Apabullante reserva navarro

Descorchado en el momento límite-óptimo de consumo (según la bodega, la añada 2002 se recomienda consumirla hasta 2011). El problema no es el dato, el tema es que el corcho ya tenía infiltraciones de vino que llegaban más allá de la mitad del mismo, incluso por gotas al extremo exterior del mismo. Un año más de guarda habría sido, probablemente, fatal.

Visual: rojo picota muy muy oscuro, capa altísima (más que alta), ribete picota bastante atejado y algo anaranjado, brillante aunque no excesivamente limpio si no ha sido decantado con antelación (precipitados y posos ligeros que no enturbian el vino para nada). Lágrima abundante y fina, con densidad.

Nariz: fruta negra, bayas, moras, regaliz, especiados, balsámicos, pimienta negra, toffee, muchas notas minerales y algunas ya oxidativas comparables a las de otros vinos de otras DO con mucha más estancia en barrica de roble americano viejo.

Boca: untuoso, redondo, algo graso, afinado, equilibrado y aterciopelado, no tanta fruta como cabría esperar pero es lógico dada su madurez, mentolados y balsámicos. Está estupendo, espectacular, ha tenido una evolución fantástica y lo hemos pillado in-extremis en el mejor momento para beberlo (dado como iba el tema del corcho, en pocos meses quizás hubiera cambiado toda la historia). Final muy largo, llena la boca, persistente y contundente. Retronasal notable y bastante mineral.

Hay que decir que este vino mejora notablemente con el tiempo en copa/decantador. Es totalmente recomendable decantarlo entre 1-2 horas antes de su consumo. Yo no lo hice y, menos mal que la cena fue reposada y pude dejar 2 copas reposar tranquilamente durante más de 1 hora para apreciar la potente evolución de este Señorío de Andión 2002.

Un vino, en suma, fantástico y apabullante a día de hoy. Recomiendo consumir la añada de este vino de manera inmediata para que podáis disfrutar igual que yo lo he hecho :)