Bien, me ha dado por hacer una aproximación a este roble de cortísima crianza. Me temo que la impresión no ha sido buena, pero de todas formas ahí va:

Visual correcta aunque sin alharacas. Color rojo rubí con algún toque violáceo, capa media, fluido y de abundante lagrimeo.

Nariz discreta, con algún toque a compota que pasa a segundo plano tras un rato abierto. Fondo a fruta roja y regaliz. Sin excesos y sencilla. Trasmite no obstante una sensación de falta de armonía.

Penaliza en boca. Paso rápido y falto de peso. Retronasal algo sucia. Me explico: a ciertos recuerdos de fruta roja se superpone un aroma a serrín húmedo o tabaco mojado que no resulta agradable. Te hace sentir como que la barrica empleada no es nueva o no se ha usado de forma cuidadosa. En cualquier caso el vino no muestra notas terciarias de calidad. Diría que son tres meses de contacto con la barrica que más que enriquecerlo lo han estropeado. De hecho, recuerdo el Mantrús joven como mejor vino. Con todo y con ello, una vez saturada la nariz con esos aromas, el vino es sencillamente pasable y deja un gustillo simplemente aceptable.

Lo veo falto de armonía y deslavazado. Para esto mejor no darle 3 meses de crianza.