Vino de reyes a precio de obreros

Vista. Rojo picota subido de capa, con menisco granate muy amplio y algo diluido. Limpio y brillante. Lágrima escasa y fluida, algo coloreada.
Nariz. De intensidad media, con predominio de fruta confitada (ciruela, mora) que se diluye rápidamente para dejar aparecer unos perfumes florales muy marcados (violeta, rosa) que se entremezclan con una amplia gama de tostados y especias (pimienta y nuez moscada). Al reposar la copa, vuelven los florales, potenciados esta vez por una marcada sensación alcohólica y dulzona que augura un vino contundente, pero elegante en la variedad de matices.
Boca: La entrada seca y poco viva, el paso lineal, sedoso y discreto. El centro de boca sin embargo se presenta expansivo y cargado de fruta en licor, sin que el alcohol se desboque, dando por retronasal notas muy marcadas de madera limpia. Los florales han desaparecido y la acidez sigue siendo discreta. El posgusto es bastante mantenido, ofreciendo recuerdos de hollejo muy bien madurado y de cacao amargo, que nos deja buen sabor de boca y una sensación de limpieza gracias a esos amargores finales.
En conclusión es un vino de corte clásico riojano (sensaciones intensas pero efímeras) al que sabiamente han conseguido evitar que la madera se apodere del conjunto, con lo que se fomentan las notas frutales y florales que lo convierten en fácil y agradable de beber y hacen difícil que no se desee tomar una segunda copa, ya que tanto el alcohol como la acidez y la astringencia asociada a la extracción, aunque se suponen presentes, actúan para lo bueno y se solapan para hacerlo un vino fácil y agradable. Lo serviría a unos 17ºC y lo armonizaría con platos que contengan huevo, ya que la floralidad que ofrece y lo efímero de las sensaciones no nos va a distorsionar en absoluto la suavidad que suelen presentar estos platos, tales como un revuelto de setas, una tortilla de bacalao, un zarangollo murciano o unos huevos a la flamenca, aunque también se puede enfrentar sin contratiempos a platos de carne roja (no de caza) y con una salsa no demasiado contundente. Se puede conservar en la bodega tranquilamente un par de años más.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar