<em>Estamos ante un vino que rompe esquemas, su coupage compuesto de 7

Estamos ante un vino que rompe esquemas, su coupage compuesto de 7 uvas nos ofrece muestras de una arriesgada apuesta por conseguir un blanco complejo, original, diferente y lleno de personalidad. En su segunda añada que he catado, si ya apuntaba muy buenas maneras su 2004, esta añada nos ofrece un Blancas Nobles más seductor aún si cabe, ganando en visual, nariz y una boca de auténtica promesa.

La Visual ha ganado muchos enteros mostrando unas notas de pomole rosado con brillo y muy límpido.
En Nariz es tremendo en sus inicios, con una frescura de cítricos exóticos -lima, pomelo-que hace de colchón y soporte de los aromas de ricos tostados y frutitos secos que tan bién acompañados por apuntes balsámicos de menta e hierba recién cortada. Una auténtica delicia, más franco y potente que el 2004.
En boca el vino se mantiene a la altura de la nariz con un ataque goloso que ofrece un paso lento, terso en plenitud de aromas y frescura por su rica acidez y final de ligero amargor que le aporta gran recorrido con postgusto frutal -fruta de hueso blanco-.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar