Abierta la última botella que me quedaba por confiar poco en la capacidad de la botella de 0.37 para conservar el vino, pero no hay ningún problema, se mantiene impecable.
Este vino es la complejidad absoluta y total. Va más allá de las palabras, no hay explicación posible. Ni los filósofos de los ancianos más venerables del reino pudieron llegar a conclusión alguna a pesar de mantenerse varios años recluidos y en meditación. Hasta la fecha en lo único que se han puesto de acuerdo es en declararlo patrimonio de la humanidad.
La última ¡¡
Un abrazo y muy feliz año
Federico
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