En su día fue sol naciente.

Abres una lata de mejillones y... eh voilà! tienes un vino regular gracias al buen hacer de Torres. Es sencillo, correcto y cumplidor. Todo un clásico en nuestro mundo. Renegar de él es ser ante todo un maleducado.

El color es pajizo, pajizo, de alto brillo.

Aroma nítido a manzana de piel amarilla y hierba fresca.

De sabor grato a la fruta blanca, acompañado de una afilada acidez.

Agradable y sobre todo, seguro.

  1. #1

    Comvinart

    Tanto Viña Sol como Viña Esmeralda simpre han sido cumplidores, sobre todo en verano junto al mar para el aperitivo con unas Matutano, olivas rellenas de anchoa, berberechos, y boquerones.
    Recientemente el Esmeralda lo he encontrado mas dulzón que en antaño. El Viña Sol tengo tiempo de no probarlo.

  2. #2

    Otilio Haro

    en respuesta a Comvinart
    Ver mensaje de Comvinart

    Me alegra haberlo transmitido bien. Al Viña Esmeralda recurro más a menudo por lo bien que va con nuestros arroces marineros, sobre todo con los secos; arroz a banda, senyoret... como otros tantos que lleven la más mediterránea de las blancas, la moscatel

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