliz de palo. La intensidad es media-alta. Pese a sus 32 años, está en plena forma, potente en nariz. Al agitar, la fruta roja nos abruma. Se aprecian mucho las moras, las grosellas así como un fondo de confitura de ciruelas muy agradable. Con el tiempo asoman todo tipo de terciarios: madera (muy marcada), tabaco de pipa, especiados dulzones, avainillados, así como notas minerales de tierra húmeda y tinta china. Cambiante y complejo en nariz, una delicia olerlo y olerlo cada vez, una maravilla.

GUSTATIVA: El paso por boca es amplio y vigoroso, de acidez media, con los taninos aún presentes pero ya muy dulces. En postgusto nos vienen notas de pimienta negra y vainilla así como unos claros recuerdos a tabaco y rosas marchitas. De persistencia larga y acaramelada, muy agradable y que incita a beber. Un vino con mucha vida, muy expresivo y en un momento óptimo de consumo, aunque aún aguantará unos años más en botella sin ningún problema. Un vino sobresaliente que costó sobre los 25 euros por lo que la RCP la considero buena.

Para maridar este maravilloso brebaje preparamos un exquisito entrecot de buey argentino con una salsa de boletus y trufa morellana. Menudo homenaje nos dimos con la mujer !!

Por último, decir que esta es mi cata de vinos número 50 en Verema lo cual me llena de satisfacción. Un placer y un privilegio formar parte de esta gran familia de locos por el vino.

Rubí marronoso de capa media-baja, muy claro con reflejos cobrizos y anaranjados, borde amplio, atejado, sin apenas diferencias con el menisco.

Nariz fina y ligeramente reducida pero de muy buena intensidad. Inicialmente sobresalen aromas a caramelo de cola, guindas en licor, confitura de naranja, miel de romero, orejones, con un fondo especiado (vainilla, nuez moscada) y repleto de maderas nobles y sensaciones torrefactadas, cacao puro. Maduro, envolvente, con apuntes de hierbas aromáticas y cierto carácter mediterráneo poco frecuente en los Faustino GR. Poco a poco va ganando en expresión de crianza clásica riojana, en cuadra, pelo mojado, tabaco Virginia de pipa, hoja de habano.

En boca es suave y dotado de una muy buena acidez, picante, especiado, con bastante nervio. Uno de los Faustino más vivos que recordamos. Hay una importante cantidad de vainillas, maderas nobles, cueros, cremosos, y fruta roja en confitura, licorosa, con taninos fundidos. Un tinto con la factura habitual de la bodega pero con un extra de vigor y energía poco habitual. Buen vino en la línea del Rioja más clásico que se pueda imaginar.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/08/faustino-i-1982-gran-reserva.html