De color rubí granatoso de capa media, oscuro, tapado, sin mucho brillo, mate. Relejos cobrizos y anaranajados. Borde amplio, totalmente atejado, dando una sensación de mayor vejez de la que le corresponde.

Reducido y cerrado al abrir la botella. Inicialmente predominan las notas tostadas de la madera, muy adusto, que van dando paso a frutos rojos en licor, cacao en povo, cuero viejo y un fondo finísimamente avainillado. Huele a Faustino!! Tiene un curioso punto vegetal y cítrico a salvia, bálsamo, cascarillas de naranja.

En boca mantiene una excelente acidez, algo excesiva incluso, que mantiene el conjunto vivo. Todo lo demás es lo ya sabido: especias, frutos licorizados, cremosos, taninos finos, frescor...

La regularidad de los vinos de Bodegas Faustino no tiene parangón en Rioja. No hay ni cosecha buena ni mala, todas se parecen como gotas de agua. Y de esto hacen virtud, y es justo reconocerlo. Un gran reserva de precio moderado, reconocible, fácil de beber, sin concesiones a la modernidad ni a la presión del mercado ni de los prescriptores. Este vino se ha ganado un lugar de honor en los lineales del supermercado como marca de referencia. 50 años después continua con la misma botella esmerilada, la misma etiqueta, el mismo alambrado clásico y lo más importante es que sabes lo que te vas a encontrar dentro: el mismo vino. Para quitarse el sombrero!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/12/faustino-i-1998-gran-reserva.html