Tras un dilatado espacio de tiempo que me ha permitido olvidar el tremendo fiasco que me llevé con el rosado de esta marca, me decidí el pasado fin de semana a echarle valor a este tinto crianza. Información sobre el vino reducida al mínimo, de dónde es, qué varietales lleva y que presume de ser un crianza. Nada en internet ni en la web de la bodega. Malos augurios, pero aún así valor y al toro.

Pues bien, agradable sorpresa. Vino correcto para diario.

Buen aspecto, con un rojo picota bien cubierto y de buen lagrimeo para sus 13º. Fluido y limpio, bonito. Nariz cortita con algunas notas de garnacha, pero bastante neutra en general. Paso por boca suave pero envolvente. Retronasal gustosa y que a mi parecer está dominada por la garnacha, con notas licorosas y lácteas propias de la variedad y toques sutiles y correctos de cierto contacto con roble. No tiene gran peso en boca pero mantiene unos rasgos que siendo ligeros no obstante lo hacen grato para acompañar la comida en el día a día. Bastante aceptable dentro de su simpleza.