Con ese nombre tan atrevido, yo le exigiría incluso rebeldía. Se puede hacer algo más con esos 4,50 €, ya que en las vecinas Mancha y Ribera del Júcar los hay como mínimo igual y por menos. Me parece de todas formas un joven muy bueno, de color intenso, con orilla violácea y lágrima que deja marca al secarse. Aroma fresco y con expresión de fruta roja golosa, fresón, cereza... a la que acompaña unas especias de monte. Goloso en el trago, jugoso, fruta roja en sazón y con buena acidez, postgusto sabrosillo. Me ha gustado mucho más en esta última frase.
Destacará con asados sencillos y platos de legumbres no muy grasos.

De color picota de media capa con borde violáceo. Lágrima fina.
Nariz media con aromas de fresas, cerezas y sandía seguido de tonos florales y herbaceos. Fondo de zarzamora y atisbos de tinta.
Su ataque es frutal y goloso, fresco y limpio, con presencia de frutos rojos sabrosos y directos, puntas de regaliz y tonos herbaceos con un ligero amargor. Su paso es ligero, floral y de buena acidez, goloso y fácil de beber. Final algo justo.

Cereza tomado con menisco violáceo, de buena capa.

Nariz frutal, joven, fresca. Fresas maduras, algún balsámico y notas salinas.

En boca es facilón, sencillo, directo, agradable. Liviano y golosete, pasa rápido y te pide más.

Cada vez me gustan más los vinos jóvenes bien hechos. Sin complicaciones.

VISTA: Cereza picota de bordes violàceos.
NARIZ: Muy frutal y de buena intensidad. Fresco. Franco. Notas de higos rojos frescos. Arándanos y compota de moras. Granada. Tambien un poquito de cereza con sandía.
BOCA: Frescura y sencillez. Bien de acidez. Persistencia. Retrogusto de fruta roja. Elegante.

Un vino que no llega a los cinco euros que es perfecto para una calçotada en días de frío intenso. El vino es franco, lleno de fruta, sin grandes pretensiones pero que gustará por sus aromas y por su gusto goloso. A veces, un vino demasiado elaborado resulta pesado, pero con este eres capaz de tumbar una botella entre dos casi sin darte cuenta. La sencillez es una virtud, y a veces nos complicamos demasiado la vida. Todo es más fácil de lo que parece en una mesa con este vino, con su presentación original, y porque, como dice Don Andrés, la pasión por dentro.

Rojo picota capa media, ribete violáceo.

En nariz es un vino fresco, con gran aporte de fruta roja muy fresco, tambiñen bastante floral. Frescura.

En boca sigue muy presente esa fruta roja fresca, aunque es un vino suave y ligero, es muy corto y carece de persistencia, sin recuerdo en el paladar. Sencillo.

VISUAL: Capa media, de color cereza con borde violaceo.
OLFATIVA: Buena intensidad inicial, con mucha presencia de fruta roja fresca, cerezas, fresas, sobre un fondo algo floral y cierta nota vegetal. Fresco en nariz y agradable.
GUSTATIVA: Ataque suave, ligero, con poca presencia, de cuerpo medio, pasa rápido por la boca y su recorrido es algo corto. Es fresco, alegre e invita a beber otra copa. Taninos ligeramente dulces.