Dorado, con mucho brillo y limpidez.
Nariz potente, en la que inicialmente encontramos unas curiosas notas fúngicas y de café en grano, imponiéndose seguidamente los aromas a frutos secos, especialmente almendras amargas y nueces, arropados por una buena carga mineral y toques salinos y florales (camomila), apareciendo también algunos registros a albaricoque y otras frutas amarillas.
En boca muestra potencia, volumen y tacto graso, contando con una acidez casi cortante y presentando una amalgama en equilibrio de sensaciones minerales, cítricas y salinas. Aparecen también toques lácteos en forma de mantequilla, así como recuerdos de frutos secos. Muy complejo y largo.
Es uno de esos vinos que en cuanto uno oye hablar de él se plantea que hay que probarlo cuando menos una vez en la vida. El deseo se ha cumplido, pero las ganas de volver a probarlo son ahora mayores. De lo mejor que he catado hasta la fecha.
Color amarillo dorado bien brillante, limpio y gruesa lágrima que fluye lentamente por la copa. En nariz se muestra inicialmente algo cerrado pero tras airearse (e incluso decantando una parte) se muestra de buena intensidad con unas notas iniciales de reducción muy intensas, aromas primarios de fruta cítrica (limón maduro) y blanca (peras y manzanas al horno), toques de frutos secos (avellanas), tostados de la barrica bien marcados pero nada molestos, finas levaduras algo frescas, flores secas, sensaciones especiadas (algo de curry) y fresca mineralidad de fondo. Notable entrada en boca al que le sigue un recorrido bien intenso y cremoso, muy buena acidez, intensas notas amargas que recuerdan los frutos secos algo tostados, suaves cítricos maduros, marcados tostados aún por integrarse, notable estructura, intenso y bien equilibrado, llena toda la boca y muy persistente. Final muy largo, postgusto de fruta cítrica y levaduras y retronasal ahumado y mineral.
Más información en: www.elvi.net/2013/11/07/jean-macle-chateau-chalon-2004/
Dorado limpio y brillante.
En nariz es intenso, limpio, mineral, elegante. Está primario y le cuesta abrirse, pero todo lo que transmite es positivo. Maravillosamente definido, fruta madura, frutos secos, ahumados, muy punzante, fondo de levaduras y hongos, especias. Nariz que no irá más que desarrollándose con el tiempo.
En boca es un auténtico torbellino que arrasa con todo lo que se le ponga por delante, portentosa acidez, amplitud, longitud, potencia, elegancia, equilibrio. No es ni la décima parte de lo que será con 20 años más, pero nos da una idea de ello. Final de frutos secos y tonos ahumados. Larga persistencia.
El Château-Chalon de Macle es quizá el gran vino del Jura y su capacidad de envejecer se mide en decenios, progresando año tras año. Este 2004 da muestras de su enorme nivel, pero si tienen una botella ábranla lo más tarde que puedan. Con los años alcanzan una grandiosidad inigualable. Uno de los grandes blancos del mundo. Unos 70 euros, no es caro para su nivel.