VISTA: Amarillo pajizo muy cristalino con algún toque verdoso.
NARIZ: De buena intensidad, presenta aromas de fruta con hueso (albaricoque y melocotón) y blanca (peras), piña dulce, jazmín. Alguna nota de heno.
BOCA: Equilibrado. Fresco. Un punto persistente. Bien de acidez. Entrada dulce con un amargor cítrico final.

A veces la seguridad de un blanco fresco de la zona de Penedés pasa por encima de la complejidad y profundidad... De determinados atractivos. La seguridad es, quizás, una virtud intrínseca de los seres. Cuando tienes la suerte de contar con ella, todo es más fácil. Cuando la pierdes, todo se convierte en una montaña de dificultades. Además para recuperarla, puedes necesitar más de 850 días. Y eso es mucho.

Con este blanco, irás sobre seguro. Recuperarás ese paso corto, firme, pero decidido. Este Masía Freyé tiene identidad, profundidad y sencillez. Perfecto en su cometido.