Lo reconozco, es mi debilidad

Dorado pálido limpio y brillante.
En nariz es medianamente intenso, se muestra todavía algo cerrado y requiere de aire para expresarse. Pero poco a poco nos va ofreciendo esas deliciosas notas florales, rosas, minerales, cítricas, de frutas blancas frescas, melocotón, especias dulces, lanolina. Todo ello ensamblado con una limpieza de registros realmente prodigiosa.
En boca es una delicia. Primario, equilibrado, vertebrado por una portentosa acidez, es un vino de paso redondo y elegante como pocos, que nos deja notas cítricas, frutales, florales y minerales en el final, con un dulzor perfectamente integrado. Persistente y duradero. Un vino que nunca me canso ni me cansaré de beber.
Ya lo he comentado muchas veces y no me importa comentarlo muchas otras veces más: Fritz Haag es mi debilidad en Mosela y Juffer Sonnenuhr su obra magna. Y en calidad Spätlese muestra un equilibrio apabullante, máxime en añadas tan buenas como 2007. Para guardar, pero ya puede tomarse ahora. Unos 25 euros, magnífica RCP.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar