En 3 meses ha ganado complejidad y profundidad, con fruta por los 4 costados, pleno de aroma y sabor.
Largo y sabroso posgusto.
Un vino que año tras año demuestra una regularidad encomiable.
Y año tras año nos oferce un joven excelente, presentado en botella bordelesa con una pequeña etiqueta no exenta de encanto en su sencillez, combinando blanco, negro y rojo. No hay contraetiqueta ni información alguna de varietales, lo echo en falta.
Cápsula y corcho correctos.
Color rojo cereza, capa media-baja, menisco lila y abundante lágrima.
Nariz con predominio de la fruta roja y algún anisado (cerezas con anís), boca eminentemente frutal, de jugosos taninos, equilibrado y rico, en progresión además.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.