Color cereza evolucionado con ribete anaranjado. Nariz algo reducida al principio, presenta una paleta aromática limpia y franca de frutillos, rojos, flores secas, cierta mineralidad, con la aireación aparecen notas especiadas como vainilla, pimienta en un conjunto muy equilibrado. En boca es pura seda, muy equilibrado, de acidez ajustada y taninos grasos con final no muy largo y algo amargoso. Un vino de trago largo, un buen básico. PVP aprox 20 euros.
Fermentación en cubas de cemento y crianza aproximada de 12 meses de en barrica.

Tiene un color frambuesa transparente precioso este Loira.
Nariz perfumada a otoño: pétalos de flores secas; hojas secas; tierra húmeda y boletus; carne ahumada. También pequeños frutos rojos y granada. Muy mineral también (tiza). Pero lo más destacable puede ser ese delicioso aroma VINOSO tan poco de moda. También es verdad que este vino se aleja de toda moda... No encuentro toffes ni chocolates ni opulencia frutal insana, lo cual agradezco. Tampoco puntas alcohólicas con robles nuevos, lo cual agradecemos mi paladar, mi cabeza, mi hígado y mi inteligencia.
La boca es elegante y rectilínea, aunque algo carnosa. Tiene buena acidez, aunque esperaba sentirla algo más. Los taninos son poderosos pero ya dulces y laminados.
En definitiva, buen básico de la casa sin necesidad de grandes alardes.
Buen maridaje con boletus edulis a la plancha.