De color en estos momentos se trata de un vino de capa media, con algunos reflejos de evolución. En nariz, evidencia los mismos síntomas. A pesar de la información, parece destacar madera americana, o quizás sean barricas usadas con un tratamiento no muy adecuado.
En boca destaca su acidez, es fácil de beber, pero desde luego le falta algo. Es largo, se detectan ciertas frutas, pero le noto carente de estructura.
El vino es equilibrado y muy bien hecho, eso es destacable.
No se le puede pedir mucho, pero es un vino muy comercial, que no llega a fallar en nada.

Este vino podría ser calificado como un muy buen vino joven, mucha frutas rojas fresca, un poco de vainilla y algo de especies predominando la canela. El paso por boca es muy amable, de acidez pronunciada y postgusto largo y atractivo. Si bien es cierto no conozco mucho sobre cabernets de Napa me parece que es un vino que le falta un poco de alma, es sabroso para tomar pero le falta más contundencia. En Colombia es muy caro (€35) lo cual lo saca de todo interés para volver a probarlo.

Para nadie es secreto que Mondavi tuvo una decada de los 90 para olvidar. Pero si este vino fuera indicativo de algo, quisiera que sea senial de que la bodega retoma el camino correcto. O quiza me gusto por la nostalgia de pensar en ese gran, gran vinatero que fue Mondavi.
Concentrado, aromatico, bien definido, con tonos de pimiento, cassis, tierra, hierro, apuntes especiados y tostados, es un Napa como manda Dios -- en este rango de precio. Nada que ver con las imitaciones baratas de burdeos que se hacen por billones de hectolitros en California. En boca es de buen ensamble, de fruta madura y taninos firmes aunque no agresivos, discurre con interes en el paladar medio y destaca en el retronasal los especiados y ese pimiento del cabernet que, aun siendo vegetal, aqui es parte de un todo armonico. Sin ser un blockbuster, estamos ante un bien vino sobre todo en una cosecha muy dificil como la de 2005. 29.5 CHF, unos 19 euros. No es barato, pero en Suiza n-a-d-a lo es.