Gran complejidad aromatica, en perfecto equilibrio.

El mayor de los Beryna, cumplio con las expectativas. Fue catado a ciegas, junto con otros 4 vinos muy distintos. Desde que se sirvio en la copa, destaco su finura.
Su color es cereza tirando a purpura, de capa media-alta.
Sus aromas van evolucionando de una manera mas sutil que el Casa Balaguer: Primero se detectaron notas de hierbas mediterraneas (anis sobre todo, hinojo). Luego aparece la fruta: fruta roja, y luego fruta negra. Siempre acompanado de una frescura como de eucalipto, ligeramente mentolada. Tambien alguna nota a cacao y especies.
En boca se confirma su elegancia. Taninos finisimos, aterciopelados, con excelente balance entre alcohol, acidez, y frutuosidad. En perfecto equilibrio. Se repiten las notas frutales y de frescor percibidas en nariz.
No sabria decir si esta en su punto o aun mejorara. Pero para que esperar...ya esta muy disfrutable.